Los altos y bajos de Colapinto en su primera experiencia en la Fórmula 1
Franco Colapinto tuvo su primera experiencia en la Fórmula 1 con nueve carreras en Williams. Un paso donde impresionó con su velocidad y talento, pero que también terminó con frustraciones.
Nueve carreras, cinco puntos conquistados, una interesante dosis de talento y unas cuántas frustraciones en la parte final del campeonato resumen la primera experiencia de Franco Colapinto en la Fórmula 1.
Esta historia comenzó de manera imprevista el 27 de agosto de 2024, cuando argentino fue confirmado como reemplazante de Logan Sargeant, un piloto que no había cumplido con las expectativas en la escudería británica por una combinación de falta de velocidad y una gran cantidad de incidentes. De esta manera, un piloto albicelente retornó a la grilla de la máxima después de 23 años.
Relacionadas
Por esa época, Colapinto era uno de los animadores del campeonato de F2, con una victoria en una carrera sprint y dos segundos puestos en competencias principales. Esto le valió correr una FP1 con Williams en el GP Gran Bretaña, con un desempeño que sería decisivo para ser escogido para ser compañero del tailandés Alex Albon casi dos meses después.
La incógnita entonces era grande. Con la temporada por la mitad, no conocía casi ningún circuito, ni tampoco el comportamiento del neumático o a su ingeniero de pista, y el auto de Williams tampoco era el mejor para mostrar sus cualidades. Sin embargo, Colapinto tuvo un debut sin fisuras en el GP de Italia, con un ritmo mucho más promisorio que el que había entregado Sargeant.
Este estreno ocurrió en un momento particular de la temporada. Gracias a una actualización del FW46 en Países Bajos, Williams pasó a ser más competitivo que Aston Martin, Alpine y Sauber durante algunas competencias, lo que posibilitó que el GP de Azerbaiyán sea la panacea para la escudería británica. Albon logró un notable séptimo lugar, mientras que Colapinto tuvo su mejor desempeño del año para finalizar octavo. Así, también llegaron los primeros puntos para un piloto argentino en F1 después de 42 años.
De repente, los ojos de la máxima categoría se empezaron a posar en el argentino, que a pesar de un 11° lugar en Singapur, una largada donde superó a tres autos se convirtió en la maniobra de la carrera. Y esta racha favorable continuó en el GP de Estados Unidos, en su primer fin de semana de carrera sprint, donde tuvo un gran adelantamiento a Fernando Alonso y conquistó el último de sus cinco puntos de la temporada.
Sin embargo, después de Austin, el ascenso vertiginoso de Colapinto se detuvo. Sin opciones claras de puntuar en México, en una pista poco favorable para Williams, en Brasil recibió el cálido apoyo de muchos fans argentinos. Sin embargo, Interlagos recibió de la peor manera a Franco, ante la noticia de la pérdida de su abuelo, y también con una copiosa lluvia. Todo bajo la atenta mirada de Christian Horner, jefe de Red Bull, que empezaba mostrar interés por el piloto argentino. Sin embargo, dos choques consecutivos en clasificación y carrera pusieron por primera vez bajo la lupa la consistencia de argentino, que tenía como meta principal en Williams no tanto una presión de resultados, sino devolver el auto sano a los boxes después de cada carrera.
Con foco en la reivindicación, Colapinto volvió a buscar rapidez y resultados en Las Vegas. Pero un inoportuno accidente en la clasificación, esta vez sin la lluvia como atenuante como en Sao Paulo, no solo complicó su fin de semana, sino también el rendimiento de su auto, que debió rearmarse con las piezas que quedaban en el taller, algunas desactualizadas y menos competitivas que influyeron en el ritmo del #43.
Así, con más pena que gloria, Colapinto compitió en Qatar, donde fue embestido en la largada por una mala maniobra de Nico Hülkenberg, y cerró su participación en Abu Dhabi donde recibió un golpe de Oscar Piastri y debió abandonar por problemas de motor. Un cierre que resulta frustrante por las últimas cuatro carreras, y que demuestra una vez más que en la Fórmula 1, la diferencia entre cúspide y el subsuelo es de solo unas pocas largadas.
Por otro lado, hay que resaltar el complicado momento que atravesó Williams a final de temporada. Sin puntos para Albon en las últimas siete carreras, sumado al crecimiento de Alpine y de Sauber, conspiraron para un cierre digno para la escudería británica. A partir del GP de Las Vegas, Williams se convirtió en el peor equipo de la temporada y con menos puntos sumados, y con una falta alarmante de repuestos sobre todo en el auto de Colapinto, que impidieron que el argentino tuviera un auto acorde para pelear por los puntos.
De cara a 2025, la llegada de Carlos Sainz a Williams, confirmada antes del ascenso de Colapinto, ya cortó de cuajo la posibilidad de continuar en la parrilla con el equipo de Grove el año que viene, y ser destinado a ser piloto reserva. Con sondeos de Red Bull y Alpine para 2025, este rol para el argentino parece ser demasiado poco por lo que mostró en pista cuando contó con un auto acorde a su talento.
Y finalmente, su ausencia en los tests de postemporada, donde Williams prefirió subir como probador a Luke Browning en vez de Colapinto, y los videos del equipo en tono de despedida, parecen abrir la chance de que el argentino pueda encontrar otro destino en la máxima, y que posibiliten que pueda tener su primera temporada completa en la categoría.
Lo que es seguro, es que más allá de cierta inconsistencia lógica por parte de un novato que hace sus primeras armas, Colapinto mostró velocidad y talento. Dos virtudes predominantes en un piloto que llegó para quedarse en la Fórmula 1.