Gama blanda en el templo de la velocidad: previsión de Pirelli para el GP de Italia
Pirelli volverá al circuito de Monza con la misma gama de compuestos que en 2024 luego del reasfaltado que tuvo la pista el año pasado. La proveedora oficial anticipa stints largos y bajo desgaste en el GP de Italia.
La Fórmula 1 regresa este fin de semana para disputar uno de sus eventos más icónicos: el Gran Premio de Italia. El circuito de Monza volverá a albergar la prueba italiana, que estuvo presente en todas las ediciones desde 1950 y sólo cambió de sede en 1980, cuando se disputó en Imola. El trazado atravesó muchos cambios, pero la característica fundamental sigue siendo la misma, la velocidad. Pirelli, optó nuevamente por la gama de compuestos de neumáticos más blanda.
Aunque este año se amplió el abanico de opciones con la introducción del C6, el nuevo caucho más blando se utilizó sólo en circuitos de bajas exigencias, y al igual que en 2024, el C3 volverá a ser el duro, el C4 el medio y el C5 el más blando. La empresa italiana explica que se implementarán los mismos neumáticos que el año pasado, cuando el circuito había sido reasfaltado, y dadas las pocas diferencias en la superficie entre una temporada y la otra, sumado a las características de Monza, la elección de compuestos es la adecuada.
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El trazado cuenta con largas rectas, frenadas fuertes y pocas curvas, lo que además del asfalto nuevo, todo se combina para que sea un circuito de poca exigencia para los neumáticos, por lo que la proveedora anticipa un mayor uso del medio y el duro en la carrera debido a que se buscarán stints más largos por la gran pérdida de tiempo que suponen las paradas en boxes. Aunque el circuito es poco degradante, estas tandas largas con los mismos neumáticos y la probabilidad de alta temperatura acelerarán el desgaste.
El autódromo de Monza cuenta con 11 curvas y 5.793 metros. La vuelta inicia con una gran frenada en la chicana de Rettifilo, le sigue un tramo de aceleración donde es fundamental la tracción y sufren las gomas traseras y se llega a la segunda frenada fuerte en la Variante della Roggia, una segunda chicana cerrada. Luego, están las curvas Lesmo, ambas a la derecha y con un radio amplio y sostenido de velocidad media que lleva a una nueva recta larga hasta la frenada de la Variante Ascari, un enlazado de curvas izquierda-derecha-izquierda donde se vuelven a exigir los neumáticos delanteros en frenada y es uno de los sectores de mayor desgaste lateral. Para el final, otra recta lleva a la Parabólica (que fue rebautizada como Michele Alboreto), la última curva de izquierda de gran velocidad y donde sufre el lateral izquierdo del coche, antes de entrar a la larga recta principal.
En definitiva, el escenario italiano cuenta con muchas rectas y pocas curvas, pero cada una de ellas presenta un desafío para la frenada, la tracción o la fuerza lateral. A pesar de tener dos zonas de DRS y ser recorrido en un 80% con el acelerador a fondo, la efectividad del DRS es baja debido a que todos los monoplazas ruedan con alerones con poca carga en busca de la mayor velocidad punta.