Haas se afianza como la gran sorpresa de la F1 2022 con un rendimiento inesperado
Tras un inicio caótico, Haas se postula como una de las sorpresas del año al empezar con grandes resultados de la mano de Kevin Magnussen.
El inicio de la temporada 2022 de Fórmula 1 ha dejado grandes sorpresas, ya sea de forma positiva o negativa. Una de ellas, sin duda, ha sido la irrupción del equipo Haas como una de las grandes fuerzas del pelotón intermedio de la parrilla. Tras un año 2021 desastroso, lejos de la competencia y sin poder ni siquiera sumar puntos, el inicio de la presente campaña ha sido totalmente inesperado, y más con una pretemporada que tampoco prometía grandes festejos para la formación americana.
El año 2022 tampoco empezó de la forma más sencilla para un equipo que se convirtió en el colista destacado de la Fórmula 1. Con una alineación de novatos, el equipo de Guenther Steiner vio como sus nuevos pilotos, Mick Schumacher y Nikita Mazepin, tenían que luchar en 2021 contra un bólido que no ofrecía absolutamente ningún rendimiento. Últimos destacados, sin opción ni siquiera de luchar con el resto de equipos en la mayoría de carreras, el plan de los estadounidenses fue centrar los esfuerzos en esta temporada. Pero la pretemporada no arrancó como se esperaba.
Relacionadas
¡Conoce el canal de Grande Prêmio en Español en YouTube!
¡Sigue a Grande Prêmio en Español en Twitter y en Instagram!
En Barcelona llegaban los primeros problemas. Muchos fallos mecánicos que les hacían imposible poder rodar con consistencia en la pista. Tiempos muy por debajo de lo esperado e, incluso, la última jornada prácticamente entera sin poder rodar en el trazado catalán. Pero por si era poco, la situación se agravó al surgir un conflicto bélico en Ucrania provocado por Rusia, algo que tuvo un gran impacto negativo a nivel mundial contra el país ruso. Muchas sanciones y consecuencias contra el país presidido por Vladimir Putin, algo que empezó repercutió en la Fórmula 1 con la cancelación del GP de Rusia y con la retirada de los logos de Uralkali del coche de Haas, el que era el patrocinador principal del equipo.
La situación empeoró aún antes de aterrizar en Bahrein para la segunda tanda de tests de pretemporada, con la salida oficial de Uralkali y de uno de los pilotos titulares, Nikita Mazepin. Las consecuencias de la invasión rusa impactaban de lleno a un equipo que llegaba a Sakhir sin la alineación completa para la temporada. Y, cuando todos los rumores apuntaban a la llegada del piloto reserva Pietro Fittipaldi, la primera sorpresa impactó en el Paddock. Kevin Magnussen era el elegido para ocupar el hueco de Mazepin, regresando a la Fórmula 1 un año después de su salida, precisamente del equipo Haas también.
La pretemporada en Sakhir dejó destellos de buen rendimiento por parte del VF-21. Pese a persistir ciertos fallos mecánicos, los dos pilotos lograron tiempos competitivos para colocarse entre los más rápidos de toda la semana de pruebas. Parecía una simple ilusión de estas sesiones invernales, pero la primera carrera de la temporada confirmó que todo era real.
El GP de Bahrein sorprendió, especialmente, por un impresionante rendimiento del recién llegado Kevin Magnussen. El danés provocó un asombro generalizado con sus grandes tiempos y se hizo con el 7º lugar en la parrilla de salida. Primera Q3 en más de un año para el equipo Haas, que se postulaba como una de las fuerzas del pelotón intermedio. En carrera, misma situación, Magnussen logró mantenerse con solidez detrás de los Mercedes y supo como erigirse por delante de equipos como Alpine o Alfa Romeo, que mostraron también un buen rendimiento en la pista. Finalmente, gracias a los abandonos finales de los dos Red Bull, el danés cosechó la 5ª posición, el segundo mejor resultado de la escudería americana en toda su historia desde 2016.
Haas supo exprimir todo el potencial de su motor Ferrari, que aparentemente se muestra como uno de los más fuertes de la parrilla de esta temporada. Además, con un coche muy trabajado desde hace más de un año, el resultado se convirtió en algo que nadie esperaba. Haas terminó el primer fin de semana como tercera fuerza, pero por rendimiento se podía percibir que podían estar en la lucha por ser el cuarto mejor equipo de este inicio de año. Del desastre de 2021, pasando por la tormentosa pretemporada hasta un quinto puesto que ni en los mejores sueños de Guenther Steiner podía imaginarse.
La confirmación se llevó a cabo en Arabia Saudita, donde Kevin Magnussen siguió liderando el equipo con otra Q3 y la 10ª posición en parrilla, que acabó convirtiendo en el noveno lugar tras mantener el Mercedes de Lewis Hamilton detrás. Pese a que la estrategia no acompañó como esperaban, los estadounidenses volvieron a colarse en la zona de puntos y se consagraron como un equipo a tener en cuenta en este 2022. En una categoría mucho más igualada que años atrás, incluso desde el equipo sueñan con pisar el podio por primera vez en alguna de esas carreras caóticas que a veces suceden a lo largo de la temporada. En 2021 hasta siete equipos pisaron el podio, por lo que si la tendencia es similar este año, las puertas pueden estar abiertas para los americanos.
La cara negativa de este inicio de temporada ha sido, sin duda, su joven promesa: Mick Schumacher. El piloto alemán arranca su segunda temporada en la categoría, con mucha inexperiencia en un equipo de media tabla. El año pasado dejó algunos buenos destellos con un coche que a duras penas podía luchar con su compañero de equipo por no ser último, pero incluso así se coló en alguna Q2 y peleó en algunas carreras. Este año la adaptación está siendo clave y la suerte tampoco ha ido de la mano del alemán.
Un toque con Esteban Ocon en la salida del GP de Bahrein truncó las opciones a puntos de Mick, que a pesar de ello llegó escalar hasta el 11º lugar. En Arabia Saudita las cosas fueron a peor, y un violento accidente durante la Q2 dejó al piloto alemán fuera de la carrera del domingo. Por suerte, pudo salir del accidente sin mayores consecuencias, más allá del fuerte coste de las reparaciones del coche, que se estiman en cerca de 1 millón de dólares.
Para Australia empezará la operación «remontada» para Schumacher. Con una figura experimentada como Magnussen liderando el equipo, el hijo de Michael puede aprender mucho y crecer como piloto a lo largo de la temporada. El trabajo en equipo entre compañeros ya ha sido elogiado por el piloto alemán, lo que le facilitará las cosas para empezar a obtener los resultados que el coche puede dar. La presión sobre él es enorme tan solo por el apellido que lleva, además de ser una de las promesas de Ferrari. Pero este año puede servir para aprender a hacer frente a esa presión, adaptarse bien al nuevo monoplaza y las luchas en el pelotón intermedio, lo que le puede hacer crecer y poder empezar a mostrar el talento que tiene en las manos, que sin duda le traerán los resultados que todo el mundo espera de él.
Haas empezó el año de la peor forma posible, pero la espectacular remontada que han dado en las últimas semanas ha sido una de las grandes hazañas de este año. Pelear con estructuras como Alpine, AlphaTauri, McLaren o Aston Martin no será tarea fácil, pero con un coche que parece equilibrado y con potencia, tienen todas las herramientas para seguir en esta lucha. La figura de líder en la que ha surgido Magnussen será vital para cargar el equipo en la espalda e intentar exprimir al máximo el potencial del VF-21. Todo punto será importante para el porvenir de los americanos, que vienen de una situación crítica. Además, el progreso que pueda dar Mick Schumacher a lo largo del año puede subir aún más el listón de un equipo que puede pasar del fondo de la parrilla a ser una de las potencias intermedias de la Fórmula 1.