Binotto llega a un acuerdo y deja Ferrari tras cuatro temporadas como jefe de equipo

La relación entre Mattia Binotto y Ferrari ha llegado a su fin. Tras una temporada turbulenta y un título perdido prematuramente, sobre todo por errores estratégicos, la escudería de Maranello ha anunciado este martes que el italosuizo dejará de ser jefe de equipo para la temporada 2023 de Fórmula 1.

La noticia de la marcha de Binotto ya se daba por hecha en los medios de comunicación italianos desde la semana pasada. El primer periódico en anunciar la dimisión de Binotto fue el tradicional La Gazzetta dello Sport, nombrando incluso a su sustituto: Frédéric Vasseur, actualmente a cargo de otra marca italiana en la F1, Alfa Romeo.

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El Corriere della Sera, otro de los principales diarios italianos, informó en la mañana del pasado viernes que era sólo cuestión de tiempo que Ferrari hiciera oficial el fin de la asociación, ya que ambas partes sólo estaban negociando los términos de la rescisión para un anuncio definitivo, dado que el contrato del directivo sólo termina a finales del próximo año.

Según la publicación, la decisión partió del propio Binotto, debido a la falta de confianza del presidente de Ferrari, John Elkann, en su trabajo. Según el Corriere, Binotto confió a sus allegados durante el fin de semana en Abu Dhabi que estaba demasiado cansado para seguir trabajando entre tantas críticas dentro de la base de Maranello.

«Con el pesar que esto conlleva, he decidido concluir mi colaboración con Ferrari», comenzó Binotto, en el comunicado oficial emitido por la escudería. «Dejo una empresa a la que quiero, de la que he formado parte durante 28 años, con la serenidad que da el convencimiento de haber puesto todo el empeño en conseguir los objetivos marcados», añadió.

Además, el ahora exjefe manifestó que deja un equipo «unido y en crecimiento, una estructura fuerte, preparada para alcanzar las metas más altas, a la que le deseo la mejor de las suertes en el futuro.» «Creo que es correcto dar este paso en este momento por muy difícil que haya sido, para mí, esta decisión. Quiero dar las gracias a todas las personas de Gestione Sportiva que han compartido conmigo este viaje, hecho de dificultades pero también de muchas satisfacciones», concluyó Binotto.

El director general de Ferrari, Benedetto Vigna, agradeció a Mattia «su gran contribución a lo largo de 28 años en Ferrari y, en particular, por haber llevado al equipo a una posición de competitividad». «Como resultado, estamos en una posición fuerte para renovar nuestro reto, sobre todo para nuestros increíbles fans de todo el mundo, de ser campeones de la Fórmula 1. Todo el mundo en la Scuderia y en la comunidad Ferrari en general le desea a Mattia lo mejor para el futuro».

Binotto ha trabajado en el Cavallino desde 1995, todavía como aprendiz, y se destacó como ingeniero, llegando a ser jefe de motores en 2009 tras un periodo como ingeniero jefe. El cargo de director técnico llegó unos años después, en 2016, en sustitución de James Allison. En enero de 2019, el equipo italiano anunció a Binotto como sustituto de Maurizio Arrivabene al frente del equipo.

Sin embargo, el mandato de Mattia fue uno de muchos altibajos. Fue bajo su mando que Ferrari volvió a la primera fila después de dos años complicados. No obstante, también fue bajo Binotto que ocurrió el escándalo técnico de 2019. Esa temporada, la unidad de potencia de Ferrari parecía imbatible, especialmente en velocidad en línea recta, pero pronto los principales rivales, Red Bull y Mercedes, levantaron sospechas de que algo iba mal.

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La FIA (Federación Internacional del Automóvil) dictaminó entonces que el sistema de la escudería italiana, que emitía señales eléctricas que interferían con el caudalímetro, era ilegal. El organismo alegó que la ventaja obtenida no se ajustaba al reglamento técnico.

Finalmente, el organismo regulador y el equipo italiano han firmado una especie de acuerdo secreto. Pero sin la ‘pimienta’ en el motor, Ferrari se enfrentó a un fuerte debilitamiento técnico en 2020 y 2021.

Este año, con la F1-75, Ferrari se encontró de nuevo en posición de luchar por un título. Su dominio en las primeras carreras del año dio señales de que los italianos serían el equipo a batir. Pero los problemas de fiabilidad unidos a los errores de estrategia -algunos inexplicables, como los neumáticos duros de Charles Leclerc en Hungría y los compuestos intermedios en la Q3 en Sao Paulo– empezaron a arruinar aún más la ya deteriorada imagen de Binotto como jefe de equipo.

También hubo otro factor: el descontento de Leclerc con su jefe. El periódico francés L’Equipe informó de que la relación entre ambos está quebrada desde el GP de Gran Bretaña de este año. En esa prueba, el monegasco no logró la victoria tras una mala elección estratégica del equipo y ni siquiera subió al podio. La revista francesa AutoHebdo señaló que las recientes ausencias de Binotto en el paddock eran ya indicios de su marcha.