Ferrari necesita despertar ya en la lucha por el título de la F1 2022
Ferrari empezó 2022 como el equipo a batir, pero poco a poco está siendo superado por Red Bull. Además de mejorar su coche, el equipo austriaco está más atento fuera de la pista durante las carreras.
El año 2022 ha comenzado de la mejor manera posible para Ferrari. El doblete en el primer GP de la temporada en Bahrein, con Charles Leclerc en primer lugar y Carlos Sainz en segundo, entusiasmó al equipo los «tifosi», hambrientos de un título que no ganan desde 2007. Kimi Raikkonen fue el último ferrarista campeón mundial, hace 15 años, y al año siguiente el equipo se hizo con el Mundial de Constructores por última vez.
Sin embargo, la situación de la Scuderia se fue complicando poco a poco. Primero, la mala racha de Sainz, con dos abandonos consecutivos, en Australia y en Emilia Romaña. Dos carreras después, Leclerc no terminó el GP de España, ya que tuvo un problema mecánico cuando lideraba la carrera. La avería, unida a la victoria de Max Verstappen, desbancó al monegasco del liderato del campeonato.
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Y el peor momento del equipo en el campeonato fue la última carrera, en Mónaco. No exactamente por el resultado, ya que Carlos cruzó la meta segundo y Leclerc cuarto, sino por las circunstancias. Ferrari tenía el coche más rápido, lideró dos de las tres sesiones de entrenamientos, dominó la primera fila de la grilla y dejó escapar la victoria por errores de estrategia y de decisión.
El piloto monegasco lideraba la carrera en casa sin demasiados problemas. Sin embargo, vio cómo se le escapaba un buen resultado en la primera parada en boxes. El equipo lo llamó, desistió de sustituir los neumáticos de lluvia por los intermedios después, pero se lo dijo a Charles cuando ya estaba en el pit lane. Como resultado, el #16 tuvo que hacer otro cambio vueltas más tarde a los neumáticos lisos y fue relegado al cuarto lugar. La guinda del pastel de los errores fue llamar a Leclerc y Sainz juntos y perder tiempo en el doble cambio.
Ferrari, que parecía tan dominante en las primeras carreras, está ahora por detrás de Red Bull, un equipo que en los últimos años ha demostrado eficacia y creatividad a la hora de conseguir el mejor resultado posible. El equipo de la bebida energética es casi siempre el más rápido en el cambio de neumáticos y sabe razonar con agilidad, además de tener a menudo una carta bajo la manga, planes A, B y C para las diferentes situaciones de carrera.
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Los austriacos han ganado experiencia luchando por -y ganando- el título durante los cuatro años de Sebastian Vettel, de 2010 a 2013, y luego con los recientes duelos con Mercedes, que culminaron con el triunfo de Max Verstappen el año pasado. Es un equipo que a menudo intenta innovar. En algunos de ellos, el disparo sale por la culata, pero en varios otros las nuevas ideas funcionan y el equipo recoge los frutos.
Los italianos, por su parte, parecen haber perdido la práctica. Después de 2008, estuvo en la lucha por el Mundial con más posibilidades en 2010 y 2012 con Fernando Alonso, y más como francotirador en 2017 y 2018 con Sebastian Vettel. Hoy en día, Ferrari es pasivo en las peleas en pista. Cuando llega a un fin de semana como favorito, piensa que no le pasará nada malo y que la victoria es cuestión de tiempo. Cuando se siente rezagado, hace poco por intentar la remontada.
Esto se demostró en Mónaco, cuando dejó que los pilotos decidieran si cambiar o no los neumáticos y cuál utilizar, si ir directamente a los slicks o probar los intermedios. Mientras tanto, Red Bull, la segunda fuerza en el principado, estuvo pendiente de los detalles, de la información que tenían dentro y fuera de la pista, para ganar la carrera con Sergio Pérez. Además, puso a Verstappen en tercera posición por delante de Leclerc.
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Las dificultades de Ferrari en cuanto a la preparación, la estrategia y la rapidez de pensamiento pasan también por la debilidad del mando. Mattia Binotto no parece saber cómo manejar un gran equipo y ha perdido fuerza incluso en el paddock. Consciente de que necesita seguir evolucionando la F1-75 y que eso exige dinero, ha liderado una campaña contra el límite de gastos de la Fórmula 1, pero ha fracasado. Hasta ahora ha prevalecido la palabra de equipos como Alpine, Alfa Romeo y Haas, que defienden el límite presupuestario de 140 millones de dólares. Tras décadas de liderazgo de Ferrari en el paddock, hoy el dominio es de Christian Horner, de Red Bull, y sobre todo de Toto Wolff, de Mercedes.
El momento de reaccionar es ahora. No sirve de nada tener el mejor coche, pero perder puntos por tus propios errores y omisiones. Este fin de semana se disputará el GP de Azerbaiyán, con características similares a las de Miami, que resultaron favorables a Red Bull. Sin embargo, Mónaco fue favorable a Ferrari y los austriacos sacaron lo mejor de ellos. La ocasión es entonces propicia para que la Scuderia se resarza y vuelva a mostrar su fuerza en la Fórmula 1.