Del viejo Interlagos a la gran hazaña de Verstappen: la historia de la F1 en Brasil

Desde la década del ´70, Brasil se convirtió en una parada obligatoria para la Fórmula 1, y este fin de semana será sede de un nuevo round en la lucha por el título.de 2025.

Un clima impredecible, muchas ondulaciones y curvas clásicas. Con esta impronta, el Gran Premio de Sao Paulo -y con su antigua denominación de GP de Brasil– fue durante décadas uno de los escenarios más icónicas del calendario de la Fórmula 1. Y de cara a este fin de semana, el circuito de Interlagos también albergará una fecha clave en la lucha por el campeonato 2025, que se dirime entre la dupla de McLaren y con Max Verstappen como tercero en discordia.

Luego de su desembarco en Argentina en 1953, como primer destino de la Fórmula 1 en América Latina, la Máxima puso un pie en Brasil recién en la década del ’70, a raíz del incipiente éxito de Emerson Fittipaldi, que había alcanzado una victoria en su temporada debut en 1970 con Lotus. Esto motivó que el circuito de Interlagos, que contaba en ese entonces con ocho kilómetros y se encontraba activo desde los años ’40, fuera el elegido para una primera carrera no puntuable en 1972, que tuvo victoria del argentino Carlos Reutemann con Brabham.

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Establecido en el calendario, este GP comenzó entregando alegrías al público local: dos victorias de Fittipaldi en 1973 y 1974 (con Lotus y McLaren respectivamente), seguido por la coronación de José Carlos Pace en 1975 con Brabham, que sería a la postre el único triunfo del paulista en la máxima categoría hasta su muerte en 1977. Tras su fallecimiento, en 1985 circuito de Interlagos fue bautizado con su nombre, y en 2024, los restos de Pace fueron trasladados al autódromo tras la construcción de su memorial.

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Carlos Reutemann y su victoria en el GP de Brasil de 1981. (Foto: Reproducción)

Ya a fines de la década del ’70, las condiciones irregulares del asfalto de Interlagos generaron cuestionamientos entre los pilotos. De esta manera, la categoría comenzó a ver con interés la posibilidad de cambiar la sede de la carrera a Río de Janeiro, al hoy extinto circuito de Jacarepaguá. Con una nueva victoria de Reutemann, en ese entonces e Ferrari, la Fórmula 1 tuvo su primera competencia en tierras cariocas en 1978, con un breve regreso a Interlagos en 1979 y 1980.

El surgimiento de Nelson Piquet, oriundo de Río, terminó por justificar la permanencia de Jacarepaguá durante la década del ’80, una vez que el paulista Fittipaldi también se retiró. En 1981, bajo una intensa lluvia, Reutemann ganó con Williams y luego de desobedecer la orden de equipo que exigía una victoria de Alan Jones. Esta actitud causó una gran tensión interna y generó que el argentino careciera del apoyo por parte de la escudería británica en su afán de lograr el campeonato, que terminó perdiendo justamente frente a Piquet solo por un punto.

Para 1982, Reutemann decidió retirarse después del GP de Brasil, desmotivado por no haber podido ganar el campeonato. Y en esta instancia, quien surgió como piloto a batir fue Alain Prost, con cinco victorias en Jacarepaguá en 1982, 1984, 1985, 1987 y 1988, la primera con Renault y las últimas cuatro con McLaren. Finalmente, en 1989, Nigel Mansel fue el último piloto en ganar en Río con Ferrari.

Con el paulista Ayrton Senna como campeón, y con Piquet quemando sus últimos cartuchos, la Fórmula 1 retornó a un reformado Interlagos, donde el entonces piloto de McLaren tuvo el rol de asesor para hacer una pista más corta con algunos sectores desafiantes como la hoy tradicional S de Senna. Allí, con McLaren, el paulista ganó el GP de Brasil en 1991 y 1993, y abandonó después de hacer la pole con Williams en 1994, semanas antes de su fallecimiento en el circuito de Imola.

Posteriormente, Interlagos también fue un circuito favorable para Michael Schumacher, que venció en dos oportunidades con Benetton y en otras dos ocasiones con Ferrari. A mediados de los 2000, la ubicación en el calendario del GP de Brasil pasó de los primeros meses del año a ser uno de las de carreras definitorias por el campeonato. Y en este sentido, sin dudas, una de las definiciones más dramáticas fue la del 2008, donde el local Felipe Massa fue campeón durante algunos segundos con Ferrari, hasta que Lewis Hamilton pudo superar a Timo Glock en los últimos metros y alcanzar el título en los últimos metros con su McLaren.

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Más adelante en el tiempo, otra disputa por el campeonato que quedó en el recuerdo fue la de 2012, cuando Sebastian Vettel obtuvo su tercer título con Red Bull después de haber quedado en los últimos puestos al inicio por un trompo en la largada, pero que pudo remontar hasta quitarle la corona Fernando Alonso, que por aquellos años estaba en Ferrari.

Una vez que llegó la era híbrida a la Fórmula 1 en 2014, Mercedes ganó cuatro de las siguientes cinco competencias, en una seguidilla en la Max Verstappen también brillaba bajo la lluvia con un menos competitivo Red Bull. El neerlandés estuvo cerca de la victoria en 2018 hasta que chocó con un rezagado Esteban Ocon, pero pudo tomarse revancha en 2019 al lograr su primer triunfo en este circuito.

A continuación, llegó un punto de inflexión para esta competencia, al cancelarse en 2020 por la pandemia de Covid-19 y pasar a llamarse GP de Sao Paulo. Bajo su nueva denominación a partir de 2021, Hamilton tuvo una victoria arrasadora con Mercedes cuando luchaba el campeonato con Verstappen, que finalmente terminó en manos del neerlandés. Y para el año siguiente, George Russell alcanzó su primera victoria en la Fórmula 1 en un año con dificultades para las Flechas de Plata bajo el nuevo reglamento.

Max Verstappen ganó las dos últimas competencias en Sao Paulo. (Foto: Red Bull)

Ya como últimos antecedentes, Verstappen dominó -como todo ese año- en la carrera de 2023, y para 2024, logró una de sus victorias más memorables después de haber largado 17° y superar varios autos bajo la lluvia. Esta competencia también terminó por asegurarle prácticamente el cuarto título al neerlandés, y que Lando Norris deba conformarse con el subcampeonato.

Ahora, de cara a una nueva carrera en 2025, Verstappen y Norris otra vez están enfrentados, aunque esta vez el británico cuenta con ventaja. Sin embargo, la lluvia y la muñeca otra vez pueden ser claves para otra fantástica definición de campeonato en la Fórmula 1.