‘Cláusula Marko’ dura un año y puede abrir puerta para Verstappen en Mercedes en 2026

La cláusula de salida que condiciona la permanencia de Max Verstappen en Red Bull ante una hipotética salida de Helmut Marko tiene una vigencia de un año. Esto significa que si el asesor deportivo decide abandonar Milton Keynes al final de esta temporada, el tricampeón puede cambiar a los austíacos por otro equipo, como Mercedes.

La información procede del diario alemán Bild. La cláusula que libera a Verstappen de su actual contrato, vigente hasta finales de 2028, salió a la luz a raíz de la investigación que fue objeto el jefe de la escudería, Christian Horner, y la lucha de poder surgida en la escudería austríaca. En su momento, el portal holandés RacingNews365.com informó de la existencia de una opción de rescisión de contrato para Max en el caso que Marko decida abandonar Red Bull.

La noticia de la posible marcha de Helmut dejó claro que había dos bandos dentro del equipo, con Horner oponiéndose al asesor. La mayoría de las acciones de Red Bull (51%) están en manos del empresario tailandés Charlem Yoovidhya, mientras que el resto (49%) pertenecía al fallecido Dietrich Mateschitz, amigo íntimo de Marko. El acuerdo, sin embargo, ponía la toma de decisiones en manos de la parte austríaca. Con la muerte de Mateschitz, Yoovidhya tiene ahora más poder sobre las resoluciones.

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Con este panorama, Verstappen también reconoció que la marcha de Marko de Red Bull sería la principal razón para irse del equipo. El directivo austríaco fue quien propició el debut de Max en la Fórmula 1 a los 17 años con el equipo Toro Rosso. Y por este motivo, el neerlandés declaró su lealtad al asesor.

Otra clave que tornó más tensa la situación en Red Bull la dio a conocer la revista británica Autosport: según fuentes internas de la escudería, la «cláusula Marko» no formaba parte del documento original firmado por Verstappen en 2022 y fue puesta sin el conocimiento de Horner.

Este ambiente caldeado tuvo una primera consecuencia, que fue la repentina marcha de Adrian Newey, el diseñador responsable del actual éxito de los Bull en la pista. Este ingeniero, considerado el ‘Mago de la Aerodinámica’, dejará Milton Keynes en el primer trimestre de 2025 después de casi 20 años.

Pero Newey podría ser sólo la primera ficha del dominó. El director deportivo Jonathan Wheatley también está estudiando las opciones del mercado. Paul Monaghan, el ingeniero jefe, también es otro que aún debe renovar su contrato para continuar en el equipo de las bebidas energizantes.

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Y luego está Verstappen, el piloto que el jefe de Mercedes, Toto Wolff, ha decidido perseguir en medio del caos interno en Red Bull. El directivo ha dicho más de una vez que está esperando la decisión de Max antes de decidir quién sustituirá a Lewis Hamilton en 2025. Auto Motor und Sport informó esta semana de que Wolff está dispuesto a esperar a Verstappen hasta octubre, y todo dependerá del movimiento de Marko.

Si el asesor austríaco decide abandonar su actual equipo a finales de este año, por ejemplo, la cláusula de salida de Verstappen entraría en vigor. Esto significa que el neerlandés tendría 12 meses para activarla, lo que podría llevarlo directamente a Brackley en 2026, cuando la F1 tendrá un nuevo reglamento, tanto de chasis como de motor.

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