De desgracia a tremenda suerte, redención en Mónaco muestra que Vettel puede más

Si el dicho «mala suerte en el juego, buena suerte en el amor» es realmente cierto, entonces el cuatro veces campeón del mundo Sebastian Vettel debe estar en las nubes con su esposa Hanna Prater. El piloto ha estado lejos de emanar suerte en las pistas desde el inicio de la temporada 2021 de Fórmula 1 y la razón está justificada: además de dejar Ferrari en un momento muy turbulento, el alemán se encontró lejos de la zona de puntuación en cuatro de las cinco etapas de esta temporada, vio a Lance Stroll vencerlo en tres y, como un verdadero giro en la trama, tuvo que lidiar incluso con una suciedad en el ojo en el último circuito de Mónaco. Tomó un tiempo, pero ahora el juego está comenzando a cambiar.

La paz mental y la tranquilidad de Vettel parecen tener un precio muy alto. Después de todo, para aquellos que ya han tenido momentos brillantes en la máxima categoría del automovilismo, el alemán sabe muy bien cómo funcionan las comparaciones, demandas y expectativas. Y es un paquete que ya le ha funcionado muy bien: con esa misma presión, ha levantado cuatro veces consecutivas uno de los trofeos más buscados del deporte, además de ser subcampeón en otras tres oportunidades.

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Aparecen nuevos talentos y revelaciones, los autos mejoran o empeoran, y el tiempo se convierte en una carrera secundaria, que gana a quien corre contra él. La oportunidad que le dio Aston Martin este año es demostrar que todavía tiene mucho que mostrar, algo con una mezcla de talento y suerte, pudo confirmarlo en las calles del Principado el pasado fin de semana.

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Sebastian Vettel, elegido piloto del día por los aficionados, ocupó el quinto lugar en el Gran Premio de Mónaco (Foto: Aston Martin)

A principios de año, el equipo británico no tuvo miedo de gastar y buscar el límite del techo presupuestario para dar mayor competitividad al cuatro veces campeón, para convertirse de verdad en el protagonista que no estaba siendo en Ferrari. Aún así, uno de los mayores estancamientos de Vettel fue la adaptación, donde perdió tiempo y vio a su compañero de equipo, Lance Stroll, tomar la delantera. Tras el GP de España, explicó que, aunque el coche estaba mejor, todavía no tenía ritmo para luchar por un mejor puesto en la clasificación.

«Estoy más cómodo, pero realmente me falta un poco de ritmo para luchar por los puntos», dijo Vettel. «Creo que [en el GP de España], mirando hacia atrás, tal vez aquí y allá podríamos haber hecho algo diferente, pero necesito entenderlo mejor».

Un ritmo que parecía marcar en Mónaco y que le acompañó hasta la Q3, en Montecarlo. Allí, Vettel logró aprovechar al máximo el AMR21 y partir desde la octava posición en la parrilla. Pero el momento realmente ilustre fue la batalla con Sergio Pérez con el objetivo de quedar en cuarta posición, después de que Charles Leclerc ni siquiera arrancara y Valtteri Bottas abandonara la pista por un problema en boxes con el neumático delantero. El adelantamiento no llegó, pero ya se notó que apareció un poco de suerte en el camino del piloto alemán, lo que significa más confianza para Otmar Szafnauer, jefe del equipo Aston Martin.

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«¡Brillante! Se está sintiendo más cómodo con el coche y lo demostró aquí. Si se siente incómodo con el automóvil en Mónaco, entonces no puede hacer lo que hizo. Maximizó nuestros puntos hoy. Pienso que es un avance porque cada vez tiene más confianza, así que espero que siga en este nivel y que podamos tener a ambos coches en la zona de puntuación con más regularidad», comentó.

Ciertamente, Mónaco no fue la carrera más emocionante, pero emocionó a aquellos que todavía esperan ver ganar a Vettel, aunque sea de vez en cuando. La importancia de sumar puntos y crear una buena comunicación con el auto no solo ayuda en el campeonato, sino que también toca lo emocional. Un ejemplo de ello es Jack Miller, en la MotoGP: con un pequeño empujón psicológico por parte de la mujer de Cal Crutchlow, el piloto de Ducati, que estaba en una mala fase, se convirtió en uno de los protagonistas de MotoGP.

El resultado en Montecarlo puede resultar el combustible necesario para que Vettel vuelva a brillar y, además, para saber que puede seguir compitiendo, ya sea con Sergio Pérez o Lance Stroll por delante. Porque de suerte en suerte, o de mala suerte en mala suerte, lo importante es no olvidar de dónde viene y de qué es todavía muy capaz de un éxito en la F1: caminos que el alemán de 33 años, cuatro títulos, 53 victorias, 121 podios y 57 poles, conoce muy bien.