Como buen boxeador, Red Bull necesita reaccionar rápido al golpe de Mercedes

Existe una frase infaltable en el automovilismo luego de un fuerte choque sin consecuencias físicas: “Lo importante es la salud, los fierros se arreglan”. Y en la cabeza de Max Verstappen y de Red Bull este pensamiento debe haber sido predominante después de su incidente con Lewis Hamilton en la primera vuelta del Gran Premio de Gran Bretaña. El holandés ya está dado de alta, pero su auto quedó destruido y al equipo le resta el amargor que significa hacer un recuento de los daños.

Al hecho de volver a Milton Keynes con el auto adentro de una bolsa, se suma el notable resquemor que produjo en el equipo la leve sanción de 10s que no le impidió ganar la carrera a Hamilton. Y frente a los micrófonos, Christian Horner, el jefe de la escudería de las bebidas energéticas, declaró : «Nos vamos de Silverstone con una pequeña ventaja en ambos campeonatos. Pueden estar seguros de que este fin de semana sólo hizo que tengamos más hambre para luchar por el título».

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El momento del toque entre Max Verstappen y Lewis Hamilton. (Video: Reproducción)

Pero la realidad es que el 1 de agosto, cuando la Fórmula 1 vuelva a la actividad con el Gran Premio de Hungría, el desafío para Red Bull será enorme. Toyohoru Tanabe, director técnico de Honda, comentó luego de la carrera que tratarán de salvar el motor del auto de Verstappen enviándolo a Japón para hacer una evaluación de daños. En el caso de que deba ser reemplazado, Max se arriesgará a una penalidad en la segunda parte del campeonato, ante la necesidad de recurrir a una cuarta planta impulsora.

Por el lado del chasis, la situación tampoco es alentadora. En contacto con Gran Premio, el exdiseñador de Williams y Ferrari, Enrique Scalabroni, opinó sobre el trabajo que tendrá Red Bull de cara a la próxima carrera: “El chasis completo tuvo una destrucción total o casi total. Creo que a un auto nuevo podrán ponerlo al nivel del anterior, pero siempre algo puede quedar no correcto en su construcción. Alguna de las nuevas piezas pueden tener algunos errores en tolerancias, o haber algún pequeño error en el armado total”, comentó el ingeniero. De manera que la exigencia para la estructura comandada por Horner será extrema, con el fin de entregarle al holandés un auto competitivo desde cero a partir de Hungría.

Max Verstappen, Christian Horner y Helmut Marko, de Red Bull. (Foto: Getty Images/Red Bull Content Pool)

Por el lado presupuestario, declaraciones de Helmut Marko a la cadena alemana RTL estimaron un costo de 750.000 euros para los arreglos del auto #33. «Tal como está, ronda los tres cuartos de millón de euros, aunque la situación del motor aún no está del todo clara. Pero especialmente en tiempos de límites de costos, es una cantidad significativa la que nos perjudica». Dicho en otras palabras, el dinero que podría haber sido destinado a actualizaciones y desarrollos en el chasis del RB16B irán para arreglos.

¿Y qué pasa con Max?

Opiniones dividas, culpas repartidas, pero lo concreto es que Hamilton quedó a ocho puntos de Verstappen en el campeonato. Y con seis temporadas en la Fórmula 1 donde corrió casi sin medir riesgos, llegó a un momento donde muchas veces deberá privilegiar el puntaje antes que arriesgar a que quedarse sin nada como en Silverstone. “Max deberá trabajar su tolerancia y frustración para que el enojo pueda transformarse en acción para las proximas carreras y no pierda el eje de sus objetivos”, opina la psicóloga deportiva Julieta Jacobo, en contacto con Gran Premio.

“Debe fortalecer su cabeza para no caer en las expectativas y miradas sobre su conducta después de lo sucedido, donde los ojos del público estaran puestos en el «ver que sale a hacerle a Lewis», más que en sus objetivos de rendimiento personal. El trabajo en la confianza con el auto reconstruido y su equipo, van a ser claves”, continuó.

Frente a este contexto, también entra la labor de Sergio Pérez. El mexicano viene de una temporada con altibajos, en la que después de su victoria en Bakú y su podio Francia parecía que estaba amalgamado a los éxitos de Red Bull. Sin embargo, en la doble fecha en Austria y en Gran Bretaña se volvió a notar incómodo con el auto y cometió errores de novato con toques a rivales, como Charles Leclerc en Spielberg, o irse afuera solo como en el sprint de Silverstone. Una reacción rápida del mexicano será fundamental para las aspiraciones de su compañero, que ante niveles muy similares, muchas veces una carrera podrá definirse por la estrategia.

Una mejora de Sergio Pérez será clave para una respuesta de Red Bull. (Foto: Getty Images/Red Bull Content Pool)

Frente a todo lo expuesto, la sede de Red Bull puede parecer un hervidero, pero apenas a 30 kilómetros de ahí, la casa de Mercedes en Brackley es pura motivación. Las actualizaciones que Hamilton aguardaba con insistencia funcionaron con el cambio de los bargeboards, y como resultado, el W12 ganó velocidad en recta. El británico volvió a ganar después de cinco fechas y le dio un baño de realidad a Red Bull, que parecía imbatible. «Todavía queda mucho camino por recorrer. Sigamos luchando. Creo en ustedes», fue el mensaje del siete veces campeón a su equipo tras vencer Silverstone

En Hungaroring, resta saber cómo Red Bull reaccionará frente al cachetazo de Gran Bretaña. Si tiene la fortaleza necesaria para devolver el golpe, o si Mercedes pegará dos veces.