Verstappen recuerda presión del debut con victoria en Red Bull: «Fin de semana caótico»

Bicampeón mundial de Fórmula 1 con 35 victorias a sus espaldas, Max Verstappen recordó su debut con Red Bull en 2016, cuando fue promocionado en lugar de Daniil Kvyat en el GP de España de ese año. En la que sería su primera experiencia con el primer equipo, el holandés aprovechó una colisión entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg para ponerse en cabeza y conseguir su primer triunfo en la categoría, a los 19 años.

Y Verstappen admitió que el fin de semana en Barcelona se lo llevó el caos, ya que el piloto sabía de la oportunidad que tendría «sobre la hora». Como tal, aprendió todos los procedimientos necesarios antes de salir a la pista, pero reconoció que en la presión de debutar con el equipo dos energéticos tan repentinamente intervinieron varios factores -entre ellos, personas que no querían su ascenso en ese momento-.

«Entrar en ese fin de semana fue algo loco», dijo Verstappen a la cadena estadounidense NBC. «Tuve que viajar mucho. Tuve que ir a Milton Keynes en el simulador y conocer el nuevo equipo, aprender todos los procedimientos», explicó.

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«Había mucha presión», admitió. «Algunas personas no estaban muy contentas con la decisión de ascenderme. Pensaban que era demasiado joven, demasiado inexperto. Así que sucedieron muchas cosas al mismo tiempo. Nunca había conducido el coche. Mirándolo ahora, por supuesto que fue un fin de semana fantástico», subrayó.

Verstappen recordó los momentos inmediatamente anteriores al inicio de la carrera, como un consejo de Christian Horner, jefe de Red Bull, para que el prodigio se divirtiera en la pista. El holandés admite que se divirtió, pero explicó que controlar el desgaste de los neumáticos en un coche al que aún no estaba totalmente adaptado requería un alto grado de dificultad.

«También recuerdo que antes de que empezara la carrera, ya en la parrilla, Christian [Horner] se me acercó y me dijo: ‘diviértete ahí’. Sin duda me divertí», destacó. «Pero también sentí mucha presión porque estaba en una estrategia de dos paradas y los neumáticos estaban muriendo hacia el final. Fue bastante complicado, sobre todo en un coche que no conoces tan bien», dijo.

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«Intentar minimizar el desgaste de los neumáticos fue muy difícil, especialmente durante las últimas diez vueltas», reveló. «No estar totalmente cómodo con el coche también hizo que todo fuera más estresante», comentó.

Finalmente, la victoria. Max recordó el momento en que cruzó la línea de meta en cabeza por primera vez en la Fórmula 1, pero también aseguró que la celebración se la llevó el dolor en cada parte de su cuerpo. Con todas las prisas por meter al ahora bicampeón en el coche para la carrera, Red Bull ni siquiera había terminado de equipar al piloto con su propio asiento.

«Después de cruzar la línea de meta, lo celebré al ganar la carrera, pero también sentí calambres por todo el cuerpo porque aún no tenía el asiento totalmente colocado», relató. «Todo fue precipitado, así que fue una locura. Un fin de semana caótico», terminó.

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