FIA confiesa error en Abu Dhabi y da munición para Mercedes ganar título en la justicia

Entre las últimas acciones de la administración de Jean Todt en el comando de la FIA está una que indica, en líneas ampolladas, que el campeonato de 2021 de Fórmula 1 todavía puede arrastrarse por un tiempo más. La entidad soltó un comunicado general en el que, vean ustedes, indicó un segundo comunicado específico sobre el episodio que envuelve el accidente de Nicholas Latifi en el GP de Abu Dhabi. Ese que culminó, al fin y al cabo, en el cambio de campeón de la temporada. El título que estaba en manos de Lewis Hamilton cayó a brazos de Max Verstappen en esa última vuelta de tira y afloja, pero también de toda la seriedad del grupo de Mercedes.

La nota envuelve una serie de determinaciones que son acostumbradas en esta época del año. La de los calendarios, reglamentos y cambios. Tiene, por ejemplo, la especificación de los motores de la Fórmula 1 para 2026 con la ausencia del infame MGU-H. Pero el comunicado abrió con lo que más interesaba. La satisfacción que se esperaba de la entidad, tras la reunión del Consejo Mundial, frente a las decisiones cuestionables de Michael Masi al final de la prueba en el Yas Marina.

Dice en el párrafo inicial: «Tras la presentación de un relato sobre la secuencia de los eventos ocurridos tras el incidente en la vuelta 53 del GP de Abu Dhabi de 2021 en el día 12 de diciembre, y en una busca constante por las mejoras, el presidente de la FIA propone al Consejo que hará un análisis detallado y ejercicio de esclarecer con todas las partes para el futuro. Esa propuesta fue aceptada, y más detalles pueden ser encontrados en un comunicado a parte».

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OK. En el comunicado a parte, dice en otro trozo. «Este asunto se discutirá y se tratará con todos los equipos y pilotos para sacar lecciones de esta situación. Ademas de esclarecer para suministrar a los participantes, medios de comunicación y fans sobre los reglamentos actuales para preservar la naturalidad competitiva de nuestro deporte. Y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad de pilotos y funcionarios. No es solo a la Fórmula 1 que puede beneficiarse de este análisis, sino también, de manera más general, todos los otros campeonatos de la FIA».

Se puede buscar aquí y allí todos los detalles de que los tales comunicados apuntan, pero el prisma general es de que la FIA, al final, admite que hubo errores en la conducción de los hechos. Sobretodo cuando dice que «hay una busca constante para mejoras». También es relevante el trozo que menciona el «análisis detallada y ejercicio de esclarecer con todas las partes». Porque había claros precedentes del mejor camino a tomar en aquella situación: la bandera roja. La bandera roja se accionó, por ejemplo, en el accidente al final de los entrenamientos libres 2 del viernes en el que Kimi Räikkönen había chocado en el mismo lugar que Latifi. Y que no era necesario justamente porque el cronómetro ya estaba cerca del cero. La bandera roja se mostró al final del GP de Azerbaiyán con vueltas restantes semejantes al del GP de Abu Dhabi.

Pero nada es más claro de que la parte que sigue en el comunicado. «Las circunstancias que envuelven el uso del Coche de Seguridad tras el incidente de Nicholas Latifi. Junto a las comunicaciones relacionadas entre el equipo de Dirección de Carrera de la FIA y los equipos de F1 generaron incomprensiones y reacciones significativas de los equipos de F1, pilotos y fans. Un argumento que está manchando la imagen del Campeonato. Además de la debida celebración del primer título de Max Verstappen y del octavo consecutivo de Constructores de Mercedes». De aquí se desdoblan muchas situaciones.

La FIA dice claramente que la imagen del campeonato está manchada y cita que eso proviene de los equipos, pilotos y fans. Y, aunque no se haya citado, tiene allí patrocinadores y accionistas en medio de la jugada que la estadounidense Liberty Media tiene a considerar. Porque la empresa hasta puede alegar que queda de manos atadas con las decisiones de la FIA. Pero es ella quién sufre con la mancha de Masi y tiene que complicarse para dar explicaciones. Tanto que Ross Brawn, que está de la salida de la F1, ya avisó que no permitirá esas conversaciones íntimas que Christian Horner, Toto Wolff y otros jefes descontentos tienen durante las carreras. Porque, al final, influencian cabezas frágiles como la del actual Director de Carrera.

Pero con todo este lenguaje, a fin de cuentas, la FIA confiesa que lo hizo mal en Abu Dhabi. Y Y si allí en Mercedes tuviesen algunos tantos que ya habrían quitado la mano de la historia de protestar el resultado en instancias superiores. El comunicado es una munición y tanto para que la cúpula del equipo alemán acciones sus mejores abogados e intente revertir el resultado. Lo cuál sería un disgusto inmenso para aquellos que quieren que las cosas se resuelvan en la pista y se mantenga Verstappen como campeón.

¿Es horrible que las cosas vayan para la justicia de esa forma? Sí, es pésimo. Mercedes tiene allí sus motivos para buscar eso. ¿Pese a saber que eso pueda manchar su imagen tal como la de la FIA reconocer que hicieron con la propia F1? Tiene, tiene mucha razón. Mientras la FIA quiere reunir todo el mundo y buscar esclarecimientos, las letras ni tan pequeñas de su admisión velada hacen el equipo anglo-alemán trabajar. Tanto que ni en la foto de fin de año de la conquista del título de constructores, literalmente, ni quisieron aparecer.

¿Quién puede dejar la situación de la forma que está? Probablemente solo Hamilton, que no querrá un título entregado de esa forma. ¿Lo que realmente se debe cambiar? Si el tal «análisis detallado» no imputa a Masi la culpa y resulta en su caída, entonces el comunicado es solo el último acto de un Todt que fue, en su gran parte, exactamente eso en su periodo como presidente: un lava manos.