Director de la FIA dice que el límite de gasto »oprime la evolución» en la F1

La Fórmula 1 corrió su tercera temporada consecutiva con las reglas del límite presupuestario en vigor en 2023, y cada equipo tuvo su gasto limitado a 135 millones de dólares a lo largo del año por la FIA. Y aunque se protege la sostenibilidad del deporte impidiendo que unos equipos gasten mucho más que otros, el límite también impide que se realicen grandes cambios de concepto mientras el campeonato está en marcha.

En otras palabras, aunque el equilibrio de la parrilla fue evidente en varios momentos de 2023, con ventajas ajustadas especialmente en clasificación, Red Bull se convirtió en una excepción y se alejó de los demás como fuerza dominante – y las reglas impidieron que marcas como Mercedes y Ferrari ajustaran los rumbos de sus proyectos para intentar alcanzar a los taurinos.

El director de carreras de monoplazas de la FIA, Nikolas Tombazis, reconoció el problema y enumeró algunos de los puntos positivos y negativos del techo de gasto, adoptado por la categoría en 2021. Según él, la normativa aumenta la igualdad de gasto dentro de la parrilla, pero disminuye la posibilidad de una gran evolución conceptual a medida que avanza la temporada.

«El problema con el reglamento financiero es: por un lado, significa que un equipo no puede gastar tres veces más que el otro, lo cual es bueno», dijo Tombazis a Autosport. «Por otro lado, también significa que si estás detrás de alguien, no puedes arriesgarlo todo en una mejora», dijo.

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«En el pasado, algunos equipos empezaban la temporada en una situación realmente mala porque se equivocaban en el diseño o algo así. Pero luego hacían una mejora enorme para Barcelona o Canadá, cambiaban el coche casi por completo y conseguían ganar carreras», explicó.

«Las normas financieras actuales limitan la cantidad de mejoras que se pueden hacer», admitió. «Así que si alguien está muy atrás, la recuperación puede ser larga y dolorosa», subrayó.

En opinión de Tombazis, sin embargo, disputar el campeonato sin el límite presupuestario podría tener graves efectos secundarios en la competitividad del deporte, ya que, dependiendo de cada proyecto, la Fórmula 1 podría tener enormes diferencias entre las fuerzas de la parrilla.

«Hay un pequeño margen entre limitar demasiado las cosas, y este es un deporte tecnológico y tiene que seguir siéndolo. Pero con demasiada libertad, probablemente tendríamos diferencias muy grandes entre los coches. Es una cuestión difícil de resolver», dijo.

«Si preguntas a un ingeniero, oirás que hay demasiadas limitaciones. A mí, como ingeniero, me encantaría ver a todos los coches compitiendo en una batalla tecnológica. Pero tenemos que considerar que estos otros factores también son importantes para el deporte», subrayó.

Por último, el griego descartó que la situación tenga solución. Tombazis resaltó las diferencias del reglamento actual respecto a lo que solía hacer la categoría en el pasado y volvió a insistir en el hecho de que, si se abandonara el techo, se pondría en riesgo la competitividad.

«Comparado con el pasado, cuando había más libertad, hoy tenemos reglas financieras y también limitamos algunas actividades en pista. Si fuera de otro modo, los equipos podrían acumular ventaja en sus proyectos de investigación y desarrollo y abrir una brecha que duraría mucho tiempo, sin posibilidad de ser alcanzados por otros equipos», subraya.

«Así que existe esta fina línea entre la libertad y la realización de un campeonato competitivo, pero con reglas financieras que nos sitúan en una pequeña ventana [de posibilidades]. No sé si hay una respuesta perfecta», concluyó.

Una vez concluida la temporada, la Fórmula 1 no volverá hasta el año que viene, el 2 de marzo, con la inauguración del campeonato en el Gran Premio de Bahréin.