Verstappen critica agarre de Lusail y arremete contra las 3 paradas: «Una vergüenza»

Las circunstancias en las que Max Verstappen ganó su tercer campeonato del mundo de la Fórmula 1 fueron, cuanto menos, extrañas. Es que lo hizo en la carrera al Sprint del sábado, tras el abandono de Sergio Pérez, y tampoco pudo celebrar hasta después de la carrera por un caótico GP de Qatar.

Al cabo de la prueba, que tuvo hasta 3 paradas en boxes por los problemas que presentó Pirelli con altísima degradación de sus compuestos, Verstappen fue tajante con lo que había sucedido: «una vergüenza».

Hay que recordar que Pirelli no pudo procesar del todo los datos de la tanda libre del viernes, y había observado un desgaste prematuro de las gomas, que no podían dar más de 20 vueltas al trazado de Lusail y que esto podría comprometer la seguridad de los pilotos, por eso la FIA limitó los stints a 18 vueltas.

Para Verstappen, el punto de partida del problema fue el reasfaltado sin estrenar, por lo que no tenía agarre, lo que también impidió a los equipos entender mejor el comportamiento de las gomas. En opinión del representante de Red Bull, la F1 no debería haber sido la primera en estrenar las reformas.

«Creo que es importante que otras categorías vengan a correr aquí un poco más, porque es necesario eliminar parte del aceite del asfalto cuando es nuevo, además de aumentar el agarre. De momento, sigue siendo una línea, pero está creciendo», dijo Verstappen. «La próxima vez que haya una situación como esta, no creo que la F1 deba ser la primera en conducir, porque es un poco estúpido», señaló.

«En los entrenamientos libres, los coches derrapaban y no tenían agarre. Y creo que eso es importante cuando estás en una pista en la que han puesto asfalto nuevo, que al menos funcione un poco. Ayuda mucho», continuó Max. «También, sobre entender los neumáticos, como ahora. Por eso teníamos estas vueltas limitadas. Así que son pequeñas cosas que se pueden aprender de este fin de semana en su conjunto», amplió.

Sobre los stints con un número máximo de vueltas obligatorio, obligando a los equipos a hacer tres paradas para cubrir las 57 vueltas, Verstappen fue tajante: «Una desgracia».

El jefe de Red Bull, Christian Horner, consideró que la estrategia adoptada por la FIA en nombre de la seguridad «puede no haber sido la ideal», aunque finalmente no causó ninguna sorpresa.

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«Desde el punto de vista de la seguridad, entiendo perfectamente por qué lo hicieron. Estratégicamente, quizás no era lo ideal para la carrera… pero era una carrera diferente, que ponía a prueba a los estrategas de otra manera. La cuestión es que lo hizo todo mucho más predecible, porque sabías la duración máxima del stint de cada coche», concluyó el directivo de las bebidas energéticas.