F1 irá a “monitorear” guerra en Ucrania antes de definición sobre GP de Rusia

Tras el inicio de la guerra en Ucrania, la Fórmula 1 afirmó que hará un seguimiento de la situación hasta definir el futuro del GP de Rusia.

La tensión en Europa del Este crece rápidamente debido a la invasión del ejército ruso en territorio de Ucrania. La situación, que puso en alerta a todo el mundo, repercute también en el ámbito deportivo. Por este motivo, la Fórmula 1 emitió un breve comunicado sobre la situación del Gran Premio de Rusia de este año, previsto para septiembre.

La cita rusa de 2022 está programada para el 25 de septiembre, siendo la 17ª del calendario, en Sochi. La ciudad está situada en el sur del país, a poco menos de 1000 km del territorio ucraniano.

En la nota, sin embargo, la categoría no dio muchos detalles. Sólo afirmó que está al tanto de los recientes acontecimientos en la región entre Rusia y Ucrania. En la madrugada de este jueves, las tropas rusas atacaron puntos estratégicos de Ucrania y desencadenaron un conflicto armado entre ambos países.

¡Conoce el canal de Gran Premio en YouTube!
¡Sigue a Gran Premio en Twitter y en Instagram!

Lewis Hamilton conquistó su 100ª victoria tras un epico final en el GP de Rusia de 2021. (Foto: Mercedes)

«La Fórmula 1 está siguiendo de cerca los acontecimientos en curso. En este momento, no tiene ningún comentario sobre la carrera programada para septiembre. Seguiremos monitoreando la situación», informó la nota enviada a los periodistas presentes en el circuito de Barcelona para la pretemporada.

El GP de Rusia está en el calendario de la Fórmula 1 desde 2014, cuando el circuito de Sochi se inauguró dentro de las instalaciones que acogieron los Juegos Olímpicos de Invierno de ese mismo año. En 2022, sin embargo, el circuito se despide de la categoría, ya que a partir de 2023 la carrera se celebrará en el parque Igora de San Petersburgo.

¿Cómo se desencadenó la guerra entre Rusia y Ucrania?

Vladimir Putin, presidente ruso, durante una celebración del podio del GP de Rusia. (Foto: Mercedes)

El lunes, el presidente ruso Vladimir Putin reconoció, mediante un decreto, la independencia de las provincias separatistas de Donetsk y Luhansk. La medida generó sanciones de la Unión Europea y Estados Unidos al gobierno y a las empresas del país, aumentando también el temor a un enfrentamiento en la región.

El jueves, Rusia atacó a Ucrania en un movimiento calificado por Kiev como una «invasión total». A las 5:45 de la madrugada de Moscú, Vladimir Putin, presidente de Rusia, anunció en un comunicado una «operación militar especial» para «proteger a la población del Donbass», una zona de mayoría étnica rusa en el este de Ucrania.

El mando militar ruso afirmó que «las armas de precisión están degradando la infraestructura militar, las bases aéreas y la aviación de las Fuerzas Armadas de Ucrania». Según la cadena británica BBC, hay informes de tropas que cruzan varios puntos de la frontera y explosiones cerca de las principales ciudades del país, no sólo en Donbass, donde los grupos separatistas han sido reconocidos por Rusia.

Vladimir Putin y Dmitry Mazepin, empresario ruso y padre de Nikita, piloto de Haas en F1. (Foto: Gobierno de Rusia)

En la televisión, Putin dijo que Rusia no planea una ocupación de Ucrania, pero amenazó con una respuesta «inmediata» a cualquiera que intente perturbar la operación actual. El gobernante ruso recomendó a los soldados ucranianos que se rindieran y volvieran a casa. «De lo contrario, se culparía a la propia Ucrania del derramamiento de sangre», consideró Putin.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky decretó la ley marcial en todo el país, instituyendo un régimen de guerra y convocando a gran parte de los reservistas de las fuerzas armadas. En las últimas horas, hay numerosas imágenes de ciudadanos ucranianos que intentan huir de la capital, Kiev, en coche o en transporte público. Además, hay colas en los cajeros automáticos y en los supermercados.

Según las autoridades ucranianas, hasta ahora hay al menos siete muertos y 19 desaparecidos. Se trata del conflicto militar más grave de Europa en la que está implicada una potencia nuclear y una de las mayores desde la Segunda Guerra Mundial.