Hamilton reabre lucha por el título en dos frentes: puntos y declaraciones

El GP de Gran Bretaña bien podría haber sido el principio del fin para Mercedes en 2021. Red Bull parecía ser el favorito para conseguir una sexta victoria consecutiva en la Fórmula 1 en Silverstone, pero independientemente de las opiniones sobre el incidente, Max Verstappen terminó en una barrera de contención y Lewis Hamilton subió a lo más alto del podio. Así, el combate por el título volvió a ser real, y trajo consigo un nivel de dramatismo sin precedentes.

Todo esto es consecuencia de los acontecimientos que se desarrollaron en Silverstone. Si ambos hubieran abandonado, la polémica no sería tanta porque nadie se habría impuesto. Si Verstappen hubiera seguido en carrera, aunque fuera segundo, Red Bull no tendría motivos para rasgarse las vestiduras. Sólo el resultado de una victoria total de Hamilton, recuperando 25 puntos de terreno de un solo golpe, fue capaz de provocar el clamor que hemos visto en las últimas 48 horas.

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Las repercusiones posteriores a la carrera hablan por sí solas. Helmut Marko, Christian Horner y Jos Verstappen salieron en masa a pedir la cabeza de Hamilton, acusado de una conducción demasiado peligrosa. La frutilla de la torta fue la creencia de que la celebración con los aficionados británicos en Silverstone fue una falta de respeto a un piloto que todavía está siendo examinado en el hospital. Las declaraciones de los altos mandos intentan mostrar un equipo fuerte y decidido, lo que no es necesariamente falso, pero chocan con la sensación de que Red Bull acusó el golpe.

El momento del toque entre Max Verstappen y Lewis Hamilton. (Video: Reproducción)

Estas rispideces entre Red Bull y Mercedes existen desde siempre, incluso desde la época en la que Christian Horner y Max Verstappen no tenían un conjunto para luchar por el título. Ni siquiera en el inicio de 2021, los reveses en Bahrein y Barcelona hicieron perder los nervios a los austríacos. Eso sólo cambió en Silverstone, cuando todo salió mal. Aunque Max y Sergio Pérez hagan el doblete en una actuación perfecta en el GP de Hungría, este es un camino sin retorno. Entonces será el turno de Toto Wolff y sus compinches de sopesar sus declaraciones. Incluso con tanta profesionalidad en la categoría reina del automovilismo, agitar la bandera blanca ya no es una opción para ninguno de los dos bandos. Es una mezcla de orgullo y esperanza que por el momento es inquebrantable.

La lucha fuera de la pista es un reflejo de lo que se ve en las calculadoras. Con una ventaja de 33 puntos, Verstappen era inamovible. La ausencia ya cubría incluso una posible ausencia en caso de Covid-19. Con sólo 8, la historia es muy diferente: una simple victoria de Hamilton, unida a la vuelta rápida, garantizaría al menos un empate técnico en el Campeonato del Mundo de Pilotos de cara a las vacaciones del verano europeo.

Lewis Hamilton ganó el polémico GP de Gran Bretaña, tras cinco victorias consecutivas de Red Bull. (Foto: Mercedes)

Es redundante escribir que cada punto es importante, pero, bueno, es cierto. La F1 no ha tenido una lucha tan reñida desde 2012. En ese momento, a Fernando Alonso le faltó poco para ser campeón. Le faltaron cuatro puntos, que hubieran llegado si derrotaba a Pastor Maldonado en Barcelona. Nueve años después, Verstappen se encuentra con una sombra similar: perder el título ante Hamilton supondría acusaciones de que podría haberse llevado el título incluso con un segundo puesto en Inglaterra.

Las matemáticas no mienten y dejan claro que Hamilton sigue siendo el que tiene que correr detrás de Verstappen, el piloto a batir. Además de la mayor puntuación, el holandés también tiene un auto que parece ser competitivo en cada pista. Por otro lado, hay que pensar en el aspecto psicológico y entender que esta posición de superioridad es una carga que hay que llevar. Y que Max nunca llevó, por cierto. En otras palabras, la ventaja de Red Bull en el campeonato vuelve a ser frágil y puede ser fácilmente superada en caso de otro mal día.

La temporada de F1 se acerca a su segunda mitad. Los que temían una lucha por el título cada vez más marchita se vieron sorprendidos por un GP de Gran Bretaña que lo cambió todo y abrió varios combates. Uno puede divertirse con lo que ocurre dentro y fuera de la pista. Y, además, con una alegría extra: saber que ninguna terminará tan pronto.