Aficionados pasan más de 3 horas haciendo cola y se pierden la sprint del GP de Sao Paulo

El sueño de ver la Fórmula 1 in situ se convirtió en una pesadilla para muchos aficionados que llegaron temprano al circuito de Interlagos, que acoge este fin de semana el Gran Premio de Sao Paulo. La interminable cola que se formó fuera en varios sectores a primera hora de la mañana del sábado hizo que algunos pasaran más de tres horas sólo para llegar a la entrada de las tribunas del circuito, perdiéndose la carrera sprint.

La salida de la carrera corta estaba prevista para las 11 de la mañana (hora de Brasilia, GMT-3), y muchos optaron por llegar a Interlagos en torno a las 8 de la mañana, hora de apertura de las puertas, es decir, con tres horas de antelación. La estrategia, sin embargo, sólo sirvió para causar dolores de cabeza y una enorme frustración. Según los informes recibidos por GRANDE PRÊMIO en las redes sociales, el principal problema fue que había muy pocos molinetes para hacer frente al volumen de gente.

«Vengo al GP desde 2007. Nunca había visto la entrada tan desorganizada», dijo Tales Pedroso. «Llegamos a las 8.30 y hicimos cola justo debajo del escenario Fanzone [un nuevo espacio dentro del circuito]. Estamos en el sector H. Llegué a la puerta de entrada en cuanto terminó el sprint», prosiguió.

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El aficionado también contó a GP que los guardias de seguridad del evento «armaban problemas con los espectadores». «Las chicas de los molinetes no sabían leer las entradas. Es absurdo tener un evento de este valor y perder parte de lo que hemos pagado para ver algo que llevamos esperando todo el año», añadió Tales.

Para Johnny Dutra, el GP de Sao Paulo 2024 «fue la peor experiencia de mi vida». Eligió el popular sector G para seguir la carrera y creyó que llegar a las 8h30 no sería un problema. «Renuncié a entrar después de perderme todo el sprint con colas que se bifurcaban, muchos cortes, muchas peleas y absolutamente ningún apoyo de los funcionarios del ayuntamiento y de la policía. No podemos hacer nada’», escuchó.
Felipe França utilizó el metro para llegar a Interlagos y reveló que la cola en el sector G casi había llegado a la estación de Autódromo. «En el sector A, la gente entraba muy despacio, y la cola también daba vueltas», añadió. «He conseguido entrar cinco minutos antes del sprint. Es absurdo».

Anderson Adriano también pasó por lo mismo, sólo que llegó incluso antes: a las 7 de la mañana. Procedente de Paraná, sólo consiguió entrar en el autódromo de Sao Paulo a las 11h20. «Es una broma… un salario mínimo por la entrada. Estamos considerando venir [mañana] a las 5h. Nunca más. No hay nadie dando instrucciones, la gente no sabe qué hacer…», continuó el aficionado, añadiendo que “se está hablando de emprender acciones legales como grupo y demandar a la organización”.

Leandro Siqueira también se acercó a GP para contarnos lo sucedido fuera de Interlagos y explicó que sólo había cinco molinetes controlando el flujo de gente en el sector A, uno de los más grandes de la pista. «No es compatible. Tardaban mucho en leer el código QR del boleto. Llegué a las 9.30 con la esperanza de tener tiempo suficiente para ver la carrera sprint y no pude. No entré en el circuito hasta las 12.30h».

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Según los informes, el sector A fue el más problemático, especialmente debido a la formación de dos colas que dejaron al público completamente perdido, como explicó el espectador Matheus Castro, de Minas Gerais. Había tanta confusión que hubo un intento de irrupción.

«Parece que la gente derribó la valla de allí, empezaron a entrar a la fuerza, desde la puerta T hasta la A, allí estalló. Cuando nos dimos cuenta de que era una invasión, volvimos. Menos mal que nos dimos cuenta de que era una invasión, porque volvimos en ese momento y la policía vino a cerrar el portón, y aquello estaba hecho un desastre. Pero no hubo violencia ni nada, al menos hasta el momento en que nos quedamos», dijo el de Minas Gerais, añadiendo que “no habría servido de nada llegar a las 5 de la mañana”.

«Tendría que haber más ingresos, y luego más guardias de seguridad para los cacheos, etcétera, pero lo principal es el número irrisorio de entradas para un evento de esta envergadura. El programa no da abasto. Si llegas a las 8 de la mañana, hora prevista para la apertura de las puertas, te pierdes gran parte de la actividad. Incluida la carrera corta», concluyó.

La oficina de prensa del GP de Sao Paulo aún no se ha pronunciado oficialmente sobre las quejas de los aficionados, pero ha declarado a GRANDE PRÊMIO que el volumen de gente en Interlagos el sábado fue el mismo que el año pasado.

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