¿Cómo los fallos de los comisarios dan más dudas que certezas en la Fórmula 1?

El GP de Qatar tuvo un resultado bastante habitual en lo que se refiere a la temporada 2021 de Fórmula 1. Lewis Hamilton fue primero y Max Verstappen terminó segundo. Los dos ocuparon estas posiciones, sin importar el orden, en 12 de las 20 carreras disputadas en este campeonato, demostrando que son los dos merecidos aspirantes al título. Y esta competencia, una vez más, lo evitó a los comisarios de la FIA ser protagonistas de una escalada de polémicas.

Hamilton salvó a la FIA al haber ganado el GP de Sao Paulo, a pesar de que Verstappen mereció una sanción por haberle barrido la pista a su rival. Ahora le tocó a Max acaparar gran parte de los focos con el segundo puesto en Qatar, ya que tuvo que superar una sanción por infringir las banderas amarillas en los últimos compases de la clasificación. Por este motivo, el líder del Mundial debió largar séptimo.

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El castigo fue justo, no hay discusión al respecto. Max mejoró su propio tiempo mientras Pierre Gasly se arrastraba con un auto roto en la pista, aunque todo el proceso en Losail favorece cualquier queja de Red Bull. ¿Por qué la luz testigo del piloto y el contenido gráfico de la emisión televisiva oscilaban entre los colores verde y amarillo? ¿Cuál fue el motivo de la tardanza en mostrar lo que le pasó a Gasly? ¿Por qué no se mantuvo la amarilla a pesar de tener un claro incidente en pista?

Y el fallo de Verstappen no pareció tan claro para los comisarios, incluso cuando Max y Valtteri Bottas bajaron sus tiempos con bandera amarilla. Se inició una investigación sobre el caso apenas dos horas después de que terminara la clasificación. Los aficionados con acceso a la cámara del holandés ya se habían dado cuenta de la posible infracción. ¿Cómo pudo pasar desapercibido un hecho con una incidencia fundamental en la carrera por el título?

Y el error de las banderas de la dirección de carrera influyó, sin duda, en el último desliz de la FIA en Qatar: la sanción a Verstappen salió a menos de dos horas del inicio de la carrera. El retraso puede justificarse por la dificultad de entender si Max mejoró su propio tiempo bajo bandera amarilla, o no, ya que el propio cuadro de mandos del piloto y las señales de dirección de carrera eran confusas.

La situación era caótica. Incluso Ferrari y Mercedes alinearon mal sus autos, ya que Valtteri Bottas también fue sancionado y el orden de la grilla nunca había sido aclarado por los comisarios.

Desde la séptima posición, Verstappen se recuperó bien. Hizo una gran largada y aprovecho su buen auto para subir rápidamente al segundo lugar. Una posición en la que se mantuvo durante toda la carrera, sin ninguna posibilidad real de atacar a Hamilton, pero era donde debía estar. La FIA, una vez más, logró evitar convertirse en el centro de la discusión de una de las mejores temporadas de los últimos años. En otro momento, Lewis y Max no estarán allí para salvarla.

No es cualquier disputa la que está en juego en la Fórmula 1 2021. Se trata de un título mundial, una historia por escribir. Arriesgarse con posturas tan sueltas y poco claras de los comisarios generan más dudas que certezas entre lo que es posible y lo que no en la F1. El desenlace del GP de Qatar evitó que las confusas actitudes de la FIA quedaran en evidencia y fueran motivo de polémica.