Aston Martin ficha a Newey como “socio técnico” y busca el salto definitivo para 2026

Lawrence Stroll ha ganado la puja por contratar a Adrian Newey a Ferrari y se llevó como socio técnico del equipo Aston Martin de la Fórmula 1 a partir de marzo del año que viene, pero el “genio de la aerodinámica” tendrá mucho trabajo que hacer con el monoplaza.

El sueño de Fernando Alonso de trabajar con Adrian Newey se hará realidad gracias al dinero de Lawrence Stroll, el empresario canadiense dueño de Aston Martin, desde marzo del año que viene, luego de su salida de Red Bull, que se concretó en los primeros meses de este año.

Stroll había estado pendiente, como todo el paddock de la Fórmula 1, de lo que sucedía con el “Caso Horner”, en el que una empleada del equipo austríaco habría acusado a Christian Horner de “comportamiento inapropiado” y, aunque el caso quedó archivado tras una investigación interna. Lo cierto es que no solo Newey, sino que el ahora ex director deportivo, Jonathan Wheatley, se marcharon a otras escuderías.

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Hasta Helmut Marko había reconocido en los últimos días que todo lo ocurrido con Horner provocó salida de importantes miembros del equipo campeón del mundo de la F1. Toto Wolff estuvo esperando que Max Verstappen se hartara de esto y se fuera de la escudería para ficharlo en Mercedes.

Adrian Newey, durante su presentación como «socio técnico» de Aston Martin. (Foto: Aston Martin)

Aunque no se dio el portazo de Verstappen, a Stroll le interesaba fortalecer la parte técnica de Aston Martin, ya que los primeros años del equipo con sede en Silverstone bajo este nombre no fueron nada fáciles. Sebastian Vettel, que se fue de Ferrari para recalar en la escudería, no logró resultados demasiados expresivos y abandonó la F1 a finales de 2022.

La llegada de Alonso, y la permanencia de Lance Stroll, crearon una mayor dualidad que la que se había vivido en los dos años de Vettel. Es que, además del bicampeón del mundo, había arribado desde Red Bull el ingeniero Dan Fallows. El auto de 2023 los puso a pelear por los primeros lugares, algo inédito desde que eran Force India/Racing Point (vale recordar la polémica del famoso “Mercedes Rosa” de 2020), con ocho podios, todos de Fernando.

A pesar del buen rendimiento general del año pasado, Stroll nunca estuvo a la altura del auto y se empezó a cuestionarlo, aunque, claro, difícil que lo echen si es el hijo del dueño. Ya en 2024, el coche se estacionó en una medianía de rendimiento y son quintos en el Mundial de Constructores, lejos de las aspiraciones del millonario canadiense.

Por esto, es que Stroll padre fue con todo a negociar con Newey y le ofreció un importantísimo contrato lucrativo para que sea “socio técnico”. El acuerdo se alcanzó y se filtró que se daría a conocer antes del GP de Azerbaiyán, algo que ocurrió en la jornada del martes 10 de septiembre.

Fernando Alonso y Adrian Newey, juntos por primera vez en F1. (Foto: Aston Martin)

Newey tendrá un gran desafío como asociado de Aston Martin y es el de encontrar soluciones al auto que se fabrica en Inglaterra. Habiendo descartado la chance de irse a Ferrari, se quedará en suelo inglés para tomar una gran responsabilidad: poder brindarle un coche ganador a Alonso, en sus últimos años de trayectoria en la F1. El “genio de la aerodinámica” deberá ordenar la parte técnica y crear una mayor sinergia para fabricar el mejor coche posible de cara a 2026.

Alonso ya sabe que 2025 será de transición, ya que la unidad de potencia de Honda arribará en 2026 y, con ello, se producirá el cambio de proveedor de motores. Para entonces, Newey habrá comenzado a desarrollar el coche de la nueva normativa reglamentaria, que incluirá la eliminación de algunas de las unidades del impulsor y modificaciones aerodinámicas.

Mientras que Newey atraviesa el período de “gardening”, que se impone desde la salida de una escudería de F1 a otra, el equipo con sede en Silverstone se encuentra terminando un nuevo túnel de viento y realizó importantes mejoras en la fábrica, además de contratar ingenieros que permitan dar el esperado salto de calidad, ahora, sí, de manera constante.

Con 65 años, y más de tres décadas de trayectoria en F1, para Newey es un nuevo comienzo desde cero, como lo hiciera con Red Bull, cuando llegó desde McLaren, en 2005. En ese entonces, llevó a un nuevo equipo a ganar carreras, luego de que la empresa de bebidas energizantes comprara Jaguar a finales de 2004. Los títulos de pilotos y de constructores de Adrian hablan por sí solos: 5 con Williams, 2 con McLaren y siete con Red Bull.

De todos ellos, solo en tres ocasiones no logró el doblete de pilotos y de constructores: en 1994 el campeón de pilotos fue Michael Schumacher, tras la polémica definición en Adelaide con Damon Hill, pero sí que Williams fue campeón de constructores, en 1999 Mika Hakkinen se alzó con el título de pilotos, pero Ferrari con el de equipos y, en 2021, Max Verstappen fue campeón del mundo, pero Mercedes se coronó entre las escuderías.

Tras estos logros, está claro que Newey tendrá presión por llevar éxitos desde 2026 a Aston Martin y su histórico cuaderno rojo seguirá llenándose de notas y, también, se cargará con todas las ilusiones de los fanáticos de Fernando Alonso alrededor del mundo que esperan verlo, aunque sea, una vez más, en lo más alto del podio. Bien podría ser el último baile, también, de Newey en la Fórmula 1. Y qué mejor historia para la categoría que una esperadísima unión entre ingeniero y piloto.