Hamilton y otro gran rival en la disputa por su octavo título en la Fórmula 1: La presión

Con quince fechas disputadas hasta el momento, y una diferencia de apenas dos puntos entre Lewis Hamilton y Max Verstappen (246,5 a 244,5), el equilibrio entre los dos pilotos dominadores de la Fórmula 1 hacen pensar que la definición será milimétrica, y donde tomarán protagonismo los pequeños detalles. Este contexto es decididamente extraño para el británico, que desde que perdiera el campeonato 2016 frente a su compañero Nico Rosberg, dominó a voluntad los años siguientes de la categoría.

Desde 2017 hasta 2020, Hamilton le dio cuatro títulos a Mercedes. Ganó 42 de 78 carreras (53%), y sobre todo dominó la temporada pasada, con 11 victorias en 16 participaciones que significaron 68% de competencias ganadas. Sin embargo, las estadísticas este año no son tan condescendientes con el heptacampeón. Luego de un inicio adelantador, con tres triunfos en las primeras cuatro pruebas, solo pudo ganar en Gran Bretaña y en Rusia. Así, acumula un 33% de efectividad, menos de la mitad con respecto al año anterior, más allá de que en Sochi logró coronar su 100° victoria en la categoría.

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Y más allá de haber tenido estas últimas dos victorias en competencias en las que Verstappen no tuvo todas consigo -en Silverstone abandonó tras un incidente contra el propio británico, y en Rusia, largó último por un cambio de motor-, Hamilton viene acumulando una cierta cantidad de errores inusuales. Un factor que podrían complicar sus chances de obtener un octavo título.

Allá por mayo, cuando las primeras alarmas en Mercedes sonaron tras un pálido GP de Mónaco, Ross Brawn, director deportivo de la Fórmula 1, apuntaba a una carencia por parte del heptacampeón en lidiar con frustraciones por su acostumbramiento a los repetidos éxitos. «Hamilton es un competidor feroz, así que es de esperar que se frustre cuando las cosas no salen como él quiere. Rara vez tiene que pasar por ello, así que está un poco falto de práctica para lidiar con estas cosas», manifestó el ingeniero.

Y en la carrera siguiente, en el GP de Azerbaiyán, llegó un error no forzado por parte del británico. En una relargada en una primera fila tras un despiste y abandono de Verstappen, Hamilton parecía imponerse ante Sergio Pérez para llevarse la carrera, pero un mal movimiento lo hizo apretar un botón equivocado para calentar los frenos, que lo hizo seguir derecho en una curva y terminar fuera de los puntos por primera vez en 54 carreras, desde el GP de Austria de 2018.

Posteriormente, otra carrera donde Hamilton perdió la posibilidad de sumar buenos puntos fue en el alocado GP de Hungría. Luego de lo que al principio parecía una victoria fácil, y de tener que remontar desde el fondo por una equivocada elección de neumáticos por parte del equipo, el británico se encaminaba hacia la victoria. Sin embargo, todo se diluyó cuando se topó en su camino con Fernando Alonso. Con un auto inferior pero con mucha experiencia a cuestas, el español logró mantener a raya durante varios giros al británico, quien logró alcanzar el podio, pero sin contar con las vueltas suficientes para cazar al ganador Esteban Ocon. Entrevistado luego de la carrera, Alonso declaró que Hamilton era hasta 2,5s más rápido, pero que cometía sucesivos errores para efectuar una superación.

El W12 como factor

La Fórmula 1 contará en 2022 con autos completamente distintos a los actuales. Y frente a este cambio reglamentario, Mercedes se replegó y anunció que el W12 dejó de recibir evoluciones desde el victorioso GP de Gran Bretaña. De esta forma, se volvió una gran oportunidad para la escudería lograr buenos resultados en circuitos con rectas largas. En el horizonte, Mercedes podría hacer diferencia con su motor en trazados como los de Monza y Sochi.

Sin embargo, en estas pistas claves donde Hamilton debía brillar, fue donde más sufrió. En la primera, tuvo una fallida largada desde primera fila en el sprint, en la que retrocedió al quinto lugar por “haberse dormido”, según Toto Wolff. Y en Rusia, más allá de su indiscutible victoria del domingo pasado, erró en el primer entrenamiento al atropellar a un mecánico, luego en la clasificación al romper su alerón delantero cuando entraba a boxes, y sufrió un despiste en su último intento en la Q3.

Indagada por Grande Prêmio sobre este presente de Lewis, la psicóloga deportiva Julieta Jacobo opinó: “Hamilton es un piloto temperamental. Y en un escenario con margen de cero error contra Verstappen, comete ciertos errores propios de no querer cederle el puesto a un rival competitivo. Desde lo psicológico, no creo que esté teniendo errores por falta de cabeza sino por la misma presión normal. Son situaciones de carrera donde una milésima define una posición y ninguno va a ceder”.

Una de las claves para enfrentar esto por parte del británico, es lanzarle la presión a Verstappen, sobre todo después de la maniobra que dejó a ambos afuera en el GP de Italia: «Sé lo que es tener tu primera batalla por tu primero título. Hay ansiedad. Y también, pasas por muchas experiencias y emociones distintas durante este período”. Asímismo, en Rusia trató de desdramatizar sus equivocaciones luego de la clasificación. «Sinceramente, esto no tuvo nada que ver con la presión. Los errores ocurren. El problema cuando tienes el éxito que yo tengo, es que cualquier cosa que no sea la perfección, está mal», manifestó el británico.

Aún con errores no forzados a cuestas, Hamilton lidera la Fórmula 1 por apenas dos puntos. El equilibrio, por el momento, está a su favor. Pero no es ninguna garantía en un campeonato 2021 que seguramente se definirá por pequeños detalles.