Hamilton ve coche «difícil como siempre» y destaca un aspecto positivo en Qatar
La eliminación en la SQ1 de Qatar profundiza la crisis entre Lewis Hamilton y Ferrari en un año marcado por la frustración, una sequía histórica de podios y fricciones tras las críticas internas.
Lewis Hamilton volvió a enfrentarse a serias dificultades con Ferrari en Qatar. El siete veces campeón fue eliminado en la SQ1 el viernes, con el 18° mejor tiempo, y abandonó el coche visiblemente desmotivado tras otra sesión que puso de manifiesto el momento crítico de su relación con la SF-25. Más tarde, en declaraciones a los periodistas, los sorprendió al revelar el único punto positivo posible de Lusail.
El británico finalizó a 0s270 de avanzar a la SQ2. Cuando la página web oficial de la Fórmula 1 le preguntó si el coche era difícil de pilotar, respondió: «Igual que siempre». Luego, al ser preguntado sobre si había algo positivo que llevarse al sábado, reaccionó con una sinceridad desconcertante: «El clima es bueno».
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La caída en la SQ1, que también eliminó a Lance Stroll, Liam Lawson, Pierre Gasly y Franco Colapinto de la clasificación sprint, prolonga lo que ya es el año más difícil de la carrera de Hamilton. El británico llegó a Maranello para cumplir el sueño de la mayoría de los pilotos, pero está viviendo una temporada marcada por resultados frustrantes. Ya ha completado 22 carreras con Ferrari sin subir al podio, convirtiéndose en el piloto con la racha más larga sin terminar entre los tres primeros en la historia del equipo.
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Esta fase también se refleja en la comparación interna. Considerando las 30 sesiones de clasificación del calendario, incluyendo las sprints, Lewis se sitúa 21 a 7 por detrás de Charles Leclerc. El promedio de las diferencias sitúa al piloto monegasco con 0s253 de ventaja. Los números muestran que el británico no solo sufre las limitaciones de la SF-25, sino que también ha estado por debajo de su compañero de equipo durante todo el año, incapaz de seguir el ritmo de Leclerc en situaciones de vuelta rápida.
El clima interno se complicó aún más tras el GP de São Paulo, cuando el presidente John Elkann declaró que los pilotos deberían «hablar menos y conducir más». La declaración fue mal recibida, lo que provocó críticas públicas de expilotos y aumentó la tensión dentro de Ferrari. Hamilton y Leclerc respondieron a través de redes sociales, abogando por la unidad y la resiliencia durante el momento más delicado del año.
La eliminación en Lusail es un capítulo más en esta etapa turbulenta. Hamilton ya había tenido un fin de semana complicado en Las Vegas, donde largó último y terminó octavo tras reportar falta de ritmo y problemas crónicos con el coche. En ese evento, expresó su profunda frustración e incluso admitió que no tiene ganas de que llegue 2026.
La Fórmula 1 disputa este fin de semana el Gran Premio de Qatar, la penúltima carrera de la temporada 2025.