El dominio de Red Bull de 2010 a 2013 fue indiscutible, culminando con Sebastian Vettel y el cuarto campeonato de la fábrica austriaca. Pero el paso de los motores V8 a los V6 turbo híbridos cambió el orden de jerarquía en 2014, con Mercedes dominando la categoría y Red Bull cayendo en el limbo. Adrian Newey, diseñador de Red Bull durante todo ese periodo y hasta el día de hoy, recordó aquel momento de crisis.
Según Newey, gran parte del descenso del rendimiento del equipo se debió a la falta de fiabilidad y al rendimiento de los motores Renault que entonces propulsaban los coches de Milton Keynes. Fue el elemento que acabó con las esperanzas de luchar por el título, dando a Red Bull la oportunidad de conseguir sólo victorias ocasionales.
«[Necesitas] tener un motor decente. Entramos en la era híbrida y Renault se equivocó, así que fue muy deprimente», dijo en una entrevista a la página web de la Fórmula 1.
Sin embargo, con el cambio a los motores Honda en 2019, el equipo ha vuelto a mostrarse más competitivo. Newey reconoció que este cambio les ha devuelto plenamente al juego.
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«Creo que uno de los puntos fuertes del equipo es que bajamos la cabeza y superamos ese periodo, de modo que cuando volvimos a tener una buena unidad de potencia, gracias a la asociación con Honda, pudimos responder», siguió.
El jefe del equipo, Christian Horner, también compartió su opinión al respecto: «Lo más importante era mantener el equipo unido, centrándonos en las cosas que podíamos controlar. Tuvimos una gran lealtad durante ese periodo. Honda compartía la misma pasión, asumimos ese riesgo y pudimos empezar a sentar las bases para luchar por el campeonato.»
Desde 2019 hasta ahora, Red Bull ha ganado dos campeonatos consecutivos con Max Verstappen (2021 y 2022) y el Mundial de Constructores en el último año. El equipo suma ya cinco títulos mundiales y seis de pilotos, con 92 victorias, 234 podios y 81 poles.