Red Bull tenía el favoritismo para ganar el GP de Austria, pero le pilló por sorpresa el gran ritmo de Ferrari. Charles Leclerc incluso superó a Max Verstappen en tres ocasiones, antes de confirmar su tercera victoria de la temporada y recortar algunos puntos para el holandés en el campeonato. Pero, como es habitual, la buena actuación del equipo de Maranello dejó a Christian Horner con una pulga en la oreja.
“Creo que realmente estuvieron cerca en términos de rendimiento en las rectas”, dijo Horner. “Pero, sí, son caballos de carreras. Será interesante [ver] en los próximos circuitos cómo se desarrolla esto”, agregó.
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Carlos Sainz también tuvo un excelente ritmo, incluso cuando intentó robarle la segunda posición a Verstappen. Pero fue en este punto que su motor falló y lo obligó a retirarse, su cuarto abandono de la temporada.
El jefe taurino, sin embargo, no cree que sea una ventaja. “[Es un problema que] no podemos controlar ni aprovechar de ninguna manera. Creo que tenemos que centrarnos en nosotros mismos y sacar lo mejor de nuestro propio paquete”, dijo.
“Tenían un coche muy fuerte [en el GP de Austria]. Podrían haber terminado tranquilamente en primero y segundo. Hasta la vuelta 12, el fin de semana había ido muy bien [para nosotros], en términos de pole position, victoria en la sprint. Pero desafortunadamente, la degradación de los neumáticos nos afectó mucho”, concluyó Horner.