La Asociación de Pilotos de F1 endurece las conversaciones con el presidente de la FIA

La relación entre los pilotos de Fórmula 1 y el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Mohammed ben Sulayem, va de mal en peor. El jueves 7 por la mañana, la GPDA (Asociación de Pilotos de F1) emitió un duro comunicado en el que criticaba a la federación por una serie de cuestiones.

El principal es la nueva directiva que castiga a los pilotos por decir palabrotas en actos oficiales de la FIA, como las ruedas de prensa de los fines de semana de carreras. Está de moda desde que Max Verstappen fue castigado con servicios comunitarios obligatorios por insultar durante el Gran Premio de Azerbaiyán. Recientemente, Charles Leclerc fue multado con unos 10.000 euros por el mismo motivo en Ciudad de México. En la nota, la GPDA pide a la FIA que preste atención a la diferencia entre decir insultos con la intención de ofender a alguien y decir palabrotas sin ánimo de ofender.

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Pero no se queda ahí. Señala que el propio presidente de la FIA utiliza a veces un lenguaje indecente para hablar de los pilotos y pide que se ponga fin a las órdenes públicas sobre cuestiones menores, como la prohibición de llevar joyas en los coches. Por último, tras criticar la imposición de multas económicas a los pilotos, exige que la FIA explique a dónde va a parar el dinero y cómo se utiliza.

«Como en todos los deportes, los competidores tienen que rendirse a las decisiones de los árbitros, les gusten o no, estén de acuerdo con ellas o no. Así funciona el deporte. Los pilotos (nuestros miembros) no son diferentes y lo entienden perfectamente», afirmó.

«Nuestros miembros son pilotos profesionales que compiten en la F1, la cumbre del automovilismo internacional. Son gladiadores y ofrecen un gran espectáculo a los aficionados cada fin de semana», añadió.

«Con respecto a las palabrotas, hay una diferencia entre decir palabrotas con la intención de insultar a los demás y otras más casuales, como describir el mal tiempo u objetos inanimados, como un coche de F1 o una situación de conducción», explicó.

«Pedimos que el presidente de la FIA también tenga en cuenta su propio tono y verborrea cuando hable con o sobre los pilotos miembros [de la GPDA], tanto en público como en otras ocasiones. Además, nuestros miembros son adultos, no necesitan recibir instrucciones a través de la prensa sobre cuestiones tan triviales como llevar joyas o ropa interior», añadió.

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«La GPDA ha expresado en varias ocasiones su opinión de que las multas en metálico no son apropiadas para nuestro deporte. Durante los últimos tres años, hemos pedido al Presidente de la FIA que comparta los detalles y la estrategia sobre cómo se asignan las multas económicas de la FIA y cómo se gastan los fondos. También hemos expuesto nuestra preocupación por la imagen negativa que estas multas aportan al deporte. Volvemos a pedir al presidente de la FIA que permita la transparencia financiera y un diálogo abierto y directo con nosotros. Todos los implicados (la FIA, la F1, los equipos y la GPDA) deben determinar juntos cómo y dónde se gasta el dinero en beneficio del deporte», señaló.

«La GPDA desea colaborar constructivamente con los implicados, incluido el presidente de la FIA, con la intención de promover nuestro deporte en beneficio de todos los que trabajan en él, lo pagan, lo ven y lo aman. Estamos aportando nuestro granito de arena», concluyó.

La Fórmula 1 volverá a los circuitos dentro de dos semanas con motivo del Gran Premio de Las Vegas, en Estados Unidos, del 21 al 23 de noviembre.