Räikkönen contempla “nunca más pisar el paddock” de la Fórmula 1

Con 42 años, 18 victorias, 46 vueltas rápidas, 103 podios y 350 Grandes Premios en 19 temporadas, el campeón del mundo Kimi Räikkönen dejó la Fórmula 1 con una sensación de logro, felicidad y de alivio. El finlandés está ahora disfrutando de más tiempo con su familia en su casa de Suiza, y declaró que no está seguro de volver a presenciar una carrera. El «Hombre de Hielo» tiene otros planes.

En una entrevista con la revista Sport Bild, se le preguntó a Räikkönen si extrañará la Fórmula 1: «Sólo el tiempo lo dirá. Sólo me gustaba manejar. Quizás nunca más vuelva a pisar el paddock», advirtió.

«La Fórmula 1 nunca fue mi vida. Siempre ha habido cosas más importantes para mí. Nada cambiará al respecto. No paré porque no tuviera fuerzas, sino porque tengo mejores cosas que hacer que sentarme en aviones y quedarme en hoteles», reiteró Kimi.

¡Conoce el canal de Gran Premio en YouTube!
¡Sigue a Gran Premio en Twitter y en Instagram!

Cuando se le preguntó por los planes de su retirada de la pista, Räikkönen reforzó. «No tengo [ningún plan] y no quiero pensar en ninguno. Mis hijos quieren un perro, pero aún no lo hemos decidido. Quizá les baste con que ahora vuelva a pasar más tiempo en casa», declaró el nórdico, feliz de que a partir de ahora sus vacaciones sean mucho más largas de lo que estaba acostumbrado en los últimos años.

«Estas vacaciones vuelven a serlo. Antes, sólo teníamos las vacaciones de verano. Eran dos semanas y media en las que había que seguir entrenando y siempre teniendo en cuenta que luego volvería la locura normal», recordó.

Räikkönen debutó en la Fórmula 1 con Sauber en 2001 y se despidió con Alfa Romeo, el nombre deportivo que utiliza la escudería suiza desde 2019. Cuando se le preguntó si poner fin a su carrera en la misma casa en la que empezó todo representaba una despedida perfecta, el finlandés bromeó con ironía. «¿Qué es perfecto? Estoy feliz de que haya terminado. Incluso el hecho de no haber podido terminar la última carrera… Eso no importa».

El último campeón del mundo de Fórmula 1 con Ferrari en 2007, relativizó cuando se le preguntó si ese fue el punto culminante de su carrera. «No sé… Una victoria siempre es una victoria. Hay 25 puntos para eso. Algunas fueron más fáciles, otras más difíciles. Quizá el 2007 haya sido un poco más importante».

Para muchos, Kimi es una verdadera leyenda del deporte. Pero el propio ex piloto subraya que no le importa ese estatus. «No me interesa eso. Sé quién soy. Soy Kimi».

El tono lacónico dio paso a las críticas de Räikkönen a la Fórmula 1. El plusmarquista del Campeonato del Mundo se quejó de que la categoría simplemente ignora la voz de los pilotos, que son los principales responsables del espectáculo en las carreras.

«Hoy los autos son mucho más fiables. En mis primeros años, cada carrera era como jugar en un casino. Nunca sabías lo que ibas a ganar ese día o si cruzarías la línea de meta. Pero no importa si te gusta el desarrollo [de la categoría] o no. Los pilotos no tomamos las decisiones sobre las normas o los lugares en donde corremos. Sólo somos empleados de los equipos, al igual que los mecánicos. A la Fórmula 1 no le interesa nuestra opinión», añadió.

El piloto hizo un paralelismo entre lo que fue la Fórmula 1 en el año de su debut y 20 años después, en la temporada que representó su despedida de la categoría.

«Sigue tratándose de manejar un auto en círculos lo más rápido posible, sí. Ahora hacemos unas cuantas carreras más al año y también vamos a nuevos países, pero al final no se trata del material, sino de 20 pilotos en 20 autos. Muchas cosas han cambiado en los últimos 20 años. Principalmente en las redes sociales. Pero así es en todo el mundo, no sólo en la Fórmula 1. Los aficionados pueden ver ahora casi todo. Tiende a ser demasiado. Sólo puedo repetirlo: los pilotos son sólo empleados», dijo.

Finalmente, cuando se le preguntó si habría otro piloto con el apellido Räikkönen en la pista, el veterano dio otra respuesta bien en su estilo. «Ni idea. Mi hijo o mi hija no necesitan ir a las carreras. Deberían hacer lo que les apetece. Igual que yo».