El primer roce entre los dos equipos candidatos para el título en la temporada 2022 de Fórmula 1 surgió este domingo, tras el final del GP de Mónaco. Quien abrió la disputa fue Ferrari, que protestó contra Red Bull ante la FIA después de que Max Verstappen pisara la amarilla al salir de boxes.
El suceso ocurrió en la vuelta 23, cuando Verstappen regresaba a la pista luego de su segunda parada en boxes, una respuesta de Red Bull tras una parada de Ferrari. Para esquivar la llegada de Charles Leclerc, el líder del campeonato se movió en la pista antes de tiempo y cruzó la línea amarilla.
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La transmisión televisiva llegó a mostrar el momento en directo y luego en la repetición, pero ni siquiera entonces los comisarios anunciaron que iban a evaluar la situación. El momento simplemente pasó y, esta vez, Verstappen mantuvo el tercer lugar y Leclerc se quedó en el cuarto.
Después de la carrera, Ferrari decidió quejarse ya que, oficialmente, los pilotos sólo pueden cruzar la línea por razones de seguridad.
Según el jefe de Red Bull, Christian Horner, no hubo ninguna conversación sobre el tema con los oficiales de la FIA durante la carrera. Ahora tendrán que evaluarlo detenidamente.
ACTUALIZACIÓN: Según la revista estadounidense Racer, la FIA ha convocado tanto a Verstappen como también a Sergio Pérez, que no figuraba en la protesta original, para mantener conversaciones en relación con la queja oficial de que ambos no se mantuvieron a la derecha de la línea amarilla cuando debían hacerlo. Por el momento, la protesta contra el mexicano fue desestimada, por lo que su victoria fue confirmada.
La Fórmula 1 vuelve dentro de quince días, del 10 al 12 de junio en Bakú, con el GP de Azerbaiyán.