KTM rompe estereotipo al ofrecer a Binder un contrato de largo plazo en MotoGP

Durante la última semana, en vísperas del GP de Cataluña, KTM anunció la renovación del contrato de Brad Binder por otras tres temporadas hasta finales de 2024. La medida fue sorprendente por la envergadura del acuerdo, mayor de lo que en muchas ocasiones se vio en el MotoGP en los últimos tiempos.

Juntos desde 2012, KTM y Binder construyeron una alianza que ya le valió el título de Moto3 en 2016 y el subcampenato de Moto2 en 2019. En la categoría reina, una victoria en su año de novato hizo que el sudafricano emergiera como una de las grandes promesas del Mundial y también para consolidarse entre los grandes. El largo acuerdo prueba ese punto.

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El sudafricano llegó al MotoGP el año pasado al equipo oficial de KTM, y consiguió rápidamente una victoria en el GP de República Checa, tercera etapa del calendario. A pesar de no haber ganado otro podio en la categoría reina del Campeonato Mundial de Motociclismo desde entonces, terminó el campeonato en undécima posición con 87 puntos. Actualmente, luego de seis fechas en 2021, suma 43 puntos y se encuentra en el noveno lugar.

KTM va en dirección opuesta a lo que está haciendo la mayoría de los equipos, que apuesta por contratos cortos de una sola temporada. Este es el caso de Jack Miller, en Ducati, o Johann Zarco y Jorge Martín que también tuvieron renovaciones solo hasta finales de 2022 en Pramac. Este esquema parece crear una sensación de intensa rotación en MotoGP.

Aunque tiene menos victorias que su compañero de equipo Miguel Oliveira, vencedor en Cataluña el pasado fin de semana, Binder demostró ser un buen competidor y logró sacar una buena actuación de KTM incluso cuando la moto RC16 no era buena en Doha y Portugal. En un campeonato equilibrado, mantener un buen piloto siempre es prometedor y crea la expectativa de que la asociación pueda alcanzar vuelos más altos.

El acuerdo de Binder sobre KTM es importante para el sudafricano. Para 2022, el fabricante ustríaco ya trasladó a Remy Gardner, líder de Moto2, a Tech3. Raúl Fernández, subcampeón de la clase intermedia, es otro de los que debería ascender pronto, creando aún más competitividad en MotoGP.

Mientras tanto, el contrato de larga data de Binder demuestra que es posible permanecer más tiempo en MotoGP y seguir desarrollándose con un equipo de confianza de su lado. Miguel Oliveira, su compañero, debería seguir el mismo camino, teniendo en cuenta los antecedentes de Binder y también el de Pol Espargaró, que también supo quedarse cuatro años ligado a la fábrica austríaca.

Bueno para el sudafricano, bueno para KTM. Un trato win-win que otros equipos de MotoGP no tuvieron el valor de arriesgar.