De la hazaña de Brabham al surgimiento de COTA: la historia del GP de Estados Unidos

Con múltiples trazados y cambios de sedes a lo largo de las décadas, el GP de Estados Unidos terminó por asentarse en COTA, donde también la Fórmula 1 supo conquistar al público norteamericano.

Como pocas fechas en el calendario, el Gran Premio de Estados Unidos es una de las sedes con la historia más cambiante a través de los años. Desde su debut en 1959, pasó por diversos circuitos en diferentes épocas acompañando la evolución de la categoría. Sin embargo, sólo logró conquistar al público norteamericano en la última década.

Si bien el desembarco de la categoría en Estados Unidos se dio con las 500 Millas de Indianápolis, que formaron parte del calendario del certamen entre 1950 y 1960, el primer GP de Estados Unidos como tal se llevó a cabo en la última fecha de 1959. El lugar elegido fue Sebring, un autódromo que tuvo un fugaz paso en la F1, pero que es un símbolo para la competencias de resistencia. En aquella primera cita, Jack Brabham se consagró campeón mundial tras empujar su Cooper sin combustible hasta la bandera a cuadros, en una carrera en la que venció Bruce McLaren y donde el australiano logró el título al finalizar en cuarta posición.

Jack Brabham ganó el título de 1959 empujando su Cooper en Sebring, en el primer GP de Estados Unidos. (Foto: Reproducción)

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Después de aquella primera edición en Florida, la Fórmula 1 cruzó el país hacia el oeste para celebrar la siguiente edición en California, en el desaparecido circuito de Riverside, donde ganó Stirling Moss, con Lotus. A partir de ahí, Watkins Glen se erigió como la casa del GP de Estados Unidos desde 1961 a 1980. En este circuito hubo dos victorias de Carlos Reutemann (en 1974 con Brabham y en 1978 con Ferrari) y también perdió la vida François Cevert en 1973, entonces piloto de Tyrrell.

Problemas de seguridad y financieros excluyeron del calendario a esta pista ubicada en el estado de Nueva York. De esta forma, el GP de Estados Unidos retornaría en 1989, en el circuito callejero de Phoenix, un trazado netamente urbano como reemplazo del GP de Detroit, que durante la década del ‘80 fue sede del GP del este de Estados Unidos.

Ayrton Senna ganó el GP de Estados Unidos en 1991, disputado en el circuito callejero de Phoenix. (Foto: Reproducción)

En Phoenix se corrió en 1989, 1990 y 1991, cuando se rescindió un contrato de cinco años con la ciudad debido a la baja afluencia de público. Este trazado fue dominado por McLaren, victorias de Alain Prost en la primera edición, y dos de Ayrton Senna en las dos siguientes. 

Tras algunos años de ausencia, la F1 regresó con fuerza a comienzos del siglo XXI al óvalo mixto de Indianápolis, aunque la etapa quedó marcada por el infame episodio de 2005, cuando solo largaron seis autos debido a los problemas de seguridad de los neumáticos Michelin. Aquel escándalo golpeó fuertemente la credibilidad del evento -que tampoco lograba atraer a los espectadores- y volvió a alejar a la categoría del país, que corrió por última vez en ese circuito en 2007.

El infame GP de Indianápolis de 2005 (Foto: Clifer Rose)

Tras otro bache, la Fórmula 1 volvió a Estados Unidos en 2012, con la inauguración del Circuito de las Américas (COTA), en Austin, Texas. Diseñado por Hermann Tilke, el trazado combina sectores inspirados en curvas legendarias —como Maggotts-Becketts, de Silverstone, o la horquilla de Hockenheim, junto con fuertes desniveles y zonas de adelantamiento. Desde entonces, el GP de Estados Unidos se consolidó como una cita clave del calendario actual.

En la era moderna, Lewis Hamilton dominó buena parte de las ediciones disputadas en COTA, con seis victorias entre 2012 y 2017, mientras que Max Verstappen obtuvo triunfos consecutivos entre 2021 y 2023. Como último antecedente, Charles Leclerc venció la temporada pasada con Ferrari.

Franco Colapinto durante el GP de Estados Unidos 2024, donde finalizó en el décimo lugar. (Foto: Williams)

Con tres fechas en el país en el presente calendario -completan Miami y Las Vegas-, el circuito de Austin se erigió como la nueva casa de la Fórmula 1 en Estados Unidos. Y con 400.000 asistentes en las últimas competencias, fue donde por fin terminó por conquistar al público norteamericano. Para este fin de semana, esta sede será un nuevo round para los McLaren de Oscar Piastri y Lando Norris en su lucha por el campeonato, mientras que Verstappen aparece como el tercero en discordia.