Herta pide más valor a Indy en superlicencia, pero afirma: «No quiero ser excepción»

El sueño de Colton Herta de entrar en el universo de la Fórmula 1, al menos como piloto de AlphaTauri, ha terminado. El piloto estadounidense -que vio a Red Bull renunciar a perseguir sus servicios gracias a una «burocracia incomprensible» por parte de la Federación Internacional de Automovilismo- mostró un discurso comprensivo en medio de la frustración, además de proponer una reflexión sobre la importancia de la Indy en la estructura de puntos de la superlicencia de la entidad.

Según los rumores, Herta fue la primera opción de AlphaTauri para reemplazar a Gasly en 2023. Pero el equipo de Faenza solo liberaría al francés para firmar con Alpine si Colton obtuviera la súperlicencia. La Federación Internacional de Automovilismo no tiene intención de conceder una excepción al americano. Y cuenta con el apoyo de la mayoría de equipos de la parrilla y de la propia F1, que dijeron que la autorización afectaría la credibilidad del ente que rige el deporte.

“Puedo entender la posición de la FIA. Siento que la IndyCar está subrepresentada en la estructura de puntos de la súperlicencia. Pero desde su punto de vista (FIA), con el sistema actual, lo entiendo. Y no quiero entrar (en la F1) como una excepción», dijo Herta a Autosport.

Cuando se le preguntó si incluso consideró competir en la Fórmula Regional Asiática para la próxima temporada, con el fin de acumular puntos para la súperlicencia, Herta no negó que sí, pensó en la idea, pero pronto rechazó tal hipótesis.

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“Creo que sería posible hacer algo así, pero siento que no debería correr en la base después de haber sido piloto profesional durante cuatro años. Así que no consideré (la idea) completamente. Zak Brown (CEO del Grupo McLaren) dijo que estaría interesado en que yo participara en algunos entrenamientos libres, pero que no querría ponerme en un coche de McLaren si firmaba con AlphaTauri; eso sería ir en contra de tu propio equipo”, reveló Herta, hablando de otra posibilidad para acumular puntos.

“Aprecio todo el esfuerzo que Zak ha puesto por mí, ha sido genial. Ha habido mucha cosa en la prensa, pero ha sido transparente conmigo a lo largo de este proceso y ha sido genial trabajar con él», completó.

Con 32 de los 40 puntos necesarios para conseguir la ansiada superlicencia, Herta necesita una ‘pequeña ayuda’ de su equipo en Indy, Andretti. Pero el equipo no ha ganado el campeonato en 10 temporadas, y el piloto de 22 años solo fue décimo en 2022.

Aún así, el californiano puso esperanzas en su equipo y reiteró: a largo plazo, el objetivo de llegar a la Fórmula 1 aún no ha muerto del todo.

“Hay algunas cosas en las que debemos mejorar, cosas en las que necesito mejorar. No creo que sea un piloto completo con calibre de campeón o, al menos, no lo fui este año. Pero eso es algo en lo que podemos trabajar en la pretemporada, y confío en que tengo la velocidad para hacerlo, y que Andretti puede producir un coche que me permita hacer eso”, afirmó.

Creo que Michael (Andretti) está preparado para meterme en la F1, hay longevidad en la propuesta», confesó el piloto, refiriéndose al plan de la escudería -que todavía quiere sumarse a la principal categoría del automovilismo mundial- de ponerlo en el volante. “Lo entendería si, cuando cumpla 26 años, ya no quisiera ponerme en un coche de Fórmula 1. Pero creo que hay una premisa en todo esto que involucra a Nyck de Vries, ¿verdad? Tiene 27 años, cumplirá 28 al comienzo de la próxima temporada, y parece que lo que hizo en Monza ha provocado algunas conversaciones para conseguir un lugar. Te muestra: si tienes la oportunidad, necesitas maximizarla. Y eso fue lo que hizo, así que felicidades para él”, dijo Herta.

“En los próximos años, puede haber oportunidades para que Andretti compre un equipo. Alguien podría estar buscando venderlo. Si aparece otro fabricante de motores y el propietario de un equipo quiere vender, el aspecto puede ser diferente, completamente diferente. Pero en cuanto a mi futuro, al final del día, la decisión depende de la FIA. Escuchan mucho a los equipos, pero no son ellos los que deciden la superlicencia. No quieren cabrear a todos los jefes y fabricantes solo para aceptar a una persona. Es un gran rompecabezas, con varias piezas moviéndose”, concluyó el estadounidense.