Leclerc llega al GP de Mónaco bajo más presión que nunca

Esta semana, en vísperas del Gran Premio de Mónaco, Charles Leclerc vive su momento de más presión desde su llegada a la Fórmula 1. Comenzó la temporada 2022 con una gran actuación. Fueron dos victorias, un segundo puesto y tres vueltas rápidas en las tres primeras carreras. Con ello, abrió una ventaja de 46 puntos sobre Max Verstappen y pasó a ser visto como el hombre a batir este año.

Sin embargo, las tornas empezaron a cambiar a favor de Verstappen en el GP de Emilia Romaña, casa de Ferrari. Desde entonces, Leclerc acumula un sexto y un segundo puesto y un abandono en Barcelona, el pasado domingo. Como resultado, Max reaccionó y se puso al frente del campeonato, con seis puntos de ventaja sobre el piloto de Ferrari.

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Las exigencias para Leclerc nunca han sido las más altas en la Fórmula 1. Entró en la categoría con Sauber, consiguió importantes puntos y reforzó su condición de piloto prometedor. Su rendimiento fue mucho mejor que el de su compañero de equipo, pero hay que reconocer que Marcus Ericsson nunca fue el mejor de los parámetros. Después, ya en Ferrari, pasó dos años al lado de un tetracampeón del mundo, lo que dejó el peso de conseguir buenos resultados más en Sebastian Vettel que en él.

En 2021, con un coche mejor que los años anteriores y con Carlos Sainz en el lugar de Vettel, las expectativas se elevaron un poco. Sin embargo, al monegasco y al español «sólo» les tocaba luchar contra McLaren por el tercer puesto del Mundial de Constructores. La diferencia con Red Bull y Mercedes era demasiado grande como para exigir un resultado mejor.

Este año, la situación es muy distinta. Ferrari comenzó el campeonato dando la impresión de tener el mejor coche de la parrilla, y Leclerc lo hizo muy bien. Ganó el primer Gran Premio de la temporada en Bahrein, fue segundo en Arabia Saudita y volvió a subir a lo más alto del podio en Australia. Mientras tanto, Verstappen tuvo dos abandonos y se quedó a 46 puntos.

Sin embargo, a partir del fin de semana en Imola, a pocos kilómetros de la sede de la Scuderia, el juego ha cambiado. Verstappen ganó tres carreras, mientras que Leclerc fue sexto en Emilia Romagna, segundo en Miami y abandonó en Barcelona. Así, la Fórmula 1 llega a Montecarlo con el vigente campeón como líder de la temporada, con seis puntos de ventaja sobre Charles.

Y la necesidad de recuperar el primer puesto en el Mundial no es el único factor que empuja al piloto de 24 años. El monegasco nunca ha completado una edición de su carrera de casa. En 2018, con Sauber, tuvo un problema mecánico que provocó una colisión con el Toro Rosso de Brendon Hartley. En 2019, ya en Ferrari, hizo un trompo al intentar adelantar a Nico Hülkenberg y llegó a seguir en la etapa, pero luego abandonó por averías provocadas por el choque.

Tras un año de ausencia por la pandemia de Covid-19, el principado volvió al calendario en 2021, pero el calvario de Leclerc continuó. El #16 consiguió la pole position, pero sufrió un accidente en su segundo intento de vuelta rápida en la Q3 de la clasificación. El auto no estuvo listo a tiempo al día siguiente y ni siquiera pudo arrancar el domingo.

Y en 2022 Charles ya tuvo un accidente con un coche Ferrari en Montecarlo. No el F1-75 de este año, sino el Ferrari 312B3 que condujo el tricampeón del mundo Niki Lauda en los años 70. Leclerc alegó un problema con los pedales de los frenos, pero la escena de la curva de La Rascasse fue embarazosa y puso un poco más de presión en su espalda.

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El abandono en el Circuit de Barcelona-Catalunya, el primero de la temporada, y la pérdida del liderato del Mundial no hicieron mella en su confianza, dijo Charles. El piloto alabó el ritmo del monoplaza en una carrera en la que parecía dirigirse a una victoria tranquila mientras los Red Bull se disputaban la posición con George Russell.

Leclerc no es un niño mimado, y sus resultados en cinco temporadas en la Fórmula 1, con cuatro victorias y 13 poles, confirman su condición de gran piloto. Pero ahora necesita dar un paso que ya dio Verstappen el año pasado: luchar por el título. Ambos tienen la misma edad, pero Max se acostumbró antes a combatir en la cumbre, ganó el campeonato por primera vez en 2021 y está listo para luchar por un segundo logro.

Ser campeón este año o no implica mucho más que el desarrollo del coche por parte de Ferrari y su técnica como piloto. Leclerc necesitará tener la cabeza fría y la sangre fría para lidiar con los altibajos, los tabúes, las expectativas, las exigencias y otras situaciones que son nuevas para él y que pondrán a prueba su fuerza mental.