Verstappen encuentra en el clima a su mayor rival en Zandvoort; pero sale victorioso

La Fórmula 1 retomó su programación habitual con el GP de Países Bajos, luego de un mes de receso por el verano europeo. Y lo hizo con el acostumbrado dominio de Max Verstappen, que alcanzó una nueva victoria en la F1 2023. Sin embargo, esta conquista también quedó marcada por dos cuestiones. La primera, es el clima cambiante que se convirtió en el gran rival del neerlandés para lograr el triunfo. Y la segunda, es que con esta consagración, Verstappen igualó el récord de nueve victorias consecutivas que Sebastian Vettel mantiene vigente desde 2013.

Como saldo de este nuevo hito, Verstappen ya aventaja en 138 puntos a su compañero de equipo Sergio Pérez, que en Zandvoort tuvo que conformarse con un cuarto puesto producto de una penalización de 5s por exceso de velocidad en los boxes. Y en el campeonato, Red Bull sigue extendiendo su marca histórica como equipo con más victorias consecutivas, al llegar a 14 y contando el GP de Abu Dhabi 2022.

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El clima, el mayor rival para Verstappen

Si bien algunos triunfos de Verstappen fueron sinónimos de monotonía y dominios de punta a punta, el GP de Países Bajos significó una amenaza para el neerlandés no por sus rivales en pista, sino por los factores climáticos que se sucedieron en el circuito de Zandvoort.

En la largada, era posible ver que comenzaban a caer gotas sobre el circuito, que en apenas un minuto se transformó en diluvio. Y en la primera pasada por boxes, Verstappen eligió seguir de largo, posiblemente para evitar entrar y quedar estancado frente a un posible tráfico en la calle de boxes. Allí, el que sí entró fue Pérez, que ante el ingreso de Verstappen en la vuelta 2, se convirtió en el virtual líder de la competencia, al ser el primero en pista con neumáticos intermedios. De esta forma, al bicampeón solo le quedó recortar una distancia de más de 10s, aunque para la vuelta 10, ya era segundo a 4s detrás del puntero mexicano.

Como paso siguiente, y con el fin de la lluvia y la sequedad del asfalto, Verstappen y Pérez pasaron nuevamente por boxes a calzar goma blanda, momento en que el neerlandés le hizo un undercut a su compañero de equipo. A partir de ahí, la carrera entró en una meseta donde lo más destacado era el ritmo de Fernando Alonso, de Aston Martin, que coqueteaba con un podio después de algunas carreras, y del Williams de Alex Albon, que se mantenía expectante en el Top-10 con el mismo juego de gomas con el que había largado. En el otro extremo, estaba Logan Sargeant, que volvió a destruir su auto contra las defensas al cabo de 17 giros.

De ahí en más, lo que parecía una victoria cantada para Verstappen, al incrementar su brecha cada vez más sobre Pérez, se convirtió en un final dramática en las últimas diez vueltas. Porque en ese momento comenzó una lluvia torrencial que derivó en una bandera roja ante el golpe de Guanyu Zhou, de Alfa Romeo. A esta altura, Verstappen parecía indemne también en boxes, al cambiar primero por intermedias y luego por gomas de lluvia extrema, mientras que Pérez finalmente sucumbía ante Alonso debido a una salida de pista en la curva 1.

Y en esta instancia, otra vez el clima fue el rival de Verstappen, a obligarlo a defenderse en una partida en movimiento cuando la bandera verde volvió a estar izada a cinco vueltas del final. Y aquí, esta vez logró prevalecer frente a la presión de Alonso, que después de una curvas pareció quedarse satisfecho con la segunda posición. Finalmente el tercer fue Gasly, beneficiado por una sanción a Pérez de 5s por exceder la velocidad máxima en la calle de boxes.

De esta forma, y pese a los sobresaltos, el próximo fin de semana puede volverse histórico para la Fórmula 1. En caso de ganar el GP de Italia, Verstappen se convertirá en el piloto con más triunfos seguidos en la historia de la F1 al alcanzar las diez conquistas consecutivas.

¿Martirio y Resurrección?

Ferrari y Aston Martin exhibieron un ritmo muy contrapuesto en el GP de Países Bajos. Por el lado del Cavallino, fue muy notoria su falta de ritmo en Zandvoort, debido a los problemas de la SF-23 en circuitos lentos y su flojo rendimiento en trazados con alta carga aerodinámica. Y como la pista holandesa es la de mayor carga del calendario después del tradicional GP de Mónaco, eran evidentes los problemas de puesta a punto que exhibieron a lo largo del fin de semana. Y para completar una competencia complicada, Ferrari volvió a mostrar equivocaciones en las paradas en boxes y no logró terminar la competencia con Leclerc.

Ya en lo referente a Aston Martin, el ánimo pareció ser de entusiasmo después del terminar en un podio con Alonso después de seis carreras, y con la alegría de haber exhibido actualizaciones que funcionaron en el AMR23, a diferencia del anterior paquete que debutó en Canadá que no entregó los resultados esperados. De igual manera, las características de Zandvoort se ajustaron perfectamente a las fortalezas del auto británico, lo que da la pauta que en Italia, un circuito veloz y en extremo diferente con respecto al de Países Bajos, la lógica indica que Ferrari sonría y Aston Martin vuelva a sufrir. Y por sobre todas las cosas, que sean testigos de un nuevo hito histórico de Max Verstappen en la Fórmula 1.