VideoGP: Ferrari, de la victoria en el GP de Mónaco al declive en la Fórmula 1

Aquella tarde inolvidable para Ferrari y Charles Leclerc en el GP de Mónaco, es meramente un recuerdo tan solo dos meses después, cuando lo único que transmite la Scuderia es desorientación y falta de rendimiento.

Después de un 2023 arrasador por parte de Red Bull, el presente campeonato de Fórmula 1 tuvo un inicio más equilibrado. Max Verstappen era aún el piloto a vencer, pero pronto quedó demostrado que Ferrari era la segunda fuerza a batir. Y sin tanta espera, el Cavallino Rampante logró su primera victoria del calendario ya en la tercera fecha, de la mano de Carlos Sainz y con doblete incluido, en el GP de Australia. 

Después de esta exhibición de Ferrari, y la tranquilidad de que la SF-24 era un auto que había nacido bien, el equipo de Maranello se mantuvo como un habitué del podio en el primer tercio del campeonato, en el que tuvo una asistencia perfecta con excepción del GP de China. Y cumplidas las primeras ocho de las 24 carreras del campeonato, Ferrari se dio el gusto de ganar en Mónaco de la mano de Charles Leclerc, el gran ídolo del Principado de Montecarlo.

Frente a este panorama, la expectativa era de una lucha cada vez más ajustada entre Ferrari y Red Bull, que por su lado, sufría también con su rendimiento en pistas con pianos altos. Para la siguiente ronda, en Canadá, el pronóstico era de un gran favoritismo para la Scuderia, en una pista donde podría verse el poderío de la SF-24 en su mano a mano frente a los austríacos.

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Sin embargo, algo salió mal. Un fin de semana cambiante en Montreal, con momentos de lluvia y de sol, mostraron por primera vez a una Ferrari endeble. Fuera de la Q3 de clasificación con Leclerc y con Sainz, e incluso fuera de los puntos con sus dos autos en la carrera, el circuito de Gilles Villeneuve resultó en un baño de realidad para la escudería de Maranello, que decidió hacer una actualización en el suelo y unos retoques en la carrocería de la SF-24 para el siguiente GP de España.

Y ya para esta instancia, en la que Verstappen lograba su segunda victoria consecutiva, la realidad en Ferrari era diametralmente opuesta. El regreso inesperado de los rebotes del chasis en alta velocidad, por el efecto suelo, y un flojo comportamiento del auto en curvas de alta velocidad, tornaron a la SF-24 en un auto menos confiable y algo indócil. Como saldo en Barcelona, Leclerc solo obtuvo la mejor posición del equipo con un quinto lugar, y por detrás de los ascendentes McLaren y Mercedes. 

En la siguiente fecha de Austria, el inesperado podio de Sainz después del incidente entre Verstappen y Norris maquilló en algo el mal momento de Ferrari, que a continuación decidió “desactualizar” el auto para Silverstone al verse completamente perdido en una pista con curvas veloces y un excesivo rebote en la SF-24.

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Con este panorama, Ferrari se encuentra con el mismo conjunto que utilizó en el GP de Emilia Romaña, a mediados de mayo. Sin embargo, en una categoría con un ritmo tan frenético como la Fórmula 1, transitar dos meses por el camino equivocado resulta en un pesadilla para Ferrari, con cuatro carreras para el olvido. Hoy es la cuarta fuerza de la parrilla, cuando hace dos meses, parecía ser la gran amenaza para Max Verstappen.

Como contraste, ,mientras Mercedes y McLaren luchan de igual a igual frente a Red Bull, el próximo GP de Hungría para Ferrari tiene como meta la recuperación, al ser una pista lenta con algunas reminiscencias a Mónaco, donde la Scuderia tuvo sus últimas alegrías. 

Quizás, el Hungaroring sea la oportunidad de redención para el equipo de Maranello, por más que la Fórmula 1 nunca es amiga de las segundas oportunidades.