#ViejoTaller: Prost alcanza su cuarto título en F1 con carrera estratégica en Portugal
Haciendo valer su apodo de ''El Profesor'', Alain Prost vence en el Gran Premio de Portugal 1993 y doblega a Damon Hill para obtener su cuarto y último campeonato mundial de Fórmula 1
El 26 de septiembre de 1993, hace ya 30 años, quedó marcado como el día que un nuevo nombre se inscribía en la historia grande de la Fórmula 1. Antes que Michael Schumacher, Sebastian Vettel o Lewis Hamilton, Alain Prost logró en ese día su cuarto campeonato mundial, una marca que hasta ese momento solo había conseguido el quíntuple campeón argentino Juan Manuel Fangio. Dicha hazaña se consumó en el Gran Premio de Portugal de 1993, con una carrera magistral de »El Profesor», quien bien hizo valer su apodo en Estoril con una memorable estrategia que le permitió asegurar su cuarta corona.
Antes de la cita portuguesa, Prost sabía de las intenciones de su jefe de equipo, Frank Williams, de contar con los servicios del brasileño Ayrton Senna para la temporada 1994 de F1. Negado a repetir los años caóticos de pelea con Senna en McLaren bajo el techo de Williams, el francés anunció su retiro definitivo de las pistas el viernes previo al GP de Portugal, contando con una amplia ventaja en puntos que le permitiría, en las tres carreras restantes para definir el campeonato, lograr su cuarto título mundial y retirarse con todos los honores.
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Para obtener el campeonato en Estoril, Damon Hill no debía ganar y Prost debía llegar segundo en carrera. En caso de ganar Senna, el francés tenía que llegar, al menos, cuarto para consumar el título. Una victoria del galo cercenaba todas las posibilidades de estirar la definición, ya que, con ese resultado, Prost se consagraba automáticamente campeón, sin importar lo que sucediera con sus rivales.
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El sábado, quien daría la sorpresa fue Damon Hill, coequipier de Prost en Williams, ya que obtuvo la pole position por solo 0s189 segundos, relegando al francés al segundo puesto pero con una mínima diferencia. Detrás de los coches británicos, aparecía un joven finlandés que hacía su estreno en F1 con McLaren: Mika Häkkinen. Reemplazante de Michael Andretti en el equipo de Woking, Häkkinen logró, en su primera clasificación, un sorprendente tercer puesto, superando a su compañero de equipo, Ayrton Senna.
El comienzo de la carrera del domingo tuvo un incidente inesperado, ya que el motor de Hill no arrancó y tuvo que salir desde el fondo de la grilla. Con este imprevisto, Prost quedaba como líder al comienzo de la competencia, pero su rendimiento fue decayendo considerablemente, hasta quedar en cuarta posición. Jean Alesi (Ferrari) comandaba la acción, escoltado por los McLaren de Häkkinen y Senna en 2º y 3º posición, respectivamente. Pasadas las vueltas, Prost quedó como líder de la competencia ante el retiro prematuro de Senna y superando a Alesi. Sin embargo, en la vuelta 29 sería Michael Schumacher quien pasaba a liderar la carrera, ante la parada de Prost.
Hill, en cambio, tuvo una recuperación notable y pasó a ser segundo, hasta que en la vuelta 30 ingresó a boxes y regresó a pista en la quinta posición, por detrás de Häkkinen, que dos vueltas más tarde abandonó por un fuerte accidente en la recta principal, del cual salió ileso. A partir de ahí, la carrera siguió su curso normal, con Schumacher liderando, Prost como escolta y Hill tercero, aprovechando una segunda parada de Alesi. Finalmente, fue el alemán de Benetton quien se llevaría la victoria en Estoril, seguido por Prost y Hill, que completó el podio.
Con este resultado, y beneficiado por una buena estrategia de carrera, Alain Prost obtuvo su cuarto campeonato mundial de Fórmula 1, igualando la, hasta entonces, inalcanzable marca de títulos que Juan Manuel Fangio obtuvo en la categoría. Esta competencia fue la última gran clase de »El Profesor», quien demostró que su estilo de conducción, tan criticado por ser poco vistoso y »aburrido», era efectivo para lograr el objetivo máximo de todo piloto: el Campeonato del Mundo. En una carrera tranquila, sin sobresaltos de su parte y maximizando todas las oportunidades que se presentaron, Prost eternizó su nombre en la historia grande de la Fórmula 1.