«Prefiero no usar el cerebro y ganar»: Alonso evalúa el peso de la experiencia en la F1 actual
Fernando Alonso consideró que los coches de Fórmula 1 son difíciles de adelantar y permiten conseguir resultados inesperados incluso sin ritmo, pero criticó el exceso de esfuerzo por mantenerse en el pelotón intermedio.
Con 22 temporadas de Fórmula 1 a sus espaldas, Fernando Alonso es el más experimentado de la parrilla y considera que la combinación entre el conocimiento y la lectura de la carrera se convirtió en una de las principales armas para defenderse en disputas directas en una era marcada por coches difíciles de seguir.
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Según el español, la capacidad de utilizar diferentes recursos a lo largo de la pista ha sido decisiva para mantener posiciones incluso cuando falta ritmo puro, una situación que formó parte de la rutina de Aston Martin en 2025.
En la última temporada, el bicampeón siguió siendo la referencia técnica del equipo británico. Terminó décimo en el Mundial de Pilotos y sumó 56 de los 89 puntos que aseguraron el séptimo lugar en el Mundial de Constructores, además de superar a Lance Stroll en la clasificación por 29 a 1, contando los sprints.
En una parrilla cada vez más equilibrada, Alonso admite que los resultados intermedios exigen el máximo esfuerzo del piloto, algo que no considera ideal. La dificultad para abrir ventaja en las carreras obliga a explorar los límites estratégicos y de comportamiento del coche para controlar a los adversarios directos con inteligencia a lo largo de la vuelta.
«Siempre puedes jugar un poco con las herramientas que tienes. Últimamente fue así porque los coches son más difíciles de seguir, así que si te clasificas bien, puedes mantener a los demás detrás, incluso sin ritmo», afirmó.
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«Tampoco es que quiera tener 15 autos justo detrás, me encantaría tener margen para ir a los pits y volver sin nadie detrás. Pero no consigo abrir distancia, así que utilizo mi experiencia en diferentes partes de la pista para evitar que me adelanten», afirmó.
El español también proyectó un escenario similar para 2026, cuando entrarán en escena los nuevos coches de F1, que tendrán cambios profundos en la aerodinámica y en el uso de la unidad de potencia. Se espera que la gestión de la energía cobre aún más relevancia, ampliando el peso de las decisiones tomadas en la cabina.
«El año que viene puede ser similar al uso de la energía, que se puede distribuir aquí y allá para obtener resultados inesperados. Pero no se puede estar orgulloso de un séptimo o sexto lugar usando el 100% del cerebro. Preferiría no usar el cerebro y ganar todas las carreras con 20 segundos de ventaja», concluyó.
La Fórmula 1 se encuentra de vacaciones. Los monoplazas volverán a la acción entre el 26 y el 30 de enero, en los test privados de Barcelona, y luego irán a Bahréin para dos sesiones más de pretemporada, del 11 al 13 y del 18 al 20 de febrero.