Del subcampeonato de Fangio al debut de Colapinto en F1: la historia del GP de Italia
Tradicional circuito de la Fórmula 1, el GP de Italia fue testigo del subcampeonato de Juan Manuel Fangio en 1950, así como también fue la pista en la que debutó Franco Colapinto en la máxima categoría.
A la par de Silverstone, Mónaco y Spa-Francorchamps, el circuito de Monza completa la lista de pistas ilustres de la Fórmula 1. Y del mismo modo que las anteriores, su historia con la máxima categoría se inicia en la temporada inaugural de 1950, en la que este trazado italiano definió el primer campeonato en favor del Alfa Romeo de Nino Farina.
En aquel certamen, el duelo por el campeonato estuvo centrado en dos pilotos de Alfa Romeo, Farina y Juan Manuel Fangio, donde ambos se repartieron las victorias en las primeras cinco fechas (tres para el argentino y dos para el italiano), exceptuando a las 500 Millas de Indianápolis, que también formaba parte del calendario pero donde solamente participaban pilotos norteamericanos.
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Para la definición, Fangio llegaba con una ventaja de cuatro puntos en el campeonato (26 a 22) con respecto a Farina. Y de cara a la definición en Monza, el argentino logró la pole position. En la noche previa a la competencia, se sorteó entre los cinco pilotos de Alfa Romeo cómo sería la distribución de los autos, donde a Farina le tocó la más consistente. Fangio recibió una máquina veloz que le permitió disputar la punta después de la largada, pero que tuvo problemas de temperatura después de 20 vueltas. Por aquella época, era posible cambiar de auto y el argentino siguió la competencia con el monoplaza de Piero Taruffi, hasta que diez giros después tuvo que abandonar por un fallo en el motor, que terminó por darle el título a Farina, vencedor de la carrera.
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La historia de Fangio en Monza fue de contrastes, ante un nuevo abandono en 1951 que puso en riesgo el título que finalmente consiguió en el GP de España, y en 1952 sufrió el accidente más grave de su carrera debido a que largó una competencia de F2 estando cansado, tras haber competido ese mismo fin de semana en Irlanda y habiendo manejando muchos kilómetros en ruta. No obstante, en esta misma pista, en 1953, el ‘Chueco’ puso fin a su sequía de casi dos años sin victorias en Fórmula 1, para obtener en los dos años siguientes dos conquistas ya como piloto de Mercedes.
Justamente en el GP de Italia de 1955 -que también marcó un retiro del equipo alemán de la Fórmula 1 que duraría 55 años-, el GP de Italia comenzó a utilizar un anillo exterior con curvas peraltadas. Aunque más allá de su espectacularidad, su peligrosidad determinó que se utilice por última vez en 1961, una competencia en la que perdería la vida Wolfgang Von Trips, el piloto alemán más exitoso de la categoría hasta el surgimiento de Michael Schumacher.
Después del dominio de Fangio, Stirling Moss ganó el GP de Italia en tres oportunidades, y durante la década del ’60, hubo varios vencedores repartidos. En los años siguientes, Monza también sería el destino final para el austríaco Jochen Rindt, que tuvo un accidente fatal durante la clasificación, pero que no le impidió en convertirse en el único campeón post mortem de la categoría.
El próximo piloto en dominar en la pista italiana con tres triunfos fue Ronnie Peterson, al ganar en 1973, 1974 y 1976, aunque el sueco perdería la vida en este circuito en 1978, luego de un accidente en que en principio había salido aireoso con una fractura en una pierna, pero que derivó en una embolia que provocó su fallecimiento en el hospital.
En 1980, el GP de Italia se desarrolló por única vez en el circuito de Ímola, luego de que Monza no cumpliera con algunos pedidos del entonces presidente de la FOCA, Bernie Ecclestone. Esta competencia terminó con victoria de Nelson Piquet, que ganaría en tres oportunidades más este Gran Premio en 1983, 1986 y 1987.
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Para 1988, el GP de Italia tuvo una celebración muy especial, un mes después del fallecimiento de Enzo Ferrari. Y para la competencia, en una temporada en la que McLaren dominaba sin fisuras con Ayrton Senna y Alain Prost, el abandono del francés y un choque del brasileño con un rezagado a dos vueltas del final le terminó por dar un 1-2 al Cavallino Rampante, liderado por Gerhard Berger y escoltado por Michele Alboreto. Esta sería la única victoria de Ferrari en la temporada, y la única cedida por McLaren en aquel año.
Para la era moderna, las épocas de dominio en la Fórmula 1 correspondieron para los dos heptacampeones de la categoría, Michael Schumacher (1996, 1998, 2000, 2003 y 2006) y Lewis Hamilton (2012, 2014, 2015, 2017 y 2018). Posteriormente, también tuvo la única victoria para Pierre Gasly en la Fórmula 1, cuando era piloto de AlphaTauri -hoy Racing Bulls-, y al año siguiente el último triunfo para Daniel Ricciardo en la categoría, durante su turbulento paso por McLaren, en una competencia que también tuvo un recordado incidente entre Hamilton y Max Verstappen, con el Red Bull montado sobre el Mercedes en la primera variante.
Tras dos victorias de Verstappen en 2022 y 2023, en años de hegemonía de Red Bull, Leclerc volvió a darle la victoria a Ferrari en su casa en 2024, cortando una racha de cinco años. Esta competencia fue especial también para el público argentino por el debut de Franco Colapinto en Williams, como reemplazo de Logan Sargeant. Para aquella primera carrera, el papel del bonaerense fue muy positivo, con 12° lugar final y con un eficiente ritmo de carrera.

A un año de ese debut, y mientras la punta del campeonato se dirime entre Oscar Piastri como gran candidato al título y Lando Norris, Colapinto buscará seguir evolucionando ahora como piloto de Alpine, y después de casi lograr sus primeros puntos de la temporada tras una gran actuación en el GP de Países Bajos.
Con largas rectas y exigentes variantes, el tradicionalísimo circuito de Monza se prepara darle la bienvenida a la F1 2025 el próximo fin de semana. Una carrera que puede terminar por definir el campeonato en favor de Piastri, y en el que Alpine puede tener más sufrimiento que ganancia, por las débiles cualidades de su motor. Aunque en los hechos, la pista tendrá la última palabra.