¿Cuál ha sido la velocidad máxima registrada en Fórmula 1?
La velocidad más alta registrada oficialmente en un coche de Fórmula 1 es de 378 km/h
El ser humano siempre se ha dejado fascinar por la velocidad. Y no hay mejor deporte que represente esta cualidad que la Fórmula 1. Desde sus orígenes, la categoría reina del automovilismo ha estado obsesionada con ir cada vez más rápido. Pero, ¿hasta dónde puede llegar realmente un monoplaza de F1? ¿Cuál ha sido la velocidad máxima alcanzada en esta competición? Y, más allá de la cifra, ¿cómo se compara con otras bestias de la ingeniería, como los aviones comerciales en tierra?
Por encima del límite de lo real
La velocidad más alta registrada oficialmente en un coche de Fórmula 1 es de 378 km/h, conseguida por Valtteri Bottas durante la clasificación del Gran Premio de Europa 2016 en Bakú. Fue al volante del Williams FW38 y en una recta particularmente larga del circuito urbano de Azerbaiyán, donde la aerodinámica de baja carga y el rebufo hicieron su parte. Aunque la FIA no reconoce formalmente este dato como récord absoluto —la cifra fue difundida por el propio equipo Williams y los radares oficiales de la federación marcaron una velocidad algo inferior, de 366,1 km/h—, es la marca más citada y aceptada por la mayoría de medios especializados y por la propia Fórmula 1.
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Lo curioso de este hito es que no ocurrió en carrera, sino en clasificación. Las circunstancias, como es de esperar, son bien distintas: los coches van con el depósito casi vacío, los neumáticos en el punto justo y la configuración aerodinámica completamente adaptada a la velocidad. Es el momento en el que el coche está más liviano y los pilotos más enfocados. El récord anterior, por cierto, lo ostenta Juan Pablo Montoya, quien había alcanzado 372,6 km/h en 2005 en Monza, otro circuito rápido por excelencia, como también reflejan las apuestas de Fórmula 1.
Si nos ceñimos a condiciones de carrera, la velocidad más alta también pertenece a Bottas: 372,5 km/h durante el Gran Premio de México de ese mismo 2016. En todo caso, aunque hay registros extraoficiales aún más altos, como los 397,36 km/h que alcanzó un Honda RA106 en pruebas privadas en las Bonneville Salt Flats, esos datos no se consideran válidos dentro del marco oficial de la Fórmula 1. No se trató de una sesión competitiva ni se usaron los estándares habituales de cronometraje o configuración técnica.
Tan rápido como un avión… Pero en el suelo
Cuando uno escucha que un coche ha superado los 370 km/h, es inevitable pensar en comparaciones poco terrenales. Y, en efecto, algunos aviones comerciales apenas despegan a velocidades algo superiores. Un Boeing 737-800, por ejemplo, levanta el vuelo a unos 280-290 km/h. Un Airbus A320, a unos 260-270 km/h. Es decir, un Fórmula 1 en plena recta no solo podría seguirles el ritmo: durante unos segundos, lo haría sin despegar. La diferencia, por supuesto, está en lo que pasa después.
Un avión necesita levantar el morro y dejar atrás la pista. Un F1, por el contrario, depende de su agarre con el suelo para mantenerse estable. Cuanto más rápido va, más importante es que esa velocidad se traduzca en estabilidad y tracción. Ahí entra en juego la aerodinámica que «pega» literalmente el coche al asfalto, además de cortar el aire para que este no sea un impedimento.