Del caos del comienzo y a la desazón, a la ilusión de las mejoras en Mercedes
El equipo Mercedes decidió reaccionar rápidamente ante los resultados obtenidos en la temporada 2023 de la Fórmula 1 y abandonará el concepto de zeropod para sus autos en la nueva versión del polémico W14.
Si bien la escudería había conocido, en los primeros datos del túnel de viento, que el coche no sería competitivo, siguieron adelante y, por ello, el W14 se presentaba totalmente problemático y difícil de conducir para George Russell y Lewis Hamilton.
Y, aunque las mejoras estaban listas para el GP de la Emilia-Romaña, la cancelación de la carrera en Imola no cambió los planes para los dirigidos por Toto Wolff: llevarán las mejoras al GP de Mónaco.
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Entre las actualizaciones del llamado “W14B” se encuentran un chasis nuevo, un suelo renovado y la suspensión delantera revisada. De acuerdo con el equipo con sede en Brackley a través de un vídeo, explicaba que se centraron en trabajos aerodinámicos para mejorar la prestación del coche.
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Claire Simpson, responsable de la mejora de prestaciones en el sector de ingeniería, explicaba: «El proceso de finalización de una mejora consiste en identificar el área de mejora, comprender qué queremos mejorar en términos de flujo de aire alrededor del coche. Evaluamos varias ideas, luego procedemos a una primera prueba y a simulaciones para intentar entender cómo gestionar todas esas partes. Cuando hemos alcanzado el objetivo, entramos en el túnel de viento».
Por su parte, Andrew Muir, ingeniero de simulación de Mercedes, comentó que se escucha a los pilotos como parte del desarrollo del monoplaza: «Obtenemos datos específicos, necesitamos entender si un componente es fiable, cómo reaccionará después de ser ensamblado. Nos corresponde a nosotros intentar cuantificar la mejora en las simulaciones. Al final, todo se lleva al simulador y se escucha a los pilotos para una evaluación. Nuestra tarea es aún más estratégica porque hay un límite de gasto: es fundamental no malgastar recursos, así que tenemos que evaluar la inversión y los beneficios de una mejora».
Darren Burton amplió un poco más sobre los trabajos desde su rol como director de operaciones: «Hay un trabajo en equipo para producir los componentes. El departamento de aerodinámica prepara un modelo de la pieza, luego pasa a producción. A continuación, se fabrica un molde y luego la pieza. Después viene el premontaje y el control de calidad».
¿Y qué pasa cuando las actualizaciones están listas? La responsabilidad pasa a manos de Emma Corfield, responsable de rendimiento aerodinámico de Mercedes, y así lo relata: «Para las pequeñas actualizaciones, el trabajo es sencillo: tenemos sensores en el coche para medir los datos. Hacemos los primeros análisis mientras está en la pista. Para cambios mayores, el trabajo es diferente».
«Empezamos a recopilar datos de los fines de semana anteriores para tener una base de la que partir. Comparamos la nueva versión con la anterior para evaluar si hay una mejora, y luego analizamos el impacto en todas las partes de la pista. Por último, comparamos las conclusiones con los resultados esperados», concluyó.
Como se puede observar, Mercedes tiene grandísimas ilusiones, aunque no lo quieran decir tanto en público, en las mejoras del W14. La necesidad imperiosa de pelear más adelante en la F1 los empujó a llevar las mejoras al callejero de Montecarlo.
El objetivo es que el coche genere mayor carga aerodinámica, equilibrio y manejabilidad, así como velocidad en línea recta.
La escudería ocho veces campeona del mundo ocupa actualmente la tercera posición en el Campeonato del Mundo de Constructores, con 96 puntos, 128 menos que el líder Red Bull.