La FIA revisa su directiva para evitar que los equipos de F1 eludan límite de gasto
Según la revista británica Autosport, la FIA ha emitido una directiva para controlar los gastos que los equipos realizan en referencia a otros programas deportivos. Se trata de impedir la transferencia de propiedad intelectual que podría utilizarse en el desarrollo de coches de F1.
La Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha decidido endurecer aún más las medidas que determinan cómo puede trabajar cada equipo dentro de su límite presupuestario cada temporada de Fórmula 1.
De acuerdo con Autosport, la entidad está tratando de que se cumpla el límite de gastos, evitando así que se aprovechen otros proyectos de los equipos para el desarrollo de tecnología que podría acabar en los monoplazas de F1.
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Hay que recordar que aarios equipos de la actual parrilla tienen divisiones en sus fábricas centradas en otros proyectos, como la División de Tecnología Avanzada de Red Bull. McLaren, a su vez, cuenta con el sector de Tecnologías Aplicadas, mientras que Mercedes tiene la división de Ciencia Aplicada y Aston Martin, la de Tecnologías de Rendimiento.
La cuestión es que los equipos de F1 suelen emplear a personal técnico de alto nivel en estas divisiones para explotar los conocimientos adquiridos en las carreras; el departamento de Red Bull, por ejemplo, está dirigido por Adrian Newey. En principio, la intención es que esos conocimientos se utilicen en otros trabajos que se comercializarán en todo el mundo, pero la sospecha es que algunos manipulan el sistema y utilizan estas divisiones para profundizar en los propios proyectos de la F1 al margen del techo de gasto.
Se trata, por tanto, de un resquicio legal que podría permitir a los escuderos trabajar en el desarrollo de los coches actuales al margen de los 135 millones de dólares disponibles para su uso dentro de la categoría. La FIA revisó entonces una directiva -conocida como TD45- que deja claro que los equipos no pueden hacer uso de esos bienes fuera de sus operaciones en la élite del automovilismo mundial. Cualquier información que se utilice en la F1 tiene que proceder del trabajo en la categoría, no de fuentes ajenas, aunque pertenezcan a la misma empresa.
El TD45 habla precisamente de propiedad intelectual, que debe contabilizarse en los gastos de los equipos, aunque tengan libertad para dirigir esas divisiones de proyectos especiales. El conocimiento de la F1 puede pasar a estos departamentos para ser utilizado con intereses comerciales externos.
Aunque el organismo rector del deporte no se ha pronunciado formalmente sobre el asunto, varios equipos contactados por la publicación británica han asegurado que están dentro de las normas. Una fuente vinculada a la categoría, sin embargo, confirmó a la revista que la aclaración realizada por la FIA ha desencadenado cambios en la forma de realizar estas operaciones en las divisiones de los equipos.
«Eso ha tenido un impacto. Algunos se han visto obligados a actuar porque se han dado cuenta de que lo que hacían ya no estaba permitido. Lo difícil es que lo han estado haciendo desde el 1 de enero, por lo que ha habido un gasto hasta ese momento que ahora hay que resolver y recuperar de alguna manera», dijo la fuente.
El tema, por cierto, no es nuevo, ya lo había ventilado el jefe de Alpine, Otmar Szafnauer. A principios de año, el directivo habló de cómo los grandes equipos han encontrado un resquicio para aprovecharse del techo de gasto y citó precisamente la recolocación de empleados.
«Lo que están haciendo ahora los equipos más grandes es intentar explotar o buscar una mejor comprensión de las lagunas, o hacer algunos cambios organizativos para tener más gente por debajo de ese techo de gasto», dijo entonces Szafnauer.
«Miran y piensan: ‘Sí, me he deshecho de 100 personas, pero ahora quiero volver a contratarlas, porque dentro del tope he encontrado puestos que no representan un salario fijo, o bien hacen funciones de marketing, o lo que sea, o trabajan con el equipo de forma temporal'», continuó. «Todavía no hemos llegado a ese punto. Creo que sí, y esa ventaja ideal del principio se ha disipado«, finalizó Szafnauer.
Este año, la FIA ha investigado con más detalle los gastos de los equipos. Se entiende que el organismo rector ha visitado las fábricas de los equipos en las últimas semanas para realizar un análisis de sus finanzas, lo que sugiere que un cuestionario tiene ahora más de 100 preguntas, mucho más de lo que se utilizaba hace un año.
En 2022, Red Bull recibió una multa de 7 millones de dólares y una reducción del tiempo en el túnel de viento por incumplir el límite presupuestario durante la temporada 2021.