Haas paga el precio de rendirse ante la familia Mazepin y vive un 2021 infernal

El año 2020 resultó ser un punto de inflexión para Haas. La escudería, que ya contaba con el presupuesto más acotado de la Fórmula 1, se encontró con un problema importante por la pandemia Covid-19. Surgieron problemas financieros, lo que llevó a la necesidad de buscar un piloto que trajera mucho dinero. Y así, Nikita Mazepin llegó acompañado de Mick Schumacher para sustituir al dúo compuesto por Romain Grosjean y Kevin Magnussen. Bastó media temporada de 2021 para notar que los estadounidenses se metieron en un problema aún mayor en la categoría reina del automovilismo.

Es que el dúo de pilotos novatos está claramente con dificultades en la F1. Mazepin acapara el protagonismo, pero Schumacher también comete muchos errores. Los dos tuvieron varios incidentes y recibieron críticas públicas del jefe Guenther Steiner. El supuesto poderío financiero de la familia rusa se va en gran medida en reparaciones de autos valuadas en millones de euros. Además, está la consecuencia deportiva, porque es difícil salir del fondo con tantos contratiempos.

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Mick Schumacher y Nikita Mazepin casi chocan en el GP de Azerbaiyán. (Video: Reproducción)

El VF-21 es muy poco competitivo, y no hay mucho que puedan hacer Mazepin y Schumacher aparte de no chocar. Pero los accidentes, unidos a la notoria falta de velocidad, dejan muy claro que Haas se convirtió en el peor equipo de la Fórmula 1. Alfa Romeo fue un rival directo en 2020, pero ya no lo es. Williams iba por detrás, pero ahora está por delante. Grosjean y Magnussen, tan criticados, hacían lo que podían con uno de los autos más limitados.

El argumento de Haas es que a la larga todo esto dará sus frutos. El dinero de la familia Mazepin hará viable el proyecto del auto de 2022, así como el dúo de pilotos será más adecuado. En otras palabras, la esperanza de que sólo se dé un paso atrás antes de dar dos pasos adelante. Pero, ¿hasta dónde es factible? Los equipos circundantes también parecen tener recursos -Williams tiene Dorilton Capital y Alfa Romeo tiene apoyo oficial, aunque sin un aporte desorbitante-, lo que significa que no es sólo cuestión de invertir mucho y tener la garantía de sorprender con la nueva normativa.

Accidente de Mick Schumacher en el GP de Francia. (Video: F1)

Lo que se sabe es que el 2021 de Haas está condenado. El equipo se mantiene con un auto casi idéntico al de 2020, fruto de la decisión de hacer mínimas evoluciones. La única esperanza para que el equipo no acabe último en el Mundial es una carrera loca, con puntos que lleguen desde el cielo. Dicha oportunidad llegó incluso en Hungría, pero no fue aprovechada, con Mick en el puesto 12 y Nikita abandonando. Por otro lado, Williams consiguió 10 puntos y se hizo prácticamente inalcanzable.

Los pilotos también sufren al VF-21, pero no son completamente inocentes. Mazepin, que ya tenía un comportamiento muy cuestionable fuera de la pista, mostró su incapacidad en ella. El ruso cometió muchos errores en los cinco primeros Grandes Premios y, aunque dejó de hacer trompos, siguió perdiendo con Schumacher casi siempre. Sólo en Mónaco e Inglaterra Nikita quedó por delante. En los 11 Grandes Premios disputados hasta ahora, el novato terminó último en ocho presentaciones.

Mick Schumacher sufrió un fuerte accidente en el último entrenamiento del GP de Hungría. (Video: F1)

Sin embargo, eso no significa que la temporada de Schumacher sea esplendorosa. El alemán, que atravesó una lenta adaptación en campeonatos formativos, repitió la dosis en la máxima categoría. Los resultados superiores frente a Mazepin, que no son mucho más que cumplir con su deber, se ven empañados por graves accidentes. En los Grandes Premios de Mónaco, Francia y Hungría, el pupilo destruyó el VF-21. La suerte es que las consecuencias deportivas de eso son mínimas para alguien que empieza y termina en el puesto 19. El problema es la cuestión financiera, en un contexto de techo presupuestario y gasto limitado.

Todavía queda media temporada por delante, al igual que hay esperanza para 2022, pero el escenario es sombrío en Haas. La estructura que tanto deleitó entre 2016 y 2018 se encuentra en un callejón sin salida. El dinero de Dmitry Mazepin es apenas una brisa de aire fresco para un equipo que no tiene rendimiento, ni estructura, ni grandes talentos, ni un buen dúo de pilotos.

El jefe Guenther Steiner lo sabe bien, pero no tiene muchas más opciones que cruzar los dedos y esperar que el dinero sea realmente todo lo que Haas necesita para volver a volar más alto. Son cuestiones que quedan abiertas para 2022, entre otras cosas porque 2021 es un año de certezas: no hay razones para creer en menos sufrimiento en la temporada actual.