#ViejoTaller: Senna hace ‘la mejor primera vuelta de la historia’ y gana en Donington
La victoria de Ayrton Senna en el lluvioso GP de Europa de 1993 contó con la mejor primera vuelta de la historia, cuando el brasileño pasó de quinto a primero en tan solo algunas curvas.
Las discusiones sobre quién fue el mejor piloto de la historia de la Fórmula 1 son interminables. Sin embargo, el autor de la mejor primera vuelta en todo el transcurso de la categoría tiene nombre y apellido: Ayrton Senna. El 11 de abril de 1993, en el GP de Europa disputado en Donington Park, Inglaterra, el piloto brasileño tuvo una actuación brillante.
Fue la única carrera de Fórmula 1 disputada en ese escenario, en un fin de semana en el que alternaba la lluvia y el sol. Senna, que buscaba exprimir su McLaren para enfrentarse a los poderosos Williams de Alain Prost y Damon Hill, esperaba que el agua también estuviera presente durante la carrera.
El primer día, bajo la lluvia, el piloto brasileño fue el más rápido en la pista. Sin embargo, el sol apareció al día siguiente y reforzó las diferencias en el orden de potencia, con un 1-2 de Williams – Prost primero, Hill segundo – y el Benetton de Michael Schumacher tercero. Senna fue cuarto, justo por delante del Sauber de Karl Wendlinger.
¡Conoce el canal de Grande Prêmio en Español en YouTube!
¡Sigue a Grande Prêmio en Español en Twitter y en Instagram!
Para hacerse una idea del dominio de Williams en la temporada 1993 de Fórmula 1, el tiempo de Prost [1m10s458] fue 1s6 más rápido que el de Ayrton [1m12s107], y Schumacher -el más cercano a los autos británicos en la pista- se quedó a 1s5 [1m12s008]. Aquel año, fue el último con ayudas electrónicas en la Fórmula 1, antes de un cambio de reglamento para 1994.
El inicio de la mejor primera vuelta de la historia, curiosamente, no fue bueno. Senna largó mal y perdió la cuarta posición con Wendlinger, pero recuperó el ritmo tras la curva 1. Adelantó a Schumacher en Redgate, devolvió gentilezas a Wendlinger entre Craner y Old Hairpin, dejó atrás a Hill en McLean’s y llegó a la punta en Melbourne Hairpin, tras una superación a Prost.
En menos de una vuelta, el brasileño pasó de la quinta posición al liderazgo y dejó claro que su dominio no era casualidad. Senna empezó rápidamente a abrir una brecha respecto a sus competidores, pero el clima cambiante hacía que la victoria fuera una gran incógnita.
Sin embargo, la superioridad de Ayrton bajo la lluvia habló más alto. Con un tiempo inestable, Prost y Hill sintieron que la lluvia retornaba y optaron por cambiar los neumáticos lisos por los de lluvia, mientras Ayrton se mantenía en pista. La maniobra pronto demostró ser la correcta, con Senna controlando el auto con slicks sobre el asfalto mojado hasta que la pista se secó. Al final, el piloto de McLaren hizo cuatro paradas en boxes, mientras que Prost paró siete veces y Hill, seis.
Sobre el epílogo de la competencia ocurrió algo curioso. A 20 vueltas del final, Senna se metió en boxes a cambiar neumáticos, una operación que se frustró y obligó al brasileño a seguir de largo. Y como en ese momento no había límite de velocidad en pits, Ayrton marcó un tiempo de 1m18s029 que le dio la vuelta rápida de la carrera.
Finalizada la competencia, Ayrton ganó con una diferencia de 1m23s199 por delante del segundo clasificado, Hill, en una carrera que terminó con sólo 11 autos en pista. Aparte de los dos primeros, Prost, Johnny Herbert, Riccardo Patrese, Fabrizio Barbazza, Christian Fittipaldi, Alex Zanardi, Érik Comas y Rubens Barrichello completaron el top-10, mientras que Michele Alboreto fue 11º y último.
La histórica hazaña de Senna le valió al brasileño un homenaje en Donington Park unos años más tarde, con una placa conmemorativa que destacaba «la mejor vuelta del siglo». Además, Tom Wheatcroft, dueño del circuito y coleccionista, compró el McLaren Ford MP4/8 que Ayrton corrió aquel día.