Cambios técnicos y normativos en la Fórmula 1 desde 2025
La Fórmula 1 está viviendo una importante transformación, impulsada por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), que ha aprobado una serie de reformas técnicas y deportivas con el objetivo de modernizar la categoría, mejorar la competitividad y aumentar la sostenibilidad del deporte. Estos cambios afectan tanto al diseño de los monoplazas (2026) como a las normativas generales del campeonato, aplicados desde 2025.
Rediseño de los monoplazas: más ligeros, cortos y estrechos
Uno de los principales enfoques de la nueva normativa técnica es la reducción de tamaño y peso de los monoplazas. En 2026, los coches serán más cortos, y reducen su distancia entre ejes de los 3,6 metros actuales a 3,4 metros. Esta modificación busca aumentar la maniobrabilidad y facilitar los adelantamientos, especialmente en circuitos estrechos. Decisión que fomenta la emoción de las carreras, hasta el punto de que, por ejemplo, el sistema cuotas de la casa de apuestas en la Fórmula 1 puede alterarse debido a dicha facilidad para conseguir cambiar las posiciones de los coches.
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El peso mínimo de los monoplazas también disminuirá hasta los 768 kilogramos. Esta reducción responde al objetivo de hacer coches más ágiles, menos dependientes de la carga aerodinámica y, por tanto, más dinámicos en carrera. Además, los monoplazas serán más estrechos ( de 2 metros a 1,9). Este cambio contribuirá igualmente a una mejor circulación en pista y al estrechamiento general de los coches, lo que implica una reducción en el tamaño de algunos elementos clave.
Modificaciones aerodinámicas: adiós al DRS
Uno de los cambios más trascendentales de la normativa es la desaparición definitiva del DRS (Drag Reduction System). Este sistema, que permitía al piloto abrir el alerón trasero cuando se encontraba a menos de un segundo del coche de delante, será sustituido por un nuevo sistema de aerodinámica activa. Esta nueva solución permitirá a los pilotos modificar la configuración aerodinámica del coche en zonas previamente definidas, pero sin depender de la distancia con el monoplaza que precede.
Este sistema aerodinámico contará con dos modos distintos: el modo ‘X’, destinado a ser utilizado en las rectas para reducir la resistencia al avance y ganar velocidad punta, y el modo ‘Z’, disponible en las curvas para para aumentar la carga aerodinámica y mejorar el agarre. Esta libertad añadida busca no solo incrementar el espectáculo, sino también otorgar más control estratégico a los pilotos durante la carrera.
En el ámbito aerodinámico, el alerón delantero será 100 mm más estrecho, una decisión orientada a reducir las turbulencias generadas y mejorar el flujo de aire hacia la parte trasera del coche. Además, el suelo será otros 100 mm más estrecho y completamente plano, lo que reduce el efecto suelo, mientras que el difusor trasero será menos potente. Con estos cambios, la FIA espera una simplifcación de la aerodinámica y poner así límite a la carga aerodinámica como factor determinante, de manera que se prioriza la habilidad del piloto.
A nivel mecánico, también habrá una modificación significativa: los neumáticos delanteros se reducirán de 305 mm a 280 mm. Esta decisión sigue la lógica general de aligerar y reducir las dimensiones de los monoplazas. Unos neumáticos más estrechos afectan directamente a la degradación y el agarre, además de influir directamente sobre la estrategia del equipo y el piloto durante cada carrera.
Reformas en la normativa deportiva
En pleno proceso electoral, la FIA también ha introducido modificaciones deportivas que comenzarán a aplicarse ya desde 2025. Uno de los más destacados es que la vuelta rápida dejará de otorgar puntos, independientemente de que el piloto que la logre esté dentro del top 10. Esta medida apunta a reducir la artificialidad de las estrategias de última vuelta para conseguir ese punto adicional.
En cuanto al desarrollo de nuevos talentos, se ha decidido que los equipos deberán incluir al menos a dos pilotos jóvenes en sesiones de entrenamientos libres a lo largo de la temporada, en lugar de solo uno como hasta ahora. Esta medida busca fomentar el acceso de nuevos talentos al gran circo de la Fórmula 1 y brindarles más oportunidades de mostrar su potencial.
Finalmente, la pretemporada también se verá ajustada. A partir de 2026, se realizarán tres sesiones de test de tres días cada una. De esta manera, los equipos podrán obtener más información y optimizar sus monoplazas. Esta ampliación del calendario de pruebas resulta especialmente importante dada la importancia de los cambios técnicos que entrarán en vigor.
Con este conjunto de modificaciones, la FIA busca modernizar la Fórmula 1 y adaptarla a los nuevos tiempos. Los coches más ligeros, compactos y menos dependientes de la carga aerodinámica tienen el potencial de ofrecer carreras más reñidas, reducir la brecha entre equipos y promover una mayor intervención del piloto en el rendimiento del coche.
Con 2026 en el horizonte, la Fórmula 1 se prepara para una nueva era en la que tecnología, sostenibilidad y espectáculo buscan convivir en un equilibrio cada vez más desafiante. Más de 1.500 millones de telespectadores estarán pendientes de ello.