Los porqués de la difícil adaptación de Colapinto con Alpine en la F1 2025
Al cabo de tres carreras con Alpine, Franco Colapinto atraviesa una difícil adaptación en su retorno a la parrilla de la Fórmula 1. Y en este video, analizamos los puntos a mejorar para el piloto argentino.
El retorno de Franco Colapinto a la Fórmula 1 no viene siendo nada fácil. Al cabo de tres carreras con Alpine, el piloto argentino atraviesa una difícil adaptación, y sigue en la búsqueda de encontrar el mejor rendimiento en el monoplaza francés. Por este motivo, se torna un motivo de análisis los porqués de un regreso tan complicado a la parrilla de máxima categoría.
Desde ya, en la Fórmula 1 no se vive de recuerdos. Evocar el debut con Williams en 2024 ya parece lejano, aunque sin dudas, en aquella irrupción para reemplazar a Logan Sargeant también resuena la fenomenal adaptación del piloto argentino. Al cabo de sus primeras cuatro carreras, tuvo un fuerte debut en Monza, sumó puntos en Azerbaiyán y Estados Unidos, y conquistó a los aficionados con una notable largada y ritmo de carrera en Singapur.
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Luego el tiempo pasó, la falta de espacio en Williams lo llevó a Alpine, y la pobre tarea de Jack Doohan al cabo de seis carreras, determinó que Colapinto pasara de reserva a pilotar el A525 a partir del GP de Emilia Romaña. Sin pretemporada, ni prácticas libres, la única experiencia previa del argentino con la escudería había sido con el simulador y con ensayos TPC, es decir, con monoplazas de más de dos años de antigüedad, que tampoco resultan un parámetro real, sino que lo que se busca es sumar kilómetros y exigir el físico del piloto.
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A la hora de ir a písta en Ímola, el arranque no fue fácil, no solo por tener una caja, un motor, y múltiples procedimientos diferentes a Williams. A diferencia del equipo británico, que solía tener en el motor Mercedes su mejor arma, Alpine cuenta con el débil impulsor Renault, de 30 caballos menos. Esto se traduce en un pobre rendimiento en recta para utilizar el DRS, sumado a un pobre desempeño en curvas muy lentas, y con una brevísima ventana de funcionamiento, que hace que el auto se comporte de diferentes maneras con variables como el clima, el asfalto o el neumático.
A pesar de la premisa de no pegarse, Colapinto destruyó el Alpine en la clasificación en Ímola, lo que terminó por complicar su fin de semana de debut, donde terminó 16° en una carrera donde la estrategia y las neutralizaciones no acompañaron. Mónaco, por su parte, una carrera atípica, fue una verdadera cruz para Alpine, que nunca pudo encontrar el ritmo. No obstante, esta vez sí la táctica en boxes fue acertada para que el argentino logre la posición 13°, aunque maquillando una evidente falta de ritmo.
Ya en Barcelona, un circuito muy conocido por el argentino, un problema técnico en la Q1 de clasificación le impidió mostrar lo que hasta ese momento era su mejor tarea, al estar a solo 0s1 de su compañero Pierre Gasly. Esto hizo que largara desde el último lugar en la parrilla, debido a que Yuki Tsunoda, de Red Bull, arrancó desde boxes por cambio de puesta a punto durante el régimen de parque cerrado.

En una Fórmula 1 que obliga a clasificar bien, debido a que la turbulencia generada por los autos genera degradación en los neumáticos y complica las posibilidades de adelantamiento, Colapinto también careció de ritmo en la carrera por la falta de motor y la falta de comprensión para entender el auto en Barcelona.
Solamente al inicio y al final, cuando tuvo neumático blando, el argentino tuvo un mejor ritmo. Y como contraste, exhibió muchos problemas de degradación con la goma media, un déficit que también tuvo su compañero Gasly. El francés sí pudo sacar provecho de una buena clasificación al haber largado octavo, y también con esa misma posición de llegada que le dio cuatro puntos al equipo.
En paralelo, en esa carrera, Lewis Hamilton, terminó en llanto después de otra competencia sin resultados con Ferrari. Y Carlos Sainz, quien llegó para reemplazar al argentino en Williams, también tuvo una carrera en el fondo del pelotón. Un panorama que refleja la dificultad que implica hasta para pilotos campeones y experimentados un cambio de equipo, y que suaviza el complicado momento de Colapinto que ni siquiera contó con una pretemporada.

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Por lo visto hasta el momento, al argentino aún le resta confianza para exprimir al máximo al auto de Alpine sobre todo en la curvas, así como también debe optimizar la administración de los neumáticos, un punto fuerte de su etapa en Williams. Dos claves netamente de adaptación y que no cuestionan el talento que sí tiene el piloto argentino.
Sin embargo, el pilarense sí deberá ser más eficiente en clasificación. Si bien el fuerte de Colapinto es el ritmo de carrera, de poco sirve una buena administración de neumáticos y una buena estrategia si no hay una buena posición de largada. Esta sea quizás una llave para que Colapinto encuentre rendimiento, algo que se vio brevemente en la Q1 de España, pero que si se torna una costumbre, podrá alejar ciertos cuestionamientos.
De cara al futuro, las próximas carreras en Canadá y Austria tendrán muchas de las respuestas al déficit de las primeras competencias. Unas claves que para Franco y para sus ingenieros, por el momento, tienen mucho de acertijos.
La Fórmula 1 continuará su calendario con el GP de Canadá, que se disputará del 13 al 15 de junio en el circuito de Montreal.