Ricciardo liga fracaso en McLaren a «pensar demasiado» y admite «debilidades expuestas»

Daniel Ricciardo se ha sincerado sobre sus dificultades en McLaren y ha hablado como nunca de su paso por la escudería de Woking. Tras dos malas temporadas en el equipo de Andreas Seidl y Zak Brown, el australiano vio rescindido su contrato -inicialmente válido por tres años- antes de la Fórmula 1 de 2023. Oscar Piastri le sustituirá.

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Ricciardo admitió que los constantes análisis sobre su falta de ritmo acabaron siendo problemáticos. Los frecuentes juicios, tanto internos como externos, alejaron al australiano de su estilo de pilotaje natural, lo que contribuyó a los malos resultados, en opinión del propio piloto.

«Es algo en lo que ciertamente he pensado», comenzó diciendo el australiano al podcast Fast Lane. «Siento que ahora que la temporada ha terminado, poco a poco he ido dejando de lado ese tema. Pero estoy seguro de que lo pensaré con el tiempo, porque es un… No quiero decir misterio, pero las dificultades continuas que tuve allí, al menos para mí, fueron muy poco relacionadas», siguió.

«Todos tenemos malas carreras, pero la cantidad que tuve -y a los niveles que tuve, a veces a 1s del ritmo- me hacen rascarme la cabeza. Justo la temporada pasada, durante el descanso de mitad de año, se me ocurrió que estaba conduciendo de forma demasiado consciente, ya no era natural. Yo estaba un paso atrás. Fue entonces cuando pensé: ‘Creo que estamos intentando hacer demasiado'», añadió.

El australiano recordó el sábado del GP de Bahrein 2021, el primero de la temporada, para ejemplificar su punto de vista. En esa sesión de clasificación, Ricciardo fue sexto, 0s047 por delante de su compañero de equipo Lando Norris, que fue séptimo.

«Una cosa que siempre pienso: en mi primera clasificación con McLaren, fui mejor que Lando. Todavía no conocía el coche. No sé cuántas veces fui mejor que él en la clasificación en esos dos años, pero sé que no fueron muchas. Conseguirlo cuando conducía sólo en base a lo que sentía y a mi instinto, sin conocer el coche… Era mejor así», señaló.

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«Esto no es un pinchazo ni un ataque a nadie ni nada por el estilo. Pero, ¿hemos analizado en exceso nuestros malos fines de semana y hemos caído en una espiral de «tenemos que conducir de esta manera», o «tenemos que configurar el coche de esta manera»? Seguro que en algún momento nos pasamos y perdimos el rumbo», comentó el piloto.

Ricciardo finalmente hizo el mea-culpa: el ya tercer piloto de Red Bull dejó de señalar sólo los niveles de análisis como responsables del fallo en McLaren.

«Si eso no hubiera sucedido, ¿me habría ido muy bien? Sigo creyendo que no. El coche ciertamente expuso algunas de mis debilidades, tengo que aceptarlo. Pero siento que probablemente nos equivocamos al pensar demasiado en las cosas todo el tiempo. Y eso es cierto, especialmente ahora. Los fines de semana de carrera son muy ajetreados; sólo tienes un cierto nivel de energía: mental, física, lo que sea. Si utilizas un poco más de energía mental tratando de analizar demasiado las cosas, cuando llegas al coche estás un poco más cansado», concluyó el australiano.

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