Leclerc madura antes que Ferrari en su disputa por el título de Fórmula 1
Esteban Nieto analiza la evolución en el nivel conductivo de Charles Leclerc, que no está en sintonía con los sucesivos errores de Ferrari.
Vigente campeón de Fórmula 1 y verdugo por el momento en el campeonato 2022 sobre Charles Leclerc, Max Verstappen tuvo una temporada consagratoria en 2021. Y mucho antes de vencer en el duelo a Lewis Hamilton en el GP coronación disputado en Abu Dhabi, existía un gran interrogante en relación al holandés: ¿Era lo suficientemente maduro para pelearle un campeonato de igual a igual a un siete veces campeón e incluso ganarle?
Estas dudas aparecieron durante la apertura de aquel campeonato 2021, en el GP de Bahrein. En aquella oportunidad, Red Bull arrancó el año con un ritmo superior al de Mercedes. Sin embargo, a la hora de plasmar esa diferencia, Verstappen pecó de ansiedad y quiso superar a Hamilton fuera de los límites de la pista. Así, al tener que cederle nuevamente la primera posición al Mercedes, que aprovechó ese error para llevarse la victoria, los cuestionamientos aparecieron para Max.
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Tras ese mal trago, Verstappen logró asimilar ese golpe. A lo largo del campeonato, supo construir un temperamento más frío que disminuyó notablemente su cantidad de errores y de puntos perdidos por equivocaciones no forzadas. De esta manera, logró mantener una disputa cabeza a cabeza con Hamilton para lograr su primer título de F1, en el que también hubo un gran aporte del equipo al haberle entregado un veloz y fiable RB16B.
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¿Llegó el turno de Leclerc?
Luego de la consagración de Verstappen, la llegada de un nuevo reglamento en la Fórmula 1 para la temporada 2022 movió el orden de las fuerzas, con algunos equipos que ganaron impulso y otros que lo perdieron. Ferrari, en este caso, acertó con el desarrollo de la F1-75. Y ya en su debut, puso fin a dos años y medio sin victorias con un aplastante arranque en Bahrein con un doblete liderado por Leclerc, quien no ganaba una carrera desde mediados de 2019.
De repente, frente a ese inicio sorpresivo, y gracias a otra victoria en la tercera fecha en Australia, el piloto monegasco se posicionó como líder de la F1 2022 y llegó a la cuarta carrera, en el GP de Emilia Romaña, con la intención de consolidar su candidatura al título de Fórmula 1. Sin embargo, un error que casi lo hace impactar contra el muro cuando se encontraba tercero, lo dejó fuera del podio por primera vez en la temporada. Así, al igual que con Verstappen al inicio de 2021, quedó en duda si Leclerc era lo suficientemente maduro para pelear un campeonato.
No obstante, su excesiva vehemencia a la hora de disputar las posiciones y su propensión a cometer errores en momentos decisivos, no volvió a repetirse al cabo de once fechas disputadas en el presente campeonato. Incluso, en las últimas dos carreras mostró grandes exhibiciones, primero en Silverstone, donde tuvo una intensa batalla por la posición con Hamilton y Sergio Pérez incluso con neumáticos gastados, y en Austria, donde logró superar tres veces a Verstappen para liderar y vencer en la casa de Red Bull.
El escenario de un nuevo retador que luchara contra el campeón vigente podría ser un calco a lo que ocurrió en 2021, si no fuera por los sucesivos errores estratégicos y de fiabilidad de Ferrari. Las roturas del auto #16 cuando ganaba en España y en Azerbaiyán, sumado a errores estratégicos como el que sufrió en Mónaco, cuando Leclerc fue llamado dos veces seguidas a boxes, terminaron complicándole las chances en un campeonato en el que parece imponerse el que menos errores comete. Y en este sentido, Ferrari mostró que aún necesita recuperar algo de la mística de su pasado.
Si bien el campeonato no está definido y la curva de evolución en los nuevos autos es muy grande, la diferencia de 38 puntos en favor de Verstappen sobre Leclerc es cara. Sobre todo, cuando los problemas de fiabilidad están más en los boxes de Ferrari que en los de Red Bull. En el conteo, el Cavallino ya se encamina a utilizar el cuarto motor en sus dos autos con sus consecuentes penalizaciones, mientras que la escudería austríaca apenas utilizó dos unidades de potencia.
A pesar de que el escenario no resulta tan prometedor, el monegasco se encargó de dejar atrás su etapa de joven promesa. Cada vez más exhibe su estampa de piloto distinto que también ostenta Lewis Hamilton, y que desde el año pasado, también mostró tener Max Verstappen. Para esta temporada, Leclerc maduró, pero ahora falta que su equipo lo acompañe. Una vez que todas las piezas estén ensambladas, Ferrari tendrá un nuevo campeón.