Bottas y una chance de oro en Alfa Romeo para protagonizar su propia historia en F1

En junio, cuando GRANDE PRÊMIO, web hermana de Gran Premio, dio a conocer al mundo la información de primera mano sobre las negociaciones entre Valtteri Bottas y Alfa Romeo, hubo quien se mofó e incluso se burló. Incluso porque parecía aún más plausible un regreso a Williams, escudería en la que el finlandés debutó en Fórmula 1. Sin embargo, este lunes la información dada hace meses resultó ser cierta. El nórdico sustituirá a Kimi Räikkönen en el equipo en 2022 y volverá a trabajar con Frédéric Vasseur tras firmar un contrato de varios años. Ya es oficial.

En cuanto concluya la temporada 2021, la vida de Bottas en lo que respecta a la Fórmula 1 cambiará bastante. Por supuesto, el piloto de 32 años dejará en un principio, el motor más fuerte de la parrilla. A las órdenes de Toto Wolff, Valtteri se ganó la gran oportunidad de luchar por victorias, a pesar de que sabía desde el principio que había sido contratado como escudero para sustituir al recién retirado Nico Rosberg.

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En su momento, a finales de 2016, algunos nombres figuraron como posibles candidatos a ocupar la vacante dejada por Nico. Pascal Wehrlein y Esteban Ocon, entre otros, surgieron con buenas posibilidades por estar vinculados al programa de desarrollo de Mercedes. Pero Toto Wolff optó por un nombre conocido, reforzado por su gran campaña con Williams: un piloto muy bueno que no causó problemas internos. La escudería angloalemana tenía claro que no quería otra batalla interna como la que hubo entre Rosberg y Hamilton entre 2014 y 2016.

Así, Bottas fue contratado como nuevo compañero de equipo de Hamilton, principal protagonista dentro del equipo y de las últimas temporadas de F1.

Valtteri Bottas y su firma de contrato con Mercedes en enero de 2017. (Foto: Mercedes)

A su manera, Valtteri cumplió con su papel: ganó nueve carreras, obtuvo 17 poles, se caracterizó por algunas actuaciones prácticamente perfectas, como en el GP de Australia 2019 y en el GP de Austria del año pasado. El piloto nacido en Nastola y residente en Mónaco ayudó a Mercedes a ganar los títulos mundiales de Constructores en las últimas cuatro temporadas, aunque había fluctuado mucho en 2017 y 2018, por ejemplo. En 2019 y 2020, alcanzó su punto máximo con dos subcampeonatos.

Pero también es cierto que tuvo algunas actuaciones desastrosas. El GP de Turquía de 2020, famoso por los seis trompos de Bottas sobre el asfalto mojado de Estambul, sigue en la retina. Y también tuvo que soportar, muchas veces, el infame mensaje de radio: «Valtteri, soy James». Cómo no recordar, por ejemplo, la orden de equipo en el GP de Rusia para despejar el camino a su compañero de equipo para ganar en Sochi en 2018.

En sus años de Mercedes, Bottas corrió entre el orgullo y el dolor. Por la nada y por (raros) días de gloria. Años que quedarán en el pasado después de diciembre.