El jefe de Mercedes rechaza abandonar el barco y dice que «no ha pensado» en dimitir
Toto Wolff, jefe y consejero delegado de Mercedes, rechazó cualquier posibilidad de abandonar la escudería y aseguró que seguirá en su cargo, aunque se ve como dueño de una franquicia en otro deporte que no sea la Fórmula 1.
El equipo Mercedes ha sido la fuerza dominante de la era híbrida de la Fórmula 1, ya que ha ganado siete títulos de pilotos y ocho de constructores, algo que nadie ha podido ni siquiera alcanzar. A pesar de dos años que no han sido buenos, con una sola victoria, a Toto Wolff no se le ocurrió renunciar.
Es que, según el jefe de equipo y CEO, considera que tiene razones para mantenerse en el cargo y que se siente aun con capacidad para volver a la cima: «Es difícil, porque no dejo de machacarme. Se podría decir que es un problema de física y no de mística u organización. Nos equivocamos de física. No dejo de cuestionarme a mí mismo y mi contribución, porque siento que el equipo soy yo, como muchos otros. En los momentos difíciles, me levanto por la mañana [y me pregunto] qué tengo que hacer».
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«No me lo he planteado [dimitir], porque sigo pensando que puedo contribuir al equipo en mi especialidad, que es mantenerlo todo unido, aunque a veces pueda ser bastante emocional. Pero los chicos me conocen muy bien, saben que tengo esos momentos difíciles los domingos por la noche», señaló.
«Puedo contribuir. Por desgracia, todavía no he encontrado a alguien de quien pueda decir ‘creo que esta persona tiene más energía, más empuje, habilidad’ y todos esos factores que creo que son importantes para convertirse en jefe de un equipo», se defendió.
Sin saber cuándo quiere dejar el equipo, Wolff se limita a decir que tiene cuidado de no pasarse de la raya: «Hemos visto ejemplos de jefes de equipo que ya no estaban en su mejor momento, como Ron Dennis o Frank Williams. Nunca quieres quedarte atrapado en esa situación. En 2012, realmente quería ser el director del equipo en Williams, y lo hicimos juntos [Wolff y Williams]. Mi puesto era el de director general, porque lo forcé, en cierto modo, cuando le dije a Frank ‘quiero dirigir esto aquí’. Siento que nunca estaré en esa posición».
A pesar de las dificultades de los dos últimos años, el jefe y consejero delegado garantiza que no existe una cultura de culpabilizar puertas adentro: «Eso es algo que tenemos establecido en el equipo desde 2013: culpamos al problema, no a la persona. Somos un entorno seguro, nunca se ha despedido a nadie por falta de rendimiento. Siempre encontramos soluciones».
«Si un departamento no rinde, es culpa mía porque no senté las bases adecuadas o no contraté a las personas adecuadas. No tiene sentido culpar a alguien que no está haciendo un trabajo suficientemente bueno, porque todo el mundo se esfuerza al máximo. Así es como pensamos. No hay una cultura de señalar con el dedo, simplemente trabajamos, algo de lo que estoy orgulloso», afirmó el austríaco.
De cara al futuro, Toto cree que puede quedarse mucho tiempo más, pero que pretende dejar un legado y hacer una transición ordenada: «Cuando sienta que es el momento de cambiar el liderato, no me importará si es bueno o malo: lo haremos juntos y con mucha gente al lado. Para mí, no es como un entrenador que quiere irse por todo lo alto y dejar un legado. Es más bien: no me voy a ninguna parte. Y espero que podamos ganar más y más, pero no siento que nadie me deba eso».
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«En algún momento, quizá haya un liderazgo diferente en las operaciones del día a día, pero eso no significará que yo no esté involucrado. Cuando miro a los equipos en Estados Unidos, tenemos a Robert Kraft o Jerry Jones [propietarios, respectivamente, de los New England Patriots y los Dallas Cowboys, franquicias de la NFL]. Están involucrados en todo lo que hacen sus equipos, pero el equipo tiene un entrenador, un manager, un CEO y toda una estructura que dirige las acciones del día a día», finalizó.