#ViejoTaller: Villeneuve gana el título tras el polémico choque con Schumacher en Jerez

A lo largo de sus más de 70 años, la Fórmula 1 ha sido testigo de intensas decisiones sobre el título, y seguramente una de las más controvertidas de las últimas décadas fue el año de la conquista de Jacques Villeneuve, hace exactamente 25 años, más concretamente el 26 de octubre de 1997. Esa temporada, el GP de Europa tuvo lugar en España, en Jerez de La Frontera, y marcaría el primer y único campeonato mundial del piloto canadiense. Su principal oponente fue el que hizo todo más interesante, ya que se trataba de Michael Schumacher.

Es importante decir que el ambiente estaba caldeado entre bastidores. Tras el GP de Japón, la penúltima carrera de la temporada, los dos aspirantes al título estaban separados por sólo un punto: Schumacher por delante con 78, Villeneuve con 77 puntos. Y precisamente en esta carrera, en Suzuka, el piloto de Williams, reincidente, había sido descalificado por faltar al respeto a una bandera amarilla durante los entrenamientos, lo que provocó una gran indignación en su equipo.

Debido a la sanción y a la victoria del alemán en Japón, el ambiente en Jerez era muy tenso. En la rueda de prensa, se habló mucho de un posible accidente, pero Jacques tuvo cuidado de evitar cualquier posibilidad. «No tengo nada que ganar con un accidente. Si quisiera algo así, habría hecho algo así en Suzuka. Tampoco creo que nadie quiera interferir en el campeonato», dijo el canadiense a los periodistas. Michael, por su parte, no hizo ningún comentario y prefirió limitarse a ver el lado bueno de las carreras en Jerez. «Es un buen circuito, con una interesante combinación de curvas y con mucho suspense», declaró.

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Cuando comenzaron los entrenamientos, Schumacher y Villeneuve evitaron el protagonismo. Pero la clasificación fue bastante dramática y un poco curiosa. Y es que los dos pilotos y Heinz-Harald Frentzen, compañero de equipo de Jacques, marcaron el mismo tiempo en la última sesión de clasificación: exactamente 1min27s072. Increíble. Las posiciones de salida se decidieron entonces por el orden de las vueltas más rápidas. Es decir: Villeneuve pole y compartiendo la primera fila con Schumacher, que tenía a Frentzen justo detrás. El piloto de Ferrari fue acorralado por los coches del equipo británico.

El domingo de la carrera, el día amaneció nublado, frío y con una probabilidad de lluvia que no se materializó. Schumacher se hizo fuerte en la segunda posición, mientras que Villeneuve salió a la pista con fiebre y engripado. Frentzen abrió la segunda fila, con Damon Hill a su lado, que había marcado un tiempo sólo 0s058 más lento que la pole en su Arrows. Mika Häikkinen y David Coulthard, ambos con McLaren, completaron la tercera fila.

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En la salida, Schumacher frenó mejor y se puso por delante de Jacques. El poseedor de la pole intentó evitar el adelantamiento, pero tuvo que conformarse con el segundo puesto. Pero todavía en la primera curva, el canadiense se abrió para que su compañero de equipo de Williams lo pasara. Frentzen tomó entonces en segundo pueston, en un intento de ofrecer algo de ataque al alemán. Pero no pasó nada.

Schumacher se había colocado muy fuerte en la parte delantera y iba muy rápido, abriendo casi 3s en las primeras vueltas. Sin embargo, a medida que la carrera se aceleraba, los dos coches de Williams empezaron a ir más rápido y las prestaciones se igualaron. Villeneuve, sobre todo, fue más rápido y alcanzó a Frentzen, que ya no pudo alcanzar a Schumacher. El adelantamiento se produjo en la séptima vuelta, cuando el alemán abrió la brecha a su compañero.

A partir de ahí, Jacques se lanzó a por Schumacher, que ya tenía una ventaja de 4s. Pero el canadiense no se rindió. Y los dos comenzaron a alternar vueltas rápidas. De hecho, ambos corrían casi al mismo ritmo, pero la diferencia seguía siendo de 4s. Luego vinieron las primeras paradas en boxes. Aun así, Michael paró en boxes en la vuelta 22 y volvió a ser cuarto. El piloto de Williams se puso entonces en cabeza. Pero sólo durante una vuelta. Jacques hizo una parada en la siguiente vuelta, volviendo quinto.

Frentzen se convirtió entonces en el líder, con Häkkinen, Schumacher, Coulthard y Villeneuve. El canadiense iba entonces más rápido que Michael, mientras los pilotos de McLaren se dirigían a los boxes. Mientras tanto, el piloto alemán de Williams estaba por delante de los dos aspirantes al título, que mantenían una intensa batalla. Los dos estuvieron cerca, con el retador excediéndose en algunas curvas, tratando de no dejar escapar a su rival.

Entonces el líder entró en boxes en la vuelta 29, y Schumacher retomó el liderato, con Jacques tratando de seguirle el ritmo en la segunda posición. Fue así hasta la segunda parada. El hoy heptacampeón entro en boxes al final de la vuelta 43, mientras que el canadiense se puso en primer lugar. Pero Villeneuve entró en la siguiente vuelta.

Jacques volvió a salir detrás de Coulthard en la tercera posición. Pero entonces, cuando el escocés entró en boxes, el piloto de Williams recuperó la segunda posición y se fue a por Schumacher. El canadiense recortó rápidamente la distancia en dos vueltas y alcanzó a su rival. Entonces, en la vuelta 48, Jacques sacó el coche por el interior en Dry Sack para adelantar, pero Michael, sorprendido por la actitud de su rival, cerró la puerta demasiado tarde y el choque fue inevitable.

Peor para el alemán, que acabó fuera de la pista, quedándose en la grava y perdiendo la oportunidad de ganar su tercer campeonato. Villeneuve siguió en la carrera, pero su coche quedó dañado debido al accidente. Perdió posiciones con Häkkinen y Coulthard. Después de todo, el tercer puesto era más que suficiente para el joven hijo de Gilles Villeneuve.

Después de la carrera, no se tomó ninguna decisión sobre la acción de Schumacher. La dirección de la carrera se limitó a explicar que sólo se trataba de un «accidente de carrera». Sin embargo, debido a la presión de los aficionados y los medios de comunicación, el piloto fue convocado a la sede de la FIA (Federación Internacional del Automóvil) para una audiencia. Allí, tras el testimonio de Schumacher, la entidad decidió descalificarlo del campeonato, convirtiéndose en el único competidor en la historia de la categoría en sufrir tal hecho. Lo más extraño fue que mantuvo los resultados de la temporada, incluyendo sus cinco victorias.

Volviendo al campeón, ese año logró siete victorias, 10 poles y ocho podios. Fue el responsable del séptimo y, al menos hasta este momento, último título de Williams en la F1. En una entrevista concedida a GRANDE PRÊMIO en 2017, Jacques recordó el histórico campeonato, que dejó su nombre marcado en la categoría.

«Todo lo relacionado con ese fin de semana fue increíble. Después del GP de Japón, llegamos a Jerez de la Frontera como unos perdedores, realmente. Tuvimos que devolverlo todo, tuvimos que luchar», señaló.

«Creo que todas las batallas que tuvimos ese fin de semana hicieron que esa decisión fuera tan especial. Lo que ocurrió en la parrilla fue increíble. Nunca había pasado algo así, pero también estaba tenso y nervioso. Así que fue increíble todo el esfuerzo que hicimos, todo el trabajo que hizo el equipo para mantenerse concentrado frente a todo. Ferrari era muy fuerte. No fue un campeonato fácil, nos enfrentamos a muchos altibajos, no sólo nosotros, sino también ellos. Creo que por eso se recuerda tanto, por eso se hizo tan especial. Y estoy orgulloso de haber formado parte de ello», cerró.