Sainz se reinventa y gana papel de piloto principal de Ferrari con triunfo en Singapur

Carlos Sainz fue el que mejor aprovechó el fin de semana complejo de Red Bull y ganó una carrera dramática en el GP de Singapur. ¿Toma el papel de piloto principal en Ferrari?

Casi diez meses pasaron desde que un piloto que no pertenece a Red Bull ganó en la Fórmula 1, desde que George Russell venció el GP de Sao Paulo. Y frente al pobre desempeño exhibido por el RB19 en el circuito de Singapur, que se mostró muy inestable en las ondulaciones de Marina Bay, el camino se abrió para Ferrari, Mercedes y McLaren, que tuvieron la oportunidad este fin de semana de luchar por su primera victoria en 2023. En este juego, el que jugó mejor sus cartas fue Carlos Sainz, que sacó provechó de una chance inmejorable que no dejó pasar.

Y si la Fórmula 1 a veces es un poco cruel cuando se trata de merecimientos, esta vez el piloto español no dejó ningún margen de duda de que fue el piloto más consistente a lo largo de los tres días de actividad. Líder en dos de los tres entrenamientos, con su pole supo marcar diferencias primero frente a Russell, y sobre todo frente a Charles Leclerc, que tuvo que aceptar su papel de piloto #2 en Ferrari en Singapur. Un rol al que probablemente no esté acostumbrado, y que hace olvidar sus tiempos de «Il Predestinato», como alguna vez fue apodado cuando irrumpió con victorias en 2019.

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Sainz, por su parte, llegó con una mentalidad renovada en la segunda parte de la temporada. Sin descollar desde que llegó al equipo en 2021, a partir del GP de Países Bajos exhibió un evolución marcada y sobre todo por encima de su compañero de equipo. En Italia sorprendió con la pole y llegó a liderar la carrera al principio durante 15 vueltas, y en Singapur fue por todo, y salvo el récord de vuelta, logró todo.

Charles Leclerc tuvo que tomar el inusual papel de escudero en el GP de Singapur ante el gran ritmo de Carlos Sainz. (Foto: Lillian SUWANRUMPHA / AFP)

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De punta a punta

Puede sonar raro, pero la estrategia de Ferrari fue perfecta. Con Russell entre las dos máquinas rojas en la grilla, el Cavallino decidió ponerle gomas blandas a Leclerc, para poder acelerar con mejor tracción y quedarse con la posición de escolta. Y este acierto, llevó que hubiera un 1-2 de la Scuderia al comienzo, se conjugó con una maniobra ilícita de Lewis Hamilton, que adelantó a Lando Norris y al propio Russell por fuera de la pista, y que provocó un cierto retraso del tercero para atrás.

«Ferrari decidió sacrificar a Leclerc», sonaba en la radio de Mercedes. Y el tapón que ejercía el monegasco para cuidarle las espaldas a su compañero funcionó perfecto hasta la vuelta 20, cuando un golpe de Logan Sargeant provocó un ingreso del auto seguridad. Ahí, Sainz perdió a Leclerc, que se retrasó por el tráfico en boxes, y su principal perseguidor pasó a ser Russell, que se mantuvo dentro del rango del segundo, pero con una estrategia muy conservadora por parte del español, que ahorraba lo máximo que podía en sus neumáticos para llegar con resto hasta el final.

Carlos Sainz puso fin a los récords de Red Bull y de Max Verstappen. (Foto: MOHD RASFAN / AFP)

Sin embargo, un nuevo golpe de escena se desató en la vuelta 43, cuando Esteban Ocon debió abandonar por problemas técnicos en su Alpine. Así, la dirección de carrera activó el auto de seguridad virtual, una neutralización que Mercedes aprovechó para calzar juegos de goma media en sus dos autos. Así, tanto Russell como Hamilton retornaron en la cuarta y quinta posición a una distancia considerable, pero con Leclerc, que estaba tercero, como presa fácil.

A partir de ahí, tan solo le restaron unas ocho vueltas a Russell para ponerse detrás de Leclerc, que no ofreció ninguna resistencia frente a los autos de la estrella. Y así, el escollo pasó a ser Norris, en el segundo lugar, y Sainz, que se mantenía como líder. Esta parte final mostró una nueva faceta del piloto español: frío, calculador, un verdadero témpano sobre ruedas.

George Russell quería pasar a Lando Norris, pero chocó en el giro final y perdió el podio que tenía en Singapur. (Video: Reproducción/F1 TV)

Con unas cinco vueltas restantes, la Ferrari #55 le abrió la puerta a Norris para que entrara en su rango de DRS, lo que permitió la formación de un «trencito» que anuló prácticamente las chances de superación en un circuito de adelantamiento que ya de por sí es difícil como Marina Bay. Y contra todo pronóstico, el que aparecía como el más fuerte candidato a vencer a Sainz, Russell, se pegó a una vuelta del final al intentar una superación una Norris.

Así, solo restó la bajada de la bandera a cuadros para la Ferrari #55. El hijo de Matador, Junior, hizo gala de su experiencia y una enorme pericia para ejecutar una lectura de carrera brillante, como un verdadero piloto de elite en su etapa de madurez. Singapur no dejó dudas del crecimiento de Sainz, un verdadero Matador que cada vez más parece ser el #1 que necesita Ferrari de acá en más. Ahora la incógnita que queda es, ¿qué pasará con Leclerc en toda esta historia? Un interrogante que puede ser una clave en 2024.

La próxima parada ahora es Suzuka. ¿La nueva directiva sobre la flexión de los alerones delanteros es lo que perjudicó a Red Bull en Singapur? Es difícil asegurarlo, más cuando la escudería también tuvo sus momentos de zozobra siendo dominante también en 2022, como en Brasil o Austria en menor medida. En Japón se podrá ver en mejor perspectiva el impacto en el rendimiento de esta nueva directiva técnica en el RB19. ¿Será el momento de una reivindicación de Verstappen o nos espera una nueva sorpresa? En una semana lo sabremos.