FIA dice que sería «imposible» revisar todos los coches de F1 y defiende el análisis aleatorio

Luego de las exclusiones de Lewis Hamilton y Charles Leclerc del GP de Estados Unidos por la inspección técnica de rutina de la FIA, se suscitó la polémica porque deberían haber sido comprobados los 20 coches, pero han explicado que no tienen tiempo para hacerlo, por lo apretado del calendario.

Las ya famosas planchas de madera, que se desgastaron de manera prematura durante el Gran Premio de los Estados Unidos disputado en el Circuito de las Américas, causaron una gran polémica, no tanto por las exclusiones de Lewis Hamilton y Charles Leclerc, sino porque el chequeo fue aleatorio sobre cuatro autos, y no sobre los otros 16 de la parrilla.

De acuerdo con la Federación Internacional del Automóvil (FIA), no hay tiempo para hacer los chequeos en todos los autos debido a lo comprimido del calendario, en este caso en el medio de un triplete de rondas que recién acabará la semana que viene en el GP de Sao Paulo.

Además, el ente rector del deporte defendió el proceso aleatorio al decir que prefieren mantener a los equipos en regla con la elección al azar de los coches, a pesar de que el trazado de Austin, en Texas, es más ondulado que otros, lo que aumenta demasiado el desgaste del suelo de los monoplazas de la Fórmula 1.

Sobre este desgaste, equipos como Alfa Romeo y Aston Martin llegaron a decir que tuvieron que sacrificar la carga aerodinámica del coche elevando la altura del suelo para no correr riesgos durante la carrera estadounidense.

Lewis Hamilton fue uno de los descalificados del Gran Premio de Estados Unidos (Foto: Mercedes)

Mediante un comunicado, la FIA defendió su accionar: «Esto significa que, desde su perspectiva, cualquier parte del coche puede ser revisada en cualquier momento, y las consecuencias de no cumplir con el reglamento técnico pueden ser graves», señala la organización. «El equipo técnico de Fórmula 1 de la FIA tiene una vasta experiencia, así como datos de numerosas fuentes y sensores que ayudan a tomar decisiones sobre qué aspectos de la conformidad se pueden comprobar», añadió.

«La gran mayoría de las veces, todos los coches se consideran conformes. Sin embargo, como ocurrió en Austin, ocasionalmente se encuentran violaciones de las normas y se comunican a los comisarios, que deciden qué medidas apropiadas se tomarán», añadió la FIA.

Por otro lado, volvieron a dejar en claro que no hay tiempo suficiente para revisar a toda la parrilla: «Al llevar a cabo estas pruebas, se realiza una gran cantidad de trabajo en el limitado tiempo disponible tras el final de un GP y antes de que los coches deban ser devueltos a sus equipos para su desmontaje y transporte a la siguiente carrera. Sin embargo, a pesar de la gran variedad de comprobaciones, es imposible cubrir todos los parámetros de cada coche en el poco tiempo disponible, y esto es especialmente cierto en fines de semana de carreras consecutivos, en los que también hay que tener en cuenta los plazos de entrega».

Y así explicaron por qué la elección azarosa es importante para los chequeos técnicos: «Por eso es tan valioso el proceso de selección aleatoria posterior a la carrera para analizar diversos aspectos del reglamento. Cada equipo es consciente de que la selección es posible y entiende que la posibilidad de que se descubra cualquier incumplimiento es alta».

La FIA añadió que «estas ‘inmersiones profundas’ son invasivas y a menudo requieren el desmontaje de componentes significativos que no se comprueban regularmente debido al tiempo que lleva llevar a cabo un procedimiento de este tipo».

«Este proceso implica la comparación de los componentes físicos con los archivos CAD (diseño asistido por ordenador) que los equipos están obligados a proporcionar a la FIA, así como la comprobación de los datos del equipo que son constantemente supervisados por los ingenieros de software de la FIA«, concluyó.

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La Fórmula 1 regresa este fin de semana, del 27 al 29 de octubre, con el Gran Premio de México.