Mercedes plantea abandonar concepto sin pontones y encara España como test final
Toto Wolff, jefe de Mercedes, contó que tras el GP de España el equipo definirá si sigue con el diseño sin pontones o apuesta por otra idea.
La carrera contrarreloj de Mercedes para no dar por perdida la temporada 2022 de Fórmula 1 continúa, aunque haya que volver al pasado y buscar lo que quedó atrás, más concretamente en el auto utilizado en los tests de pretemporada en Barcelona. Y es precisamente en el circuito español, que acoge la próxima prueba del calendario dentro de quince días, donde tendrá la oportunidad de medir mano a mano este diseño con el actual «zero-pod».
En las pruebas realizadas en Barcelona a finales de febrero, Mercedes salió a la pista con un diseño en las tomas de aire -los sidepods- más cercano a lo que se ve normalmente. En la siguiente ronda, celebrada en Bahrein, sorprendió a todos presentando un concepto con prácticamente había anulado los pontones laterales.
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La audacia, sin embargo, aún no tuvo el efecto esperado, y Toto Wolff declaró a Autosport que volver al circuito catalán será la clave para decidir si se continúa con el proyecto actual. «No descartaría nada, pero tenemos que darle a nuestra gente el beneficio de la duda».
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«Nuestro equipo ha construido grandes coches de carreras en el pasado y creemos que este es el camino a seguir. Barcelona será sin duda el lugar donde se podrá correlacionar con lo que vimos en febrero y recoger más datos», admitió el jefe de Mercedes.
La gran pregunta que implica el cambio en el diseño de las tomas de aire es la relación que tendría con el suelo. Con el auto más estrecho en los laterales, el suelo del W13 está más expuesto. Esta sería una explicación al hecho de que Mercedes sufra tanto con el efecto rebote hasta el punto de verse obligado a comprometer su aerodinámica y perder velocidad para intentar mitigar los saltos del monoplaza.
«Entre los otros autos de la grilla, los bordes de nuestro suelo destacan mucho más que cualquier otro. Eso proporciona una forma diferente de posible inestabilidad», evaluó Wolff. «Creo que ahí es donde varía nuestro concepto. Está claro que el auto lanzado en Barcelona es mucho más lento sobre el papel, pero tenemos que averiguar cómo hacer que el actual funcione de forma predecible para los pilotos», añadió.
Sin embargo, la palabra «error» aún no está presente en el vocabulario del austríaco. Wolff reforzó que el equipo alemán quiere esperar a obtener las respuestas correctas en Barcelona antes de realizar cualquier cambio radical. «Somos fieles a ese concepto. No estamos mirando al de al lado para ver si nos gusta más o no. Este diseño sigue siendo bueno».
«En realidad, tenemos que entender qué ha fallado antes de decidir cambiar de concepto. ¿Cuál es la parte buena y cuál la mala? Yo buscaría respuestas después de Barcelona, porque esa es la correlación real que tenemos. Hasta entonces, mirémonos al espejo y digamos «¿lo hicimos mal o no?
Tercero en el campeonato con 95 puntos, Mercedes puntuó en Miami con un quinto y un sexto de George Russell y Lewis Hamilton respectivamente. Pero el fin de semana en suelo americano fue de altibajos: después de liderar el segundo entrenamiento el viernes con Russell, el equipo sólo consiguió llegar a la Q3 con el siete veces campeón.