Leclerc liquida su cuenta pendiente y conquista de punta a punta el GP de Mónaco

Después de varias frustraciones por problemas mecánicos y errores de estrategia en ediciones pasadas, Charles Leclerc pudo sacar provecho de su pole position en el GP de Mónaco y ganar frente a su público en el circuito de Montecarlo. De esta manera, el monegasco también pudo cortar una racha de casi dos años sin triunfos en la Fórmula 1, que lo había visto por última vez en lo más alto del podio en el GP de Austria de 2022. 

Y si bien el campeonato tiene un líder que se llama Max Verstappen, el amplio dominio que ejercía el piloto de Red Bull en 2023 cada vez más parece ser una coyuntura del pasado. La victoria de Lando Norris en Miami, el sofocón que pasó el propio Verstappen en Ímola y la firmeza de Ferrari en Mónaco cambiaron un poco el panorama actual de la categoría.

Estrictamente sobre el fin de semana de Montecarlo, el dominio de la escudería italiana no fue ninguna novedad. Ya el viernes al cabo de los primeros entrenamientos, que tuvo a Leclerc como el más rápido del día, la plana mayor de Red Bull, con el jefe Christian Horner a la cabeza, terminó por convencerse que el ritmo que imponía Ferrari en el circuito de Montecarlo era difícil de equiparar. Y esa lógica también se plasmó en la clasificación, en donde Leclerc dominó por encima de Piastri y Verstappen se encontró con uno de los muros en su vuelta final y debió retroceder hasta el sexto lugar en la grilla de largada. 

Con Verstappen prácticamente sin posibilidades de luchar por una victoria, Leclerc tuvo en Piastri a su mayor oponente. El australiano logró mantener el segundo lugar en la primera largada, durante una caótica primera vuelta en donde Sergio Pérez tuvo un accidente brutal con los dos Haas en la curva de Massenet. En el mismo giro, los dos Alpine también se enfrascaron en un fuerte contacto que llevó a que el auto de Esteban Ocon volara antes de entrar al túnel, y que también Pierre Gasly estallara en la radio contra su compañero de equipo después de su imprudente maniobra.

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Esta intrincada primera vuelta derivó en una bandera roja, cuyo gran ganador fue Carlos Sainz. El español se pasó de largo en la curva del Casino y perdió varios lugares, sin embargo, por reglamento, la carrera se volvió a largar con los mismos puestos de la partida anterior, con lo que recuperó el tercer lugar. Esta neutralización también posibilitó que los autos llevaran a cabo el cambio de neumáticos obligatorio, por lo que la gran mayoría no necesitó pasar nuevamente por boxes para utilizar los dos compuestos que deben ser seleccionados en cada carrera.

Para alegría de Leclerc, que se mantuvo en la punta tras la segunda relargada, y para decepción del público,, que tuvo que soportar un trencito de 75 vueltas,  el trámite de la competencia fue totalmente lineal y sin cambios de posición en los diez primeros lugares, debido a la extrema dificultad para realizar adelantamientos por la estrechez de la pista y el gran tamaño de los autos de la Fórmula 1 bajo el reglamento actual que está vigente desde 2022. 

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Quizás la gran duda que quedaba era si Leclerc iba a poder lidiar con la presión de ganar en su casa frente al acoso de Piastri y también ante la tensión del público, que estaba a punto de ver ganar por primera vez a un piloto local en un Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1. No obstante, el monegasco alejó a los fantasmas y cruzó la bandera a cuadros sin cometer ningún error para conquistar la carrera en sus calles de Montecarlo. 

Con inmensa alegría y con un gran festejo, al que se sumó el Soberano de Mónaco, el Príncipe Alberto, tomando del pico champagne en el podio, Leclerc pudo quebrar una racha de dos años sin victorias en el lugar que él más quería. Y bastante más cerca de Verstappen en el campeonato, la lucha por el título puede tomar también algunos tonos en color rojo. El próximo GP de Canadá, en dos semanas, será una prueba cabal para saber qué más pueden ofrecer Ferrari y McLaren en su batalla contra Red Bull, que cada vez parece ser menos desigual.